La Paz de Utrecht

AutorJosé Ramón Remacha Tejada
CargoEmbajador de España. Publicado en el libro Gibraltar y sus límites, Gijón, Trea, 2015.
Páginas53-68
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Cuadernos de Gibraltar – Gibraltar Reports
Número 1/Issue # 1, enero-diciembre/January-December 2015, pp. 53-68
LA PAZ DE UTRECHT
JOSÉ RAMÓN REMACHA TEJADA1
I. LAS CONVERSACIONES ENTRE FRANCIA Y EL REINO UNIDOII. EL SECRETISMOIII. LA
NEGOCIACIÓNIV. LOS PODERESV. LOS ACUERDOSVI. LA FIRMA DEL TRATADO
Las negociaciones que culminan en los tratados de Utrecht se iniciaron varios años antes
de la f‌i rma y en lugares distintos a la ciudad que acogió en Holanda la famosa conferencia.
El proceso había comenzado secretamente entre Francia e Inglaterra en 17092. Y se af‌i rmó
cuando los laboristas ingleses desde la oposición mantienen conversaciones con los agentes
diplomáticos de Luis XIV a principios de 1711.
Este proceso negociador tiene su causa en que el Reino Unido y Austria cambian de
opinión respecto a la guerra al constatar la situación creada por el fallecimiento del emperador
José, que era hermano del pretendiente a la corona de España Carlos (III), y que ocurre en
abril de aquel año. Londres ve con preocupación las expectativas de Austria que podría reunir
bajo su dominio el Imperio y la corona de España. Era un peligro muy semejante al temido
por la posible unión de España y Francia en clave borbónica, tras la muerte de Carlos II. Para
evitarlo Londres se orienta secretamente hacia la paz.
En consecuencia las paces fueron el resultado de unas negociaciones desarrolladas
básicamente fuera de Utrecht entre las dos potencias cuyo antagonismo había llevado a la
guerra. De hecho tanto Francia como Inglaterra inician el proceso de paz a espaldas de los
demás estados implicados en la guerra. La maniobra fue especialmente complicada para el
Reino Unido porque dejaba fuera de este giro a sus aliados, los holandeses y los austriacos,
en contra de lo prometido. También le ocurrió algo semejante a Francia en su relación con
España como pasamos a ver.
1 Embajador de España. Publicado en el libro Gibraltar y sus límites, Gijón, Trea, 2015.
2 ARCHIBALD G.A., Gibraltar: Attempts to Solve an International Problem 1964-2002. Ph.D. Dissertation. University of
Ulster, July 2006, p.37.
CUARENOS DE GIBRALTAR – GIBRALTAR REPORTS
Num 1,Número/Issue # 1, enero-diciembre/January-December 2015
ISSN 2341-0868
DOI http://dx.doi.org/10.25267/Cuad_Gibraltar.2015.i1.04
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Cuadernos de Gibraltar – Gibraltar Reports
Número 1/Issue # 1, enero-diciembre/January-December 2015, pp. 53-68
La Paz de Utrecht
I. LAS CONVERSACIONES ENTRE FRANCIA Y EL REINO UNIDO
Inicialmente las negociaciones se desarrollan entre Francia e Inglaterra. El resto de los
contendientes en la guerra de Sucesión quedan al margen. No sólo Holanda, Austria y España3
sino también las potencias que tuvieron una participación menor en la guerra, como Portugal,
Prusia y Saboya, se vieron excluidas de las conversaciones iniciales.
Comienzan los Whigs desde la oposición manteniendo contactos con los agentes
diplomáticos de Luis XIV a principios de 1711. De estas conversaciones resultará un texto
llamado los Preliminares4 de Londres de 18 de septiembre de ese año f‌i rmados por Mesnager
enviado francés con un poder de Luis XIV. Transcurrirán dos años más hasta llegar a la f‌i rma
del Tratado, pero aquellas conversaciones son la base de lo negociado y del contenido de la
Paz de Utrecht. Por ello su importancia es grande y su estudio fundamental para interpretar
el alcance de lo pactado.
Una vez conocida la noticia del fallecimiento del emperador empezaron a decrecer
en Inglaterra y Francia los ardores de la guerra. La preocupación por el alto costo de la
misma consta en la correspondencia del ministro inglés Bolingbroke con Drummond, su
representante en La Haya. Dice por carta de 5 de mayo de 1711 «La guerra de España ha
tenido un gasto excesivo. Los Comunes están indagando al respecto». Y en otra del 22
siguiente le comenta «Hemos enviado a la guerra de España 11 batallones de Inglaterra e
Irlanda, 3000 reclutas, 2000 caballos desde Italia. Y los holandeses no han aportado nada»5.
Esta manera de descalif‌i car a los Estados Generales se debe en parte a que Holanda constituye
un obstáculo en las conversaciones iniciales. La posición holandesa supondrá para Gran
Bretaña, y sobre todo para Bolingbroke, un grave problema al que tendrá que enfrentarse. El
que fuera su aliado durante la guerra al sospechar el giro británico podía exigir el cumplimiento
del tratado que ambas potencias habían f‌i rmado en el año 1701. Por ese tratado Gran Bretaña
garantizaba a los Estados Generales compartir las mismas ventajas comerciales y no llegar a
las paces de forma separada. Al verse excluida, Holanda pondría muchas objeciones a la cesión
de Gibraltar y Menorca a su aliado Gran Bretaña. Además no es ajeno a esta crítica el hecho de
que Holanda participó con sus tropas en la conquista de Gibraltar a nombre del pretendiente
Carlos (III), y allí las mantuvo durante muchos años.
3 ALEXANDER Marc, Gibraltar conquered by no enemy, Stroud, 2008, p. 66.
4 MAE CP Angleterre 233 ff. 251- 259. Texto completo en la obra del mismo autor Gibraltar y sus Límites. Madrid
2014. En prensa.
5 BOLINGBROKE, Henry Saint-John, Viscount, Letters and Correspondence public and private during the time he was Secretary of
State to Queen Anne. Vol. I, London 1798, p.134.

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