La nueva retórica de perelman

AutorÓscar Buenaga Ceballos
Páginas102-106

Page 102

Sin duda, la figura de Chaïm Perelman ha sido central en la configuración y desarrollo de la teoría de la argumentación jurídica, campo al que el autor ha dedicado muchas de sus obras, destacando La nueva retórica. Tratado de la argumentación (1958) escrita en colaboración con la profesora L. Olbrechts-Tyteca y referida a la argumentación general, y La lógica jurídica y la nueva retórica (1976), enfocada al ámbito jurídico, y que recoge su postura doctrinal al respecto. Quizá convenga referir también que Perelman comenzó su andadura intelectual con estudios dedicados a la lógica (Estudio sobre Frege, 1938) y a la

Page 103

justicia (De la Justicia, 1945), para posteriormente centrarse en el campo de la argumentación y, en lo que ahora nos interesa, en la defensa de la aplicación de la retórica aristotélica al razonamiento jurídico.

Desarrollando la concepción clásica que estableció Aristóteles, Perelman señala que la Retórica tiene por objeto "el estudio de técnicas discursivas que tratan de provocar y de acrecentar la adhesión de los espíritus a tesis que se presentan para su asentimiento"61.

Frente a la lógica formal, la Retórica trata de persuadir y no de llegar a una demostración convincente que parta de premisas verdaderas e indiscutibles ("las verdades son imparciales y el hecho de que se las reconozca o no, no cambia en nada su condición"62).

La Retórica engloba todas las técnicas propias del debate, incluyendo los tópicos y la dialéctica, y se sirve del lenguaje para obtener la adhesión a una tesis. Esta adhesión puede ser, según Perelman, de intensidad variable cuando el debate versa sobre valores y no sobre verdades. A diferencia de las verdades (que son siempre compatibles entre sí), los valores pueden ser incompatibles entre sí, lo que determina la elección inevitable a favor de uno de ellos.

En la Retórica, es central la noción de auditorio, a donde se dirigen y presentan las tesis cuya adhesión se pretende. El auditorio es un conjunto de inteligencias a las que nos dirigimos, y que puede ser desde nosotros mismos a una o varias personas, se trate de sabios o ignorantes en una materia determinada, hasta llegar al auditorio universal, que constituye una llamada general a la razón. De este modo, "un discurso sólo es eficaz si se adapta al auditorio al que se trata de persuadir o de convencer"63. Por otra parte, "el contacto entre dos inteligencias exige un lenguaje común que pueda ser comprendido por los oyentes y que les sea familiar"64.

Para lograr la persuasión de un auditorio es necesario conocerlo, en el sentido de que deben conocerse las tesis que el auditorio admite de antemano y con qué intensidad, ya que estas tesis son las constituyen el punto de partida de la argumentación que se usa en el discurso. Perelman distingue entre los discursos sobre hechos reales y los discursos sobre valores. Así, indica, "lo que se opone a lo verdadero es únicamente lo falso y lo que es verdadero para algunos debe serlo para todos. No hay por qué elegir entre lo verdadero y lo falso. Sin embargo, lo que se opone a un valor no deja de ser un valor, aunque la importancia que se le conceda o la vinculación que se le testimonie no impidan eventualmente sacrificarle para salvaguardar otro valor. Por otra parte, nada garantiza que la jerarquía de valores de uno sea reconocida por otro. Más aún, nada garantiza que la misma persona en el curso de su existencia continúe siempre fiel a los mismos valores: el papel de la educación, la formación espiritual y la posibilidad de conversión suponen precisamente que las actitudes, las tomas de posición y las jerarquías de valores no son inmutables"65. De este modo, para el autor "mientras los razonamientos demostrativos y las inferencias formales son correctos o incorrectos, los argumentos y las razones que se dan en favor o en contra de una tesis son

Page 104

más o menos fuertes y hacen variar la intensidad de la adhesión del auditorio. Partiendo de lo que está admitido, todas las técnicas de argumentación tratan de reforzar o de debilitar la adhesión a otras tesis o de suscitar la adhesión a tesis nuevas, que pueden, por otra parte, resultar de la reinterpretación o adaptación de las tesis primitivas"66.

Para Perelman "la argumentación no contempla exclusivamente la adhesión a una tesis porque sea verdadera. Podemos preferir una tesis a otra porque nos parezca más equitativa, más oportuna, más actual, más razonable o mejor adaptada a la situación. En algunos casos, en verdad excepcionales, se concederá preferencia a valores distintos de la verdad"67. En todo caso, señala, "toda argumentación debe partir de tesis a las que se adhieran aquellos a quienes queremos persuadir o convencer"68, y por ello, el orador...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR