Los microproductos triunfan en la Red

AutorCarles Cabré

Comprar canciones en Internet por menos de un dólar, tonos de móvil por menos de dos o acceder remotamente a los ficheros del ordenador de la oficina desde cualquier lugar por menos de 10 dólares mensuales, son algunos ejemplos del llamado microcomercio.

Se trata de la venta de productos y servicios a unos precios o cuotas mensuales muy reducidas, una actividad cada vez más extendida.

Según Gartner, en 2010 el comercio por debajo de los 5 dólares alcanzará los 30.000 millones de dólares. InStat/MDR estima que los juegos de móvil crecerán hasta 3.000 millones en 2006. ARC Advisory Group calcula que los tonos de móvil ya movieron cerca de 3.500 millones en el pasado 2003. Y Forrester Research predice que el negocio de la música online alcanzará los 3.200 millones de dólares en 2008.

La digitalización de un amplio número de mercados (como por ejemplo la música) permite que las empresas puedan comercializar sus productos de forma más granular, es decir, fraccionar el contenido o funcionalidades de un producto ofreciendo al cliente un tablero de opciones de forma que sólo usa y paga por una parte del mismo.

De esta manera, la oferta es más flexible y el precio puede disminuir si el cliente sólo quiere una parte pequeña del producto. Al mismo tiempo, la hipercompetencia, la aparición constante de nuevas tecnologías y la desregulación de los mercados ha provocado una reducción en los ciclos de vida de los productos y un aumento de la presión en las compañías por dar respuesta a las necesidades de los clientes y adaptar el formato y comercialización de sus productos y precios a sus preferencias.

Así, los clientes pasan a tener un papel más activo en la definición de las ofertas. Desde el punto de vista de las empresas, si bien la Red ha supuesto una mayor transparencia en los mercados (comparar precios y ofertas es cada vez más fácil y rápido), también les ha permitido aumentar el grado de conocimiento de sus clientes, poder ofrecer ofertas y productos personalizados, más rápido y barato.

Impacto

Sin duda, el microcomercio abre aún más las posibilidades al comercio electrónico. Su impacto en la industria del software, por ejemplo, es muy significativo. La comercialización de productos de software en formato ASP (alquiler) permite que los clientes puedan disponer de soluciones avanzadas a un coste mensual reducido, sin tener que hacer frente al pago de licencias y a los altos costes de implantación. Esto ha generado un cambio radical en el diseño...

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