Marquetalia: ¿Guerra heroica o escaramuza?

AutorJaime Contreras
Páginas27-46

Page 27

CAPÍTULO 2.

MARQUETALIA: ¿GUERRA HEROICA O ESCARAMUZA?

Respecto del gaitanismo, fue, éste, un movimiento revolucionario en el que nuestro Jacobo Arenas prefiere no entrar a fondo en sus consideraciones pese a que, por entonces, él mismo, apenas adolescente, se prestaba a abandonar las juventudes del Partido Liberal, al que pertenecía y engrosar las filas del Partido Comunista. Pero, en cualquier caso, nuestro ideólogo historiador, siempre ratificó la opinión oficial de las FARC para las cuales la muerte del líder liberal Gaitán fue “(…) uno de los primeros crímenes organizados por la CIA en Colombia en contubernio con la oligarquía liberal-conservadora”. Juicio atrevido éste que, sin embargo, adelanta el permanente mantra posterior fariano que incide, no tanto en un estado represor, sino principalmente, en una “oligarquía colombiana” depredadora al servicio del poderoso vecino norteamericano.

En cualquier caso, en aquellos tiempos de la “violencia partidista”, cuyos años más beligerantes oscilan entre 1946 y el periodo presidencial de Rojas Pinilla (1953-1957), el Partido Comunista realizó una verdadera hazaña histórica, según nos narra Arenas. Consiguió organizar la guerrilla en medio de una violencia desatada en la que determinadas élites políticas, preferentemente de la periferia, se servían de clientelas entregadas al matonismo, el bandidaje y el pillaje. Naturalmente el Partido Comunista, a juicio de Arenas, no participó en tales prácticas, sino que, con una estrategia revolucionaria más asentada, dedicó sus actividades a organizar las denominadas “autodefensas populares” siguiendo las instrucciones del pleno de su Comité Central de 1947. Por supuesto que, en aquella anárquica violencia, estuvieron muy activas, desde una posición dominante, bandas liberales, los llamados “limpios”, muchas de las cuales cohabitaron junto con los “comunes” (comunistas) en diversas “autodefensas”, como en la zona de el Davis, donde unos y otros participaron en un régimen colectivista y militar en el que, incluso, la gestión de los bienes era colectiva. Tal cohabitación, desde luego, permitió, aunque desde posiciones secundarias, que la presencia comunista en el

Page 28

28

JAIME CONTRERAS

movimiento campesino se hiciera de notar y que, incluso se expresara con autonomía, sobre todo en temas de mayor sensibilidad como eran el asunto de la gestión sobre el armamento. En efecto para los comunistas resultaba inconcebible que los comandantes de las “autodefensas” dispusiesen, a su voluntad, del armamento disponible mientras ellos, los comunistas, entendían que éste fuese de propiedad colectiva. Esta y otras diferencias marcaban, cada vez más, las posiciones estratégicas e ideológicas23. Pero, finalmente, sobre todo tras el golpe militar de Rojas Pinilla en 1953, la estrategia comunista fue dando su fruto. Y sobre las “autodefensas, dominándolas de todo punto, surgieron las nuevas guerrillas organizadas por el Partido Comunista cuyo éxito fue notorio en las zonas que luego fueron el origen del movimiento subversivo fariano: Villarrica, Cabrera, Planadas y Gaitania (Tolima).

Pero no debe entenderse, explica J. Arenas, que aquellas primeras bandas guerrilleras fueron única y exclusivamente obra del Partido Comunista; fueron, también, el producto de un movimiento popular y espontáneo de familias campesinas que el Partido supo atraer hacia sí, usando tanto la persuasión doctrinal como la fuerza. Desde luego que lo hacía poniendo de manifiesto su voluntad subversiva de carácter armado, pero fue preciso desarrollar, previamente, un intenso proceso de “educación política” que, siguiendo las directrices de Arenas, fue capaz de transformar a aquella estructura de individuos, compleja y disforme, en una organización de disciplina militar estructurada y auspiciada bajo la férula comunista.

No fue tarea fácil, pero la pedagogía del Partido tuvo un éxito relativo al lograr que las identidades particulares de aquellos individuos, de pasado confuso y un tanto violento, pudiesen aglutinarse en la síntesis cultural y política que los comunistas reclamaban como propia: valores como el honor, la solidaridad, la defensa de la familia y de la propiedad campesina. Así operó, escribe nuestro ideólogo, la pedagogía comunista entonces, cuya metodología específica, tal vez, pueda “recordar” formas precisas de aculturación propias que se hicieron usuales en épocas pasadas en relación con las minorías étnico-religiosas. A este respecto, tal vez sea útil traer aquí el texto original de adoctrinamiento antropológico que el Partido Comunista apadrinó en aquellas primeras organizaciones subversivas; decía el manual definiendo a aquellos campesinos guerrilleros: “Yo soy comunista, yo soy liberal comunista, yo soy conservador comunista, yo protestante comunista, yo católico comunista”24. Así de tal manera debía aprender y memorizar el labriego de estas zonas, entre el Sumapaz y el Tolima, que se enrolaba en las autodefensas comunistas dispuestos a usar de la violencia si sus jefes se lo requerían; o también el bandido de fortuna que se sumó a los violentos de los grupos de “limpios” en los comandos de los Llanos del Sur, en Gaitania o Tequendama.

Pero para Jacobo Arenas estas organizaciones eran muy elementales y carecían del rigor militar necesario. Para nuestro historiador ideólogo, la guerrilla era algo distinto de la autodefensa campesina, aunque en ciertas circunstancias convivieran juntas. La guerrilla, explica nuestro hombre, es una organización militar de carácter ofensivo, profesionalizada en su estructura jerárquica y regida por “normas elementales de comando”. La guerrilla, por su carácter ofensivo, no ha de ser confundida, pues, con las autodefensas; es, además, la guerrilla una organización de carácter trashumante y

23M. Marulanda Vélez. Cuadernos de Campaña. Edición de 1973, pp. 15-16.

24Mons Guzmán, O.Fals Borga y E. Umaña Luna. La violencia en Colombia. Estudio de un proceso social. Bogotá. Tercer mundo 2ª Ed. 1962, pp. 156-158.

Page 29

FARC-EP: INSURGENCIA, TERRORISMO Y NARCOTRÁFICO EN COLOMBIA

“(…) elige amplias áreas en su operar, está hoy aquí y mañana a leguas de distancia y va de un departamento a otro25.. No identifiquemos pues, insiste Arenas, la guerrilla y las autodefensas.

Las FARC no son autodefensas; nacen desde el modelo tradicional guerrillero propio de la historia colombiana, pero, según la estrategia insurgente, propia del grupo fariano, se añaden elementos novedosos extraídos de la experiencia y del éxito guerrillero cubano. Porque en este punto Arenas sabía bien lo que decía. Se reiteró con bastante frecuencia en los círculos internos de FARC, el encuentro histórico, a fínales de la década de los sesenta, entre el propio Arenas y el comandante Fidel, cuando éste, ya triunfador, jugaba a ser el líder de un posible movimiento guerrillero extendido por todo el continente iberoamericano. –“¿Por qué ustedes –inquirió Fidel– con su tradición guerrillera no han llevado a cabo una revolución como la nuestra? Jacobo respondió que el ejército colombiano era fuerte y tenía mayor capacidad militar que las fuerzas del presidente Batista. Fidel derivó a Jacobo al “Che” Guevara, el gran estratega de la táctica guerrillera. Desde entonces Arenas insistió, junto con Marulanda, en la necesidad de aplicar los famosos axiomas del “Che”: “El verdadero guerrillero –escribió Guevara– muerde y huye para volver a morder y huir. Ataca por sorpresa, se retira a posiciones favorables, golpea una y otra vez y luego se pierde en el terreno que es suyo porque lo conoce y domina”26.. A tal dominio del territorio el guerrillero ha de añadir una estrategia de inteligencia de combate: información, organización y seguridad. El guerrillero según el manual guevarista jamás se empeñará en un combate donde no esté seguro de ganar.

Tal parece que fue el modelo arquetipo de guerrilla al que las FARC aspiraron. Desde luego, tal organización no parece que se empleara, ni mucho menos, en la mítica operación de Marquetalia. Porque allí, lo que había, según explicó reiteradas veces Marulanda, el comandante supremo, fue “(…) un movimiento agrario de autodefensa el cual se había organizado tras un largo proceso de colonización en las zonas de Marquetalia” y áreas limítrofes (véase mapa nº 4). Fuera así o de otra manera semejante, lo cierto es que las FARC siempre defendieron sus orígenes campesinos, y presumieron, con orgullo, que nacieron como defensa armada de colonos y campesinos sin tierra. Todavía en la década de 2010, el Comandante Camilo, de la columna móvil Teófilo Forero, sostenía, desde la cárcel, que el hecho político sustancial de las FARC era el problema agrario; es éste, decía, la “madre de un río” que nació en Marquetalia el 20 de julio de 1964 y que se ha concebido, desde entonces, como “…el planteamiento neurálgico de cualquier proceso en Colombia y que se llama Reforma Agraria”. Es esta la fuente de la doctrina constituida como principal fundamento de la entidad fariana. Ello es esencial, repetía el comandante, hasta el punto de que explica por qué “nuestra entidad armada ha sido tan sólida y permanente27.

En cualquier caso, las FARC, de tan nítida y reivindicada vocación agraria, nunca fueron, a juicio de sus fundadores, una “autodefensa campesina armada”, sin embargo, no cabe duda que la presencia comunista armada sobre la denominada “autodefensa” constituye una parte esencial de su génesis y naturaleza. Y en tales principios la im-25J. Arenas. Cese al fuego, op. cit., p. 38.

26Ibidem nota anterior, p. 62.

27Juan Guillermo Ferro y Graciela Uribe. El Orden de la Guerra. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá 2002, p. 62.

Page 30

30

JAIME CONTRERAS

pronta de la ideología y de la estrategia del Partido Comunista Colombiano, en aquellos años de la Guerra Fría, fue determinante. Desde finales de los años 40, la Internacional Comunista había extendido el mensaje de que los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR