Machismo televisivo: insultos hacia la mujer en el programa de Mujeres y hombres y viceversa de Telecinco

AutorIrigoyen García, Carmen
Páginas443-454

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Introducción

Actualmente vivimos una alarmante situación de violencia de género en la adolescencia. Se trata de un hecho tan grave y tan normalizado, que está presente diariamente en nuestras vidas: en programas de televisión, en la escuela, en las familias y en los grupos de iguales.

Las relaciones sociales y sentimentales insanas acaban en malos tratos y asesinatos machistas; cincuenta y tres en 2014, la mayoría entre los treinta y cincuenta años de edad, según datos del Ministerio de Sanidad.

Fue Kanin, en 1957, el primero en alertar sobre la existencia de conflictos violentos en las relaciones de pareja, aunque no sería hasta la década de los ochenta cuando

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este fenómenos de naturaleza social fuese visto por la comunidad científica. (Fernández-Fuertes, Antonio Fuertes y Ramón F. Pulido, 2006: 339-358).

Según el último estudio elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), por encargo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, sobre la percepción social de la violencia de género, el 30% de la juventud española de entre 18 y 39 años, muestra tolerancia con alguna forma de maltrato, como el control del otro o de la otra y las discusiones constantes.

El 69% cree que no hay más asesinatos, si no que salen más a la luz.

El 27,7% consideran que las mujeres consienten los malos tratos.

El 90% piensan que el abuso del alcohol y las drogas son causas de la violencia que sufren las mujeres.

Y el 80% cree que la violencia es debida a problemas mentales.

Todos estos tópicos son interiorizados por nuestra juventud y son falsos. ¿Por qué opinan esto?, ¿de dónde les llega esta información? Esto es lo que debemos empezar a preguntarnos y tomar medidas al respecto, porque en la adolescencia están las bases de nuestra sociedad futura y de las futuras relaciones insanas.

Todas las instituciones sociales: medios de información, familias y escuela son responsables de estas creencias y estos comportamientos. Todas alimentan un mensaje androcéntrico machista encubierto que llega a normalizarse y que no cambia.

1.1. Estereotipos de género

Los estereotipos de género asocian lo masculino con la agresividad, competitividad, acción, dureza, insensibilidad... y lo femenino con otras características opuestas a las anteriores: ternura, empatia, debilidad, dependencia, pasividad, comprensión o sensibilidad social (Díaz Aguado, 2003).

Para Laird y Tompson los estereotipos son "generalizaciones preconcebidas sobre los atributos o características de la gente en los diferentes grupos sociales". En el caso de género, atributos asignados a hombres y mujeres en función de su sexo. (Colas y Villaciervos, 2007:35-58).

Lagarde (1998) considera que los estereotipos constituyen la base de la construcción de la identidad de género. ¿Cuáles son los estereotipos de género entre las y los adolescentes? y ¿qué consecuencias tienen en la construcción de su identidad? (Colas y Villaciervos, 2007:35-58).

Pilar Colas Bravo y Patricia Villaciervos, en su estudio "La interiorización de los estereotipos de género en jóvenes y adolescentes" recogen cuatro marcos de identidad que proyectan representaciones de género y que ya reconocía Ortega en 1998:

  1. El cuerpo: la imagen del cuerpo masculino en torno a la fuerza y el brío, y la de la mujer, alrededor de la delicadeza y la debilidad.

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  2. Las capacidades intelectuales: se asigna a lo masculino tareas manuales y técnicas, frente a las cooperativas y organizativas de la mujer.

  3. Afectiva y emocional: mayos control emocional del género masculino y mayor afectividady emotividad del femenino.

  4. Relaciones e interacciones sociales: al género masculino se le asigna mayor competencia comunicativa que al masculino

    Simón Rodríguez hace hincapié en la baja autoestima de muchas mujeres, como resultado de una educación androcéntrica; y la prepotencia masculina, producto de una identidad de superioridad. (Colas y Villaciervos, 2007:35-58).

    Por otro lado, el ideal de "amor romántico", que recogen numerosos estudios se presenta de forma muy distinta para los hombres y las mujeres. Mientras que para el hombre se trata de una faceta más en su vida, donde priman sus necesidades y su prestigio social, para la mujer supone el centro de su existencia.

    El Instituto Andaluz de la Mujer manifiesta que libros y películas con gran número de seguidoras y seguidores en nuestro país, como son la saga "Crepúsculo", "Perdona si te llamo amor" o la española "Tres metros sobre el cielo" ensalzan los celos, la obsesión y la posesión como prueba de amor. Y canciones como "Nada valgo sin tu amor" de Juanes, "Sin ti no soy nada" de Amaral, o "Ciega sordomuda" de Shakira, llevan implícitos numerosos mitos acerca del amor que permanecen en el inconsciente de la juventud. Por ejemplo, concebir el amor como posesión, como entrega total de la persona, o donde los celos son una prueba de amor.

1.2. Estereotipos de género en televisión

La televisión es otro de los contextos en los que se forjan estereotipos de género. Y en la adolescencia, etapa en la que se va formando la personalidad y se da un alto consumo de televisión, se trata de una influencia muy importante.

Ana Almansa (2005) apunta que el colectivo universitario ve un elevado número de horas al día la televisión. Si bien lo más habitual es de una a tres horas, existe un alto número de encuestados que aseguran ver la televisión de tres a cinco horas y hasta más de cinco horas al día.

La influencia de los medios en la construcción de la identidad de género se produce a través de los mecanismos del aprendizaje vicario descritos por Bandura y Walters en los noventa.

Un estudio basado en un focus group, para analizar la construcción de la identidad de género a través del programa de "Mujeres y Hombres y Viceversa", revela que las chicas son sumisas y les gustan los malotes... los chicos son chulos, irrespetuosos y superficiales... (Cuesta, Gaspary Menéndex, 2012: 284-307).

Los rasgos de los chicos que acuden al programa se caracterizan por el tratamiento de superioridad e irrespetuosidad que manifiestan hacia las mujeres.

El programa ejerce una gran influencia sobre la juventud en la construcción de identidad de género. Chicas jóvenes muy maquilladas...

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