Los logros del profesor Werner Goldschmidt Lange. (Homenaje al maestro en su 70 aniversario).
| Autor | Alicia M. Perugini de Paz y Geuse |
| Páginas | 1477-1488 |
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En el presente año alcanzó la edad bíblica el eminente jurista Werner Goldschmidt Lange. Aunque su camino sigue pleno de realizaciones, nosotros hemos hecho un alto para pasar revista a sus múltiples logros, los que se han llevado a cabo en tres campos diferentes: en la órbita de la filosofía pura, en el área de la filosofía jurídica y en el ámbito de la ciencia jurídica.
La enseñanza filosófica recibida en el colegio a través del excelente profesor Martin Havenstein, autor de obras como Vornehmheit und Fuchtigkeit («Aristocracia y eficiencia») y Nietzsche als Erzicher (Nietzsche como educador»), le puso en contacto con Kant, en cuanto a que las estructuras ínsitas en la subjetividad condicionan los objetos de nuestra experiencia, y con Mauthner, en que la estructura de nuestro lenguaje condiciona previamente nuestro conocimiento. Mientras que la filosofía kantiana disfrutaba del reconocimiento que merecía, llamó su atención que una doctrina tan revolucionaria como la de Fritz Mauthner entonces careciera de fama (1926-27). Retuvo sus ideas y resolvió elaborarlas apenas tuviera ocasión de hacerlo.
En esta ocasión apareció con la interrupción de su carrera jurídica. En efecto, la subida al poder de los nacionalistas, el 30 de enero de 1933, acabó con su docencia en Kiel. Decidió dedicarse a la filosofía, lo que siempre había sido su verdadero proyecto. Se retiró a Zurich, y esbozó Page 1478 durante el verano de 1933 su filosofía lingüística. Ignoraba entonces, entre los filósofos lingüísticos de aquella época, a Wittgenstein.
Su Linguismus, que en 1936, gracias a la generosidad de su padre, pudo publicarse, se basa en el presupuesto de que todo tema de una investigación científica consiste en una pregunta formulada mediante palabras, y que la cognoscibilidad de éstas es el primer requisito del logro de la tarea. ¿Son, y caso afirmativo, en qué medida, las palabras cognoscibles? La contestación era que las palabras resultan cognoscibles en la medida en que su carácter referencial es perseguible. De ahí se comprendía que era necesario establecer una escala de palabras según el grado decreciente de su perseguibilidad. Las palabras mejor cognoscibles son los nombres propios. Ellos son completamente cognoscibles: basta ir del nombre propio a la cosa o persona designada. En el polo opuesto de la gama léxica se encuentran palabras como «lo incognoscible», las cuales si bien poseen sentido porque son portadoras de una referencia, son totalmente incognoscibles. Todas las demás categorías cognitivas de las palabras oscilan entre los dos extremos.
La filosofía lingüística hace posible medir cada problema y cada solución con respecto a su grado de cognoscibilidad. Una ciencia de este tipo es una ciencia de control, a diferencia de otros tipos de ciencias, las cuales proporcionan problemas y soluciones y pueden denominarse «ciencias materiales». Otra ciencia de control es, por ejemplo, la gramática. Esta, en efecto, no nos indica qué contenido debemos dar a las oraciones; ella se limita a controlar cualquier oración desde el punto de vista de su formación exterior correcta. Otra ciencia de control es la lógica. Las ciencias de control pertenecen a la filosofía, como los Tribunales pertenecen a la sociedad.
Como los profesores de filosofía de la Universidad de Zurich: Griesebach y Freytag, recibieran el lingüismo con entusiasmo moderado, resolvió regresar por el momento-para casi medio siglo-al Derecho y a su filosofía y llevar a cabo realizaciones dentro de su órbita.
No obstante, ello no significaba que sus trabajos filosóficos hubiesen sufrido una parálisis, tanto menos cuanto el lingüismo como ciencia de control, por lo demás, no obstaculizaba el desarrollo de una filosofía propiamente dicha. Esta filosofía se desarrollaba poco a poco como una autoiluminación racional o como, lo que es lo mismo, la conquista racional del mundo por el yo. Si el lingüismo, en último lugar, descansa en el criticismo kantiano, modificado por la crítica del lenguaje, que procede de Mauthner, su filosofía se relaciona con la monadología de Leibniz. El autor que es una mónada filósofo haciéndose consciente de sí mismo. A este efecto tiene que cobrar conciencia para comenzar de su propia vida, cuyas experiencias y enseñanzas condicionan la amplitud de su Page 1479 autoiluminación. Toda mónada tiene su filosofía, más o menos ejemplar, según anchura y profundidad de su vida. De ahí el nombre de «filosofía como autobiografía».
La filosofía de cualquier ciencia particular puede formarse desde dos ángulos de vista diversos. Se puede, por un lado, buscar el lugar de la ciencia sobre el globus intellectualis, indicarle su lugar...
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