¿Malos augurios para las formas comerciales menos eficientes?
| Autor | José M.a Sainz de Vicuña Ancin |
| Páginas | 43-53 |
Page 43
En la literatura económica, sobre todo en la más reciente, se hace hincapié en la mejora de la productividad, en obtener el máximo rendimiento o en alcanzar cotas superiores de eficacia y de eficiencia, tanto a nivel personal como empresarial.
Como es lógico también al sector distribución español se le hacen demandas en este sentido, ya que.
- a pesar de los logros de los últimos lustros ca ben mejoras sustanciales de eficiencia tanto en el sistema de distribución como en las formas co merciales mayoristas y detallistas,
- un objetivo básico de la política de comercio interior 1 a nivel mundial es promover la eficien cia en el comercio, es decir, disminuir al máximo posible los costes de distribución y, como conse cuencia, incidir en el objetivo de estabilidad de pre cios;
- hay que poner en marcha políticas económicas que persigan que «el tránsito hacia alternativas de mayor eficacia vayan unidas a un menor coste so cial» 2;
- el rendimiento obtenido por la gran mayoría de los comerciantes independientes es bajo y su me nor productividad global pone en tela de JUICIO SU supervivencia;
- «Consiguiendo que un país tenga un sistema de distribución más eficiente no sólo aumenta el em pleo en el sector servicios sino que redistribuye la renta de forma real más favorable» 3.
Desgraciadamente, a pesar de la gran transcendencia que tiene contar con un sistema de distribución eficiente, los políticos no parecen estar sensibilizados: siendo el empleo y la redistribución de la renta objetivos de sus programas económicos -al menos de los autodenominados progresistas- no conceden especial atención a este sector de la economía que supone el 1 2,5 % del PIB y de la población activa 4.
En este artículo se analiza cómo medir la eficiencia en el sector distribución, se exponen las cotas de eficiencia alcanzadas por diversas formas comerciales en los primeros años 80, se observan los hábitos de compra respecto a las formas comerciales detallistas y se apuntan a modo de conclusión algunas directrices para las menos eficientes con el fin de garantizar su supervivencia a largo plazo.
Qué es y cómo se mide
Dado el uso que normalmente se hace de los conceptos de eficacia, eficiencia y productividad, conviene señalar la acepción que en estas líneas se dará a los mismos 5:
* La eficacia o «capacidad para producir efecto, esto es, el fin para el que se hace una cosa» tiene que ver con la consecución del fin y de los objeti vos correctos, debido a la mejor interpretación po sible de las circunstancias. La eficiacia habla de la validez y utilidad que tiene el producto final obteni do con unos medios.
* La eficiencia es «el correcto uso de unos medios para extraer de ellos sus máximas posibilidades operativas». Se trata de un término que relaciona rendimientos, capacidades y costos. Tiene que ver con la reacionalidad y optimización de los recur sos. Contempla las variaciones cuantitativas, de acuerdo con las posibilidades físicas teóricas, en la utilización de unos medios. En ocasiones la eficien cia debe pasar por la adquisición de una técnica de trabajo: es decir, de una metodología y de una forma de organización; sin ello los rendimientos no pueden ser constantes ni fiables
Page 44
* Productividades «la relación entre la producción obtenida y los recursos utilizados para obtener los». De ahí que la Agencia Europea de Productivi dad la defina como la economía de los medios.
* Rendimiento es «la relación entre la cantidad efectivamente obtenida como resultado y una can tidad de factor empleado».
En la reflexión que Cabré (1986) hace sobre productividad de empresa aporta estas puntualizacio-nes:
1 a Para medir la productividad global de una empresa deben tenerse en cuenta todos los factores que intervienen en la producción. Si se quieren hacer comparaciones de productividad, deben hacerse en condiciones homogéneas, queriendo esto decir que el MIX (porcentaje de cada producto en la producción total) de producción debe ser homogéneo.
-
a Hablar de la relación entre producción y un factor determinado, como productividad, no es correcto, ya que dicha relación indica únicamente un rendimiento y además ello debería hacerse en condiciones homogéneas (igual MIX de producción). La productividad por hora y hombre no es más que una relación de rendimiento. (...)
-
a En ningún caso puede confundirse la productividad global de la empresa con el rendimiento de uno de sus factores, siendo:
La rentabilidad vendrá dada por la eficacia que se obtenga de la aplicación de los recursos, y los costes vendrán determinados por la selección de los recursos que más eficientemente (con menor coste) puedan contribuir a los objetivos perseguidos.
Eficiencia y eficacia son, por consiguiente, dos calidades distintas de una organización o de un individuo. Se puede poseer una y no la otra. Como el artículo se centra en la primera, con el fin de concluir con la segunda, se analiza brevemente lo que supone un sistema de distribución eficaz.
De acuerdo con la definición, un sistema de distribución es eficaz cuando es capaz de producir el fin para el que ha sido creado. Pero, ¿cuál es ese fin? Aunque caben distintos matices según autores y época en que hayan tratado de precisar el papel desempeñado por la distribución, Dayan (1981) define la distribución como «la función que pone los bienes y servicios a disposición del consumidor en las condiciones de lugar, tiempo, calidad y cantidad que convienen a éste»:
* Se entiende ofrecer los productos al precio míni mo posible, dados la calidad de los mismos, el potencial de compra del momento y la cuantía del servicio, además de la jerarquización de condicio nes establecida por el consumidor.
* Los servicios desarrollados por la distribución son, según Casares (1982), transporte, almace namiento, clasificación, normalización, presenta ción, contacto, financiación y asunción del nes go.
Productividad global de la empresa
Valor de la producción en pesetas reales
Coste de todos los factores que intervienen en la producción en pesetas reales
No parece existir una relación entre eficiencia y eficacia. En efecto, los recursos pueden ser aplicados, combinados, organizados con la mayor productividad, con los mejores rendimientos físicos, con notable eficiencia, pero sus resultados pueden carecer de utilidad, de eficacia, para la empresa. Y a la inversa, el resultado puede ser eficaz pero se ha podido obtener su producción de un modo ineficiente, con notable desaprovechamiento de recursos.
Como la jerarquía de condiciones en cuanto a calidad, servicio y precio será diferente según las peculiaridades del consumidor, el sistema de distribución deberá dar satisfacción a todos y cada uno de los segmentos de la población según sus deseos, demandas y expectativas espacio-temporales. Ello implica la coexistencia, dentro del sistema de distribución de un país, de formas comerciales con perfiles tipológicos tan diversos como los existentes dentro del heterogéneo colectivo de demandantes.
Page 45
La eficacia del sistema de distribución habrá que perseguirla además mediante la consecución de formas comerciales eficaces. Ahora bien, no debe medirse con el mismo criterio la eficacia de unas y otras ya que con misiones diversas, habrán elegido posicionamientos estratégicos diferentes y presumiblemente tendrán distintos sistemas objetivos. Todo ello habla por sí mismo de la dificultad de valorar la eficacia del sistema de distribución de un país, así como la de sus formas comerciales.
Doutt (1976) en su tesis doctoral, «Productividad en los detallistas de comida rápida», tras definir la productividad en términos más o menos similares a Cabré 6, señala que aunque productividad y eficiencia se utilizan a menudo indistintamente no son precisamente sinónimos, y recoge la siguiente relación entre ambos conceptos:
La eficiencia de un proceso o empresa es su productividad...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba