Introducción

AutorGiulia Foschiani
Cargo del AutorAbogada
Páginas19-21

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Como señalan la Declaración y el Programa de Acción de Viena, la promoción y la protección de los derechos humanos han pasado de ser un asunto que caía bajo la esfera de la competencia exclusiva de los Estados a convertirse en una preocupación legítima de la comunidad internacional. A este respecto, una parte de la doctrina sigue individualizando tres tipos de obligaciones que el Estado debe cumplir: se trata de respetar, de abstenerse, de proteger y de prevenir la violación de los derechos humanos. Y, al mismo tiempo, relega al rol de prevención la tarea asignada a la sociedad civil1.

Es un hecho que el control hacia el respeto de los derechos humanos en el ámbito interno, a nivel de los ordenamientos jurídicos nacionales, se suma al control en el ámbito internacional. En esto último, en particular, se puede delinear la coexistencia de procedimientos que se presentan como la directa transposición de los recursos jurisdiccionales internos en el ámbito internacional, cuya facultad de iniciativa es reconocida a los Estados y a los individuos; y de procedimientos flexibles de carácter diplomático o administrativo (generalmente confidenciales).

A los dos, además, debe añadirse el control político por parte de las organizaciones internacionales y de las ONG´s, entidades que juegan un rol clave en la determinación de la opinión pública internacional2.

En este sentido, cabe añadir una precisión respecto a la opinión pública internacional, y su creciente importancia en el ámbito de la protección de los derechos humanos. Se trata de un conjunto compuesto por diferentes categorías de sujetos; se habla, a tal in, de una “opinión gubernamental”, que emana de los gobernantes y representantes políticos, una “opinión militante” que se hace manifiesta por medio de la acción de las distintas organizaciones no gubernamentales; y, al in, de la “opinión del pueblo”, expresión utilizada para referirse a la ciudadanía en un sentido general. Ahora, como apunta el profesor Durán, debe decirse que “el éxito de las organizaciones internacionales se debe, en gran medida, a que han sabido incorporar sus trabajos a otros actores presentes en la escena internacional y que, en el ámbito de los derechos humanos, tienen particular importancia: los individuos y las asociaciones de éstos, es decir las organizaciones no gubernamentales (ONG´s)3”.

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Este trabajo tiene como origen una experiencia directa. Se trata, en lo específico, del testimonio de las actividades de prácticas realizadas en...

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