Los espacios de desencuentro más habituales
Autor | Francesc Guillén Lasierra |
Páginas | 39-69 |
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Un primer elemento sobre el que reexionar es, sin duda,
el motivo que provoca la interacción entre los ciudadanos y la
policía para determinar si existen fundamentos que puedan
favorecer o no una escalada de la violencia. Es importante
identicar aquellos encuentros entre la policía y miembros
del público que, por sus características especícas, presentan
más factores de riesgo de provocar tensiones y derivar en un
uso de la fuerza por alguna de las partes o por ambas. Esto
quiere decir que centraremos los supuestos en aquellos que,
de entrada, ya presentan indicios de conictividad. Quedan,
pues, descartados todos aquellos contactos que en la inmen-
sa mayoría de los casos se desarrollan pacícamente, como,
por ejemplo, los debidos a solicitudes de información o de
auxilio por parte de los ciudadanos, o la simple comunicación
de incidentes a la policía, que, de no venir acompañadas de
circunstancias muy especícas y extraordinarias, difícilmente
van a derivar en un desencuentro entre ambas partes.
La selección de contextos conictivos es ciertamente
irregular, ya que no va a denir ámbitos materiales exclu-
Los espacios de desencuentro
más habituales
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DESENCUENTROS ENTRE LA POLICÍA Y EL PÚBLICO FACTORES DE RIESGO Y ESTRATEGIAS DE GESTIÓN40
FRANCESC GUILLÉN LASIERRA
yentes, sino que algunos pueden yuxtaponerse o sucederse.
Es difícil identicar ámbitos materialmente diferenciados
de manera clara. Aparentemente las identicaciones, el or-
den público, el tráco y las detenciones lo son, pero en la
práctica no es así, ya que, por ejemplo, una intervención en
materia de policía de tráco puede comportar la identica-
ción de un conductor o una intervención en orden público
puede implicar la detención de algunos de los participantes
si llevan a cabo acciones constitutivas de delito. Además, a
su lado el ámbito del consumo de alcohol y drogas y los
encuentros con personas mentalmente alteradas pueden te-
ner trascendencia por sí mismas (en el primer caso en los
espacios de ocio y en el segundo el requerimiento expreso
a la policía para que reconduzca la conducta de un enfer-
mo mental ante la impotencia de la familia), pero pueden
aparecer también en los tres primeros ámbitos materiales.
Es decir, la policía a la hora de identicar alguna a persona
en la calle puede encontrarse con que la persona en cues-
tión esté bajo los efectos de bebidas alcohólicas o de dro-
gas. De la misma manera, en un control de tráco, puede
detectar alguien con las facultades mentales deterioradas.
Pero, como acabamos de ver, incluso los ámbitos materiales
pueden relacionarse, ya que una parada en la calle para pro-
ceder a la identicación de una persona puede derivar en
una detención sin solución de continuidad con lo que será
difícil diferenciar una de otra. La razón de haber manteni-
do el consumo de alcohol y drogas, las alteraciones men-
tales y las detenciones como ámbitos propios y diferentes
de las identicaciones, el tráco y el orden público se debe
al hecho que, aunque tienen ámbitos de conexión con los
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