Editorial
El primer artículo de este número examina las perspectivas de la tecnología térmica solar (TTS), una tecnología de energía renovable que ya puede desarrollar centrales eléctricas de 80-100 MW, con un coste casi competitivo. Con el apoyo gubernamental para I+D y, sobre todo, en la construcción de centrales durante las primeras etapas, la TTS podrá competir con los combustibles fósiles en el año 2010. Esto da lugar a diversas implicaciones, entre las que se encuentra el hecho de que la TTS puede formar parte de un abastecimiento energético más orientado hacia la sostenibilidad. Los factores climáticos significan que los beneficios de la TTS son más directos en las regiones meridionales menos favorecidas de Europa. Además puede consolidarse el liderazgo original de partida de la industria europea y se podrán explotar los mercados de exportación de aquellas regiones pertenecientes al llamado cinturón solar.
El segundo artículo sostiene que los recientes estudios académicos e informes políticos han subrayado (de nuevo) la importancia de los rendimientos crecientes, así como de factores a menudo pasados por alto por los analistas, tales como blindaje tecnológico, irreversibilidad, etc. La presencia de tales fenómenos (junto con otros fracasos en el mercado y/o desviaciones de la competencia perfecta) puede hacer que los mercados desprecien la tecnología más deseable, tal como se pone de manifiesto en los ejemplos de tecnologías energéticas presentados en el artículo. En tales ejemplos, dice el artículo, la vigilancia tecnológica y la preservación de la diversidad tecnológica pueden ser las respuestas más apropiadas.
El tercer artículo sostiene que el desarrollo de software puede convertirse en el cuello de botella para el desarrollo de la sociedad de información, así como un área en la que Europa, en particular, necesitaría poner un mayor énfasis. La producción de software continúa siendo una tarea cuasi-artesanal, un proceso laborioso y frecuentemente crucial para el éxito de los productos industriales. El artículo aboga por poner un mayor énfasis en la formación con el objeto de mejorar los conocimientos técnicos necesarios, así como la elaboración de estadísticas adecuadas sobre la oferta y demanda de conocimientos, con el fin de adecuar la oferta de cualificaciones técnicas a la demanda del mercado.
El penúltimo artículo no trata de un problema particular, sino del propio proceso de solución de problemas y toma de decisiones. El artículo sugiere que el volumen, cada vez mayor, de información que han de considerar los responsables de la toma de decisiones, no puede tratarse con la mayoría de los sistemas de apoyo a la decisión (SAD) convencionales. Se precisa un mayor énfasis en el análisis y en la extracción de conocimientos, más que en la adquisición de información. El artículo sostiene que las técnicas/instrumentos de inteligencia artificial (por ejemplo, redes neurales, lógica difusa, etc.) pueden enriquecer los SAD para reforzar la adquisición, extracción y representación del conocimiento, especialmente en aquellos casos, muy frecuentes, en que la información se expresa en forma no cuantificable, en lenguaje natural.
El artículo final augura un brillante futuro para los plásticos biodegradables, gracias a su ahorro de energía y a sus positivas características en términos de impacto ambiental. El artículo esboza este perfil positivo y el gran interés mundial expresado en este mercado potencial, que puede exigir una revisión de las políticas de gestión de residuos en Europa y la adopción de normas apropiadas.
