Delia MANZANERO, El legado jurídico y social de Giner
| Autor | Francisco M. Balado Insunza |
| Cargo | UNED |
| Páginas | 299-309 |
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En febrero de 2015 se conmemoró el primer centenario de la muerte de Francisco Giner de los Ríos (1839-1915), hombre de extraordinaria dimensión intelectual cuyo proyecto educativo basado, esencialmente, en el método intuitivo, la coeducación de ambos sexos, la autonomía y dignidad de la persona y la extensión de los estudios a lo largo de la vida del ser humano, ha sido estudiado con relativa intensidad desde su formulación en el último cuarto del siglo XIX, tanto en sus aspectos teóricos como en sus aplicaciones o proyectos prácticos plasmados, fundamentalmente, en la magna obra de la Institución Libre de Enseñanza que Giner fundó en 1876. Sin embargo, su obra filosófica, sustentada en el derecho y la sociedad con la educación como referencia clave, han tenido menos atención por parte de la investigación especializada.
El reto de estudiar el significado del proyecto filosófico gineriano, sus antecedentes, elementos fundamentales y su utilidad y vigencia, no sólo durante el contexto en el que se formuló, sino también con posterioridad al mismo ha sido, en medida importante, asumido por el Instituto de Investigación sobre Liberalismo, Krausismo y Masonería (KLM) de la Universidad de Comillas, fundado en 1989 por Enrique M. Ureña y Pedro F. Álvarez Lázaro, proyecto que ha conseguido mantener una fructífera continuidad de la mano de investigadores como Ricardo Pinilla Burgos, Francisco Querol o José Manuel Vázquez Romero. En esa misma línea se integra el trabajo de Delia Manzanero y, específicamente, el contenido de su último libro, El legado jurídico y social de Giner.
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Delia Manzanero es actualmente profesora de Teoría del Derecho en la Universidad Rey Juan Carlos I. Ha impartido docencia en el campo de la filosofía del derecho y las ideas políticas y es directora de la revista de filosofía Bajo Palabra conjugando, de este modo, la docencia y la investigación con la divulgación científica, lo que no es un ejercicio nada fácil en materias como la filosofía del derecho. En su producción bibliográfica e investigadora, Manzanero otorga especial atención a los aspectos formales utilizando un lenguaje directo y claro, algo ciertamente poco habitual cuando hablamos de filosofía y, mucho menos, si lo hacemos reflexionando sobre temas como el derecho y sus fines. Este interés por la forma no es óbice para desplegar una notable precisión conceptual e incorporar a su discurso, además, un componente reflexivo, particularmente interesante para los historiadores, que conecta distintos momentos históricos y las relaciones que de ellos pueden derivarse, ya sea a modo de antecedentes o de proyecciones, estimulando una lectura pausada y reflexiva.
Manzanero sostiene la gran profundidad y, sobre todo la actualidad del pensamiento de Francisco Giner de los Ríos. Al presentarlo como precursor de temas que están hoy en el centro del debate en distintas disciplinas científicas, su objetivo final al ensayar sobre la obra del intelectual granadino y su legado no es otro que, en palabras de la propia autora, "desvelar qué potencial práctico del pensamiento moral y jurídico (de Giner) aún no agotado históricamente, puede encontrar su realización en el derecho y educación actuales".
Para conseguir este sugestivo pero difícil propósito, la autora demuestra un excelente dominio de las fuentes que sustentan cada una de sus argumentaciones, con citas precisas que refuerzan el rigor científico de su trabajo. En este sentido, Manzanero presta especial atención a la producción de los krausistas españoles de finales del siglo XIX y principios del XX y, especialmente a la obra de Adolfo González Posada (1860-1944), sin prescindir de otras aportaciones también relevantes. Como principal continuador e intérprete de la obra gineriana, las tesis de Posada, junto a las del propio Francisco Giner, componen el núcleo de las materias estudiadas.
En El legado jurídico y social de Giner, Delia Manzanero apuesta por una clara sistematización interpretativa y metodológica, estructurando su estudio en tres partes bien diferenciadas, divididas, a su vez, en siete capítulos a través de los cuales nos adentrarnos en el pensamiento jurídico, filosófico y educativo gineriano, en sus derivadas políticas y, lo que resulta más atracti-
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vo para el lector del siglo XXI, comprobaremos su legado, entendido a partir de aportaciones que mantienen su vigencia o se proyectan en categorías sociales actuales, sin olvidar, aspecto también importante, sus debilidades y carencias.
Centrándonos en el análisis de su contenido, el libro comienza con dos introducciones, una a modo de prólogo, a cargo de Pedro. F. Álvarez Lázaro y otra, más propiamente introductoria e incluso, auto-recensora, a cargo de la propia autora. Ambos nos avanzan pautas del pensamiento gineriano de gran interés para la lectura del contenido posterior. El perfil intelectual de la autora que nos ofrece el prologuista permite situarla con nitidez dentro de la escuela fundada por él mismo y por Enrique M. Ureña, el ya referido KLM y, por tanto, su prólogo valida la solvencia del trabajo de Manzanero, aval que aumenta el interés por conocer su investigación sobre el legado jurídico y social que Francisco Giner nos ha transmitido.
Por su parte, la propia autora en su introducción al texto, facilita indicaciones de lectura que no deben desaprovecharse al fijar, con especial énfasis, los objetivos de su trabajo y resumiendo con precisión el contenido de cada parte que interrelaciona, resume y explica, dotando de sentido global al conjunto del ensayo.
En la primera parte del libro: La recuperación liberal krausista de los clásicos hispanos y su relación con el pensamiento contemporáneo, dividida, a su vez, en dos capítulos, Delia Manzanero realiza un ejercicio de conexión histórica de enorme interés en el que, a partir de las aportaciones de la Escuela de Salamanca del...
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