El proceso constituyente y la constitución vitalicia (bolivariana) de 1826 (II)

AutorValentín Paniagua Corazao
CargoCatedrático de Derecho Constitucional

Valentín Paniagua Corazao: Catedrático de Derecho Constitucional, Instituciones Políticas del Perú y Derecho Administrativo en las universidades Católica del Perú, Mayor de San Marcos, y Femenina del Sagrado Corazón. Escribió numerosos trabajos sobre la historia constitucional del Perú y comparada. Entre los más importantes destacan los siguientes: Constitucionalismo, Autocracia y Militarismo (1998); Reelección presidencial y Constitución histórica (2003); La Constitución de 1828 y su proyección en el constitucionalismo peruano (2003); El proceso constituyente y sus principios rectores: Aspectos dogmáticos y particularidades de la Constitución gaditana (2004); y, La evolución del constitucionalismo peruano (2004). Además de su labor intelectual, ejerció la actividad política, siendo dos veces presidente del Congreso de la República (1982 y 2000), Ministro de Justicia y de Educación (1966 y 1984), y Presidente Constitucional de la República (2000-2001).

IV Preparativos y fracaso de la federación de los andes
1. El plan de Federación de los Andes
  1. El 12 de mayo de 1826, en cartas a Sucre y Gutiérrez de la Fuente, Bolívar expuso el plan de federación y la importancia de la Constitución boliviana en dicho proyecto. La federación del Perú, Bolivia y Colombia debería ser más estrecha que la de los Estados Unidos, gobernada por un presidente, que sería él, y un vicepresidente de su elección (Sucre). Se regiría por la Carta boliviana, la que, según Pando, era adaptable al gobierno de un Estado y de muchos a la vez, y, por tanto, serviría para los estados en particular y para la federación en general, haciéndosele las variaciones del caso. Todos recibirían la Constitución como "el arca de la alianza y como la transacción de la Europa con la América, del ejército con el pueblo, de la democracia con la aristocracia y del imperio con la república". Sucre debía iniciar el plan, instando a los miembros de la asamblea boliviana a que adopten el proyecto de Constitución, "sin restricción alguna". El Consejo de Gobierno del Perú, entre tanto, reconocería la independencia de Bolivia y propondría un pacto de unión al nuevo Estado, pacto que también serviría para Colombia, y que Bolívar mismo haría adoptar.

  2. El gobierno de los estados particulares regido por un presidente y vicepresidente (solo el vicepresidente según la carta a Gutiérrez de la Fuente), con sus respectivas cámaras, se ocuparía de todo lo relativo a la religión, justicia, administración civil, económica y todo lo que no sea relaciones exteriores, guerra y hacienda nacional, que correspondería al gobierno federal, que también se compondría de un presidente, vicepresidente y tres cámaras. Cada departamento de los tres estados enviaría un diputado al gran Congreso federal, dividiéndose éstos en las cámaras correspondientes, poseyendo cada una de éstas un tercio de diputados de cada Estado. Las tres cámaras, junto con el vicepresidente y los secretarios de Estado gobernarán la federación. El Libertador, como jefe supremo, marcharía cada año a visitar los departamentos de cada Estado. La capital federal sería un punto céntrico. Colombia, por su extensión, se dividiría en tres departamentos: Venezuela, Cundinamarca y Quito. Heres, por su parte, propuso que en vez de tres estados federados, deberían ser solo dos: Colombia y Bolivia (Perú y Bolivia fusionados), de modo que, al igual que Colombia, se formen en el nuevo Estado tres grandes departamentos. El Consejo de Gobierno se inclinaba por la federación de las tres repúblicas y a Pando le daba lo mismo. La federación llevaría el nombre que se quiera, pero boliviana sería lo probable. Habría una sola bandera, un solo ejército y una sola nación.

  3. El plan debería iniciarse por los gobiernos del Perú y Bolivia. Bolívar, para justificar dicha unión, diría que era necesaria a los intereses de América, por que sin ella no se conseguiría el plan de federación general. Sucre permanecería en el Alto Perú hasta el regreso de Bolívar que haría adoptar la Constitución en dicho país y, por fin, negociaría la reunión entre ambos países, para lo cual debería mantener buenas relaciones con el Consejo de Gobierno.1

  4. Este plan, muy ambicioso, no estaba exento de críticas en los consejos del Libertador. Pando solo convino en la adopción de la Constitución boliviana y, a regañadientes, aceptó la federación de estados. Proponía, más bien, medidas que, a Heres, en esos momentos, le parecían muy avanzadas: el imperio de los andes. El propio Heres convenía en el primer punto, pero difería de Bolívar y Pando respecto al segundo. Consideraba que una tal federación, a lo mucho, duraría un año. Primero, por las inmensas distancias del Orinoco y de Tupiza a Guayaquil, haciendo imposible la reunión de los representantes del gobierno federal; segundo, porque si esa reunión se lograba por una vez no habría poder humano que lograra hacerlo, por segunda vez; tercero, porque de lograrse la reunión de las legislatura, en esta quedaría disuelta la unión o, a lo menos, germinaría la semilla de la discordia: los celos nacionales, los celos departamentales, los celos provinciales e inclusive los celos familiares liquidarían la federación, y una muestra de ello sería la disputa por el lugar de residencia del gobierno. Otros argumentos contrarios eran la carencia de hombres para las legislaturas; la diferencia de realidades que haría inadaptables las leyes que convienen a Venezuela al Perú y viceversa; el desconocimiento de los legisladores del país que habían de organizar, etc.

  5. El plan de Heres, por lo tanto, se limitaba a que se reconozca a Bolivia como nación libre e independiente; que adopte como Constitución el proyecto del Libertador; que esa Constitución circule también en Colombia; que conforme a la Constitución hubiese vicepresidentes en el Perú y Colombia, asumiendo el Libertador el protectorados de los dos estados. Decía el Perú porque pensaba que dentro de un año Bolivia debía unirse federalmente al Perú; que el Libertador visitase con frecuencia los estados; que hubiera acuerdo estrecho con Inglaterra; que Sucre fuese el vicepresidente del Perú para contener al emperador del Brasil, para oponerse a la anarquía de Buenos Aires, mantener la unión y convidar con el ejemplo a otro para que siguiesen el plan; por fin, que la administración sea sencilla y muy enérgica, "concediendo a los pueblos cuanta libertad fuere compatible con su real y verdadera felicidad". Concluía diciendo Heres a Sucre, que el Libertador vio lo que escribía y le encargó que le dijera que cualquiera sea el proyecto que se adopte, mucho se adelantaba con la reunión de Bolivia y el Perú "con un lazo federal", de ahí se trasladaría el proyecto a Colombia, "con todo el prestigio que le daría su adopción en esos estados".2

  6. Posteriormente, Bolívar, en carta a Sucre, le mencionaba que su entorno y él habían pensado que no debían usar la palabra "federación" sino la palabra "unión", que formarían los tres grandes estados de Bolivia, Perú y Colombia bajo un solo pacto. Decía "unión" por que existía el peligro de que los departamentos pidieran después las formas federales, como había sucedido en Guayaquil, "donde apenas se oyó federación" ya se pensaba "en la antigua republiquita". Además, precisó algunos puntos no muy claros del plan de federación, como era el caso del gobierno de los estados particulares. En cada Estado habría un vicepresidente, según la Constitución boliviana; el gobierno federal debería tener un presidente, vicepresidente y sus ministros; Santa Cruz sería vicepresidente de Bolivia, Santander lo sería en Colombia y en el Perú "no faltaría un hombre de mérito". Sucre tenía que ser el vicepresidente de la federación. Si Sucre rehusaba el cargo, Bolívar también lo haría, pereciendo todos en medio de la confusión más espantosa.3

  7. La Federación de los Andes halló opositores incluso entre los personajes más cercanos al Libertador, tales como Pando, Heres o el mismo Sucre. La Federación y la Constitución vitalicia repugnaban a Santander. No era la excepción. En Chile y Buenos Aires4 se miraban con desconfianza todos los planes del Libertador. Se consideraba que pretendía extender su influjo a todo el continente, impidiendo la libre determinación de las naciones. Algunos de los peruanos expatriados por Bolívar y el Consejo de Gobierno, Luna Pizarro entre ellos, recalaron en esos países y escribían desde allí contra el "usurpador".

2. Federación de Estados o federación "provincial"
  1. Bolívar confió al prefecto de Arequipa que en su proyecto de federación del Alto y Bajo Perú, Arequipa sería la capital de uno de los departamentos que se formarían a semejanza de los tres departamentos en que se dividiría Colombia. Tal plan, según Bolívar, interesaba sobremanera al departamento de Arequipa, "porque además de que le asegura la preponderancia mercantil, que naturalmente...

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