Una comparación entre los mercados de "alimentos funcionales" en la Unión Europea, Estados Unidos y Japón

AutorSimon Proops
CargoCEST

Asunto: Las comidas y bebidas que aseguran tener beneficios positivos para la salud han estado en el mercado Europeo desde hace mucho tiempo. Sin embargo, la efectividad bioquímica real de tales productos no ha sido siempre fácilmente probada, y hasta la reciente llegada de los "alimentos funcionales", las pretensiones sobre la mayoría de estos alimentos han sido falsas, o al menos no han estado respaldadas por ninguna evidencia científica seria.

Relevancia: Los mecanismos de funcionamiento de los "alimentos funcionales" no son claros ni son completamente comprendidos por la comunidad médica o los bromatólogos, y esto puede plantear problemas normativos a los políticos. Sin embargo, el desarrollo del mercado es todavía incierto y se deben abordar ciertos temas, como la información al consumidor o la clasificación de los productos.

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Análisis: Definición y necesidad de ensayo.

Los "alimentos funcionales" son los que contienen compuestos funcionales (ej. glutatión, vitamina A, etc.) que tienen beneficios fisiológicos para el consumidor además del valor nutritivo básico. Su objetivo es prevenir enfermedades como el cáncer y la osteoporosis, y mantener el equilibrio natural de vitaminas y electrolitos del cuerpo. Se diferencian de los nutracéuticos en que no se les añade ningún producto farmacéutico.

Aunque existe un acuerdo mundial acerca de la necesidad de informar a los consumidores sobre los beneficios de los alimentos y de protegerlos de informaciones erróneas, el establecimiento de recomendaciones para el etiquetado de los alimentos funcionales permanece paralizado. Una de las razones es que los beneficios para la salud que pretenden estos productos, como la relación entre los antioxidantes y la prevención del cáncer, representa un paso adelante frente a las tradicionales pretensiones nutricionales para los productos. Sin embargo, la mayor parte de la confusión proviene de la interpretación equivocada de que los alimentos funcionales "curan" enfermedades. En realidad, la mayoría de los alimentos funcionales actúan como preventivos de algunas de ellas. Además, aunque algunos alimentos pueden consumirse por sus propiedades fisiológicas, esto no implica que deban clasificarse como fármacos.

Figura 1. Compuestos funcionales y algunas de las afecciones que tratan.

Afección

Compuesto

funcional

Acción

Cáncer

Antioxidantes

Beta Caroteno

Vitamina A

Probióticos

Preventiva

Osteoporosis

Calcio

Preventiva

Hipertensión

Cáncer de intestino

Fibra dietética

Curativa

Mala digestión

Baja biodisponibilidad de nutrientes

Niveles elevados de colesterol

Oligosacáridos

Curativa

Enfermedades

neuro-musculares

Magnesio

Niveles elevados de colesterol

en sangre

Enfermedades cardiovasculares

Cultivo causídico

Proteína de Soja

Preventiva

Cataratas

Escorbuto

Hepatitis

Vitamina C

Vitamina E

Preventiva

Demencia senil

Di- y Poli- aminas

Preventiva

El modelo causa-efecto del cuerpo, mecanicista y clásico, no puede explicar por completo la eficacia de algunos de estos alimentos, ya sea como compuestos preventivos o curativos. Hasta cierto punto, debe adoptarse un modelo del cuerpo como un sistema en homeostasis. Sin embargo, existen expertos en las comunidades médica y farmacéutica que se resisten a la promulgación de tal concepto por la industria alimentaria. Insisten que las reivindicaciones de los alimentos funcionales únicamente deben hacerse después de que ensayos rigurosos e independientes hayan confirmado que existe una base estadística para creer en la eficacia de tales alimentos.

Tendencias en alimentación y nutrición en EE.UU.

En EE.UU., los alimentos sanos, naturales y mínimamente tratados continúan creciendo en popularidad, sugiriendo una reacción contra los alimentos producidos en cadena y muy elaborados que, hasta hace poco, han compuesto la dieta americana típica. Los alimentos americanos han estado típicamente entre los más convenientes del mundo, con los alimentos instantáneos para microondas, como las palomitas y los platos congelados, compitiendo por espacio en los mostradores con las "pop tarts" listas para hornear, las pizzas congeladas y las hamburguesas. Sin embargo, esta comodidad ha sido conseguida a costa de, entre otros, el valor nutritivo.

Mientras los principales actores de la industria alimentaria, como General Foods y General Mills, respondieron añadiendo nutrientes, como la niacina y la riboflabina, a los cereales para desayuno, los críticos insistían en que los nutrientes "ecológicos" son mejores que los artificiales. Mientras productos como el zumo de verduras V8 han estado en el mercado estadounidense desde hace algún tiempo, más recientemente los productos naturales, los basados en el herborismo, las bebidas obtenidas a partir de hongos, los alimentos orgánicos y los productos basados en la homeopatía, todos han conseguido una popularidad significativa en la dieta americana.

Citizens for Health, una organización nacional de defensa del consumidor, se ha creado para proteger y fomentar las opciones naturales sanas para el consumidor. Algunas empresas como Celestial Seasonings han venido ofreciendo tés de hierbas naturales y sin cafeína al mercado de EE.UU. durante más de una década, y alimentos basados en la soja, como bebidas de soja y hamburguesas de soja, han sido la comida habitual de los partidarios de la comida orgánica durante muchos años. Otros productos aparecidos recientemente en exposiciones alimentarias en EE.UU. incluyen un sucedáneo del vino basado en zumo de uva y saúco, bebidas energéticas, enriquecidas con potasio, calcio, magnesio, manganeso y aspartato/picolinato de cromo, un zumo de frutas y verduras y una infusión de una mezcla de hierbas con edulcorantes poco refinados.

Tendencias en alimentación y nutrición en la UE

En el mercado europeo, parece haber una proliferación de extremos en comida y bebida; por un lado, productos altamente elaborados de los principales minoristas como Sainsbury, Tesco y Marks and Spencer, y por otro tiendas de salud como Holland and Barrett o Whole Foods Market, que todavía conservan un aura de "alternativa" o "granola" sobre los productos que venden. Los consumidores europeos son conscientes de las deficiencias en su alimentación y están buscando fuentes alternativas de valor nutritivo.

Aunque los productos ecológicos ofrecen esto, no están ampliamente distribuidos en la UE, a menudo son desconocidos, o no están considerados entre los productos más destacados, como lo están en EE.UU. Hay campo pues para desarrollar una alternativa sensata a estos extremos. Esta puede tomar la forma de alimentos y bebidas de moda, mínimamente elaborados y saludables, como la "dieta mediterránea", que incluye mucho pescado, verduras frescas y aceite de oliva.

Tendencias en alimentación y nutrición en Japón

La dieta japonesa ha mejorado enormemente desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y con ello ha surgido una creciente mentalización de que se puede hacer aún más para compensar las deficiencias nutritivas. En general, la dieta japonesa tradicional, consistente principalmente en soja, arroz, pescado y verduras, es más sana que la dieta occidental, al ser más baja en grasas animales y proteínas.

Sin embargo, esta dieta está siendo erosionada lentamente por un influjo de las dietas occidentales; hamburguesas, pizzas y similar. Un desayuno tradicional japonés solía consistir en pescado o huevos, arroz, sopa de miso, hecha de semillas de soja fermentada y verduras en vinagre. Sin embargo, el desayuno de muchos japoneses hoy en día es virtualmente indistinguible del de muchos occidentales, y es tan alto en azúcares refinados como en grasas saturadas.

En su origen, los suplementos alimentarios en Japón, tales como el calcio, estaban diseñados para compensar la pobre alimentación proporcionada por los comestibles básicos disponibles en un país empobrecido. Sin embargo, con la reciente occidentalización de la dieta japonesa, productos tales como los chicles con vitamina C, el chocolate enriquecido con calcio, y una multitud de bebidas como Pocari Sweat, Dekavita C y Orinamin V, que o bien contienen sales iónicas o pretenden proporcionar al usuario una mayor energía, vigor y vitalidad, se están comercializando como un medio de complementar el contenido nutritivo esencialmente pobre de muchas comidas preparadas.

Consecuencias, conclusiones y recomendaciones

A medida que la vida se hace más estresante y se incrementa el ritmo de vida, probablemente crecerá la necesidad de comidas y bebidas fáciles de preparar y con buen sabor, que a su vez proporcionen beneficios nutritivos y efectos psicológicos positivos. Mientras que abundan las oportunidades de negocio para mejorar la gama de comidas preparadas, a la vez que nutritivamente beneficiosas, disponibles para el consumidor, en algunas regiones persiste una insistente preocupación de que se influenciará muy fácilmente a la opinión pública con pretensiones con muy poca base científica, y que se harán negocios a costa del bienestar.

Sin embargo, estas preocupaciones no se comparten internacionalmente. En la UE, Canadá y Australia, las reivindicaciones sobre salud no están permitidas en los alimentos, mientras que en Japón y en EE.UU. sí lo están. En EE.UU., las alusiones relativas a la "función estructural clásica" (como el calcio y la salud de los huesos; el hierro y la anemia) están permitidas. Sin embargo, no lo están los efectos funcionales, como los antioxidantes para la prevención del cáncer. A la industria alimentaria le gusta fomentar el debate sobre este tema, ya que el mantenimiento de la salud personal significa mayores beneficios potenciales para ella.

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Contacto

Simon Proops, CEST, 5 Berners Road, Islington, London N1 0PW

Correo electrónico: sproops@cest.org.uk; tel.: +44 171 354 99 42; fax: +44 354 4301

Sobre el autor

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Simon Proops es un analista financiero de CEST donde ha dirigido un estudio de gestión para MIT y ha ayudado a desarrollar un taller de Prospectiva para un importante productor de vinos y bebidas alcohólicas. Antes de entrar a formar parte de CEST, Simon Proops desempeñó una consultoría técnica en Montreal, Canadá, durante dos años y ha trabajado con Oki Electric Company and JA, la Cooperativa Agrícola Japonesa en Tokyo. Posee un MBA y es licenciado en Física.

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