La centralidad del estudio de la función pública en un escenario de gobernanza multinivel en crisis. A modo de introducción

AutorJorge Crespo González
Páginas31-38

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Ver Nota1

El presente libro es una aportación desde la academia al estudio de la función pública desde la perspectiva de la gobernanza de nuestra sociedad, utilizando como método de análisis prioritario el del gobierno multinivel o relaciones intergubernamentales2.

La necesidad de estudiar la función pública, ya sea entendida en un sentido general como el conjunto de personas que prestan sus servicios profesionales en la Administración o, en sentido restringido, el personal funcionarial o, incluso más selectivamente, el segmento del personal funcionarial que ostenta el mayor poder administrativo, no es menor ni baladí, dadas las importantes funciones que desarrollan para la sociedad a la que sirven y el importante momento de cambio que esta viene sufriendo en los últimos años. No en vano, su institución matriz, la Administración pública, «vela por la equidad y la integración sociales y por el desarrollo económico y social, juega un papel transcendente en la garantía de los derechos y libertades de los ciudadanos y es un instrumento principal en el logro de la legitimidad democrática del poder público» (Arenilla, 2014), además de constituir un conector y comunicador indispensable entre la política y la sociedad. Pero, sin embargo, por varias causas, esta institución y la función

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pública por añadidura están en crisis, en contingencia con el entorno político y social del momento, y con problemas de identidad, lo que a nuestro modo de ver exige un gran esfuerzo de renovación pero también revisitar la esencia y bien social que desarrolla.

En efecto, en los últimos años estamos asistiendo a un paulatino proceso de declive o reformulación de los aspectos sustantivos que caracterizaban a la función pública particularmente en los países herederos de la tradición administrativa napoleónica. Aunque sin duda había un proceso de fondo que alentaba un cambio de modelo, la actual crisis económica, política y social (singular-mente en España) ha venido a cuestionar de facto la viabilidad del modelo funcionarial o estatutario de empleo público en términos clásicos y la necesidad de su reinvención en un escenario cada vez más competitivo, tecnológicamente avanzado, proyectado sobre sociedades maduras y conscientes de sus necesidades y en un entorno de gobernanza multinivel.

Este libro se propone realizar una reflexión en torno a la crisis de la función pública, bajo el convencimiento de que, parafraseando a Michel Crozier, necesitamos función pública, pero no tenemos la función pública que necesitamos. También se propone iniciar un debate en torno al diagnóstico del estado de la función pública a nivel nacional y/o internacional, el interés público que se concreta en términos institucionales en la misma, así como las potencialidades para su pervivencia o reinvención futura en el marco de la gobernanza multinivel. Sin duda, puede afirmarse con Guy Peters (2008) que, a pesar de que la Nueva Gestión Pública (NGP) y las teorías de la democratización les han restado poder, los funcionarios, la función pública en general, reclaman su centralidad tanto en la estimación social como en el ámbito científico.

Efectivamente, uno de los aspectos destacados por el Grupo de investigación para el estudio del empleo público del INAP (INAP, 2009-2011) es precisamente la necesidad de recuperar el prestigio social y la calidad institucional del empleo público, impulsando profundas reformas e introduciendo la innovación permanente, a fin de «evitar ese cuestionamiento público —la mayor de las veces irreflexivo— de la institución del empleo público en España. La necesidad del empleo público es una premisa en un Estado Social y Democrático de Derecho». Precisamente a este último empeño hemos dedicado recientemente una obra colectiva (Crespo, 2015).

A pesar de esa importancia estructural para nuestra sociedad de nuestro objeto de estudio, en las Administraciones públicas rara vez se ha pasado de realizar una mera «administración de personal», obviando, por diferentes causas, la realización de una verdadera gestión de recursos humanos con carácter estratégico orientada no tanto a las necesidades del Estado como de la sociedad. Justamente, en este sentido, Prats (2005: 6) explicaba que «no hay buena administración con mala sociedad y no hay buena sociedad que dure sin una buena administración que la sirva» y que los funcionarios «deben reconceptualizarse como servidores civiles antes que como servidores del Estado».

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Y ello especialmente en tiempos de crisis económica, política e institucional, en que deben afrontarse nuevos desafíos con recursos menguantes, necesidades crecientes y además ante ciudadanos críticos y escépticos. Si las crisis se caracterizan, como expresaba Bertolt Brecht, porque lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, cabe reseñar que en el caso de la función pública es difícil diferenciar qué es lo viejo desechable y qué lo nuevo emergente y aceptable, toda vez que lo llamado viejo puede incorporar la esencia que permite servir y garantizar la reproducción de la sociedad, mientras que lo nuevo puede incorporar estructuralmente más peligros que los...

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