Un caso de alodio en el siglo XXI
| Autor | Carmen Tort-Martorell |
| Páginas | 73-79 |
LA NOTARIA | | 2-3/2016 73
SUMARIO
I. EL CASO
II. EL ALODIO
III. LA SENTENCIA
IV. EL SIGLO XXI
Un caso de alodio en el siglo XXI
Carmen Tort-Martorell
Universidad Autónoma de Barcelona
I. EL CASO
«Una familia mallorquina gana el jui-
cio a una Marquesa que quería cobrarles
un impuesto del siglo XIII. El alodio es un
gravamen del Derecho romano que se im-
plantó en Mallorca».
Así t itula la noticia un diario digital el
pasado 28 de noviembre de 2 013, dando
cuenta de una Sentencia del Juzgado n.º 9
de Palma de Mallorca del 18 de octubre so-
bre ese especial tipo de enfiteusis, o de cen-
so enfit éutico, que en Mallorc a se conoce
con el nombre de alodio (alou en catalán).
Pero no es el únic o medio que la recoge,
puesto que, con ligeras variantes pero tono
similar, aparece en la mayoría de la prensa
local mallorquina, en periódicos de ámbito
estatal y en multitud de diarios digitales(2).
La noticia tiene todos los ingredientes ne-
cesarios para permitir un enfoque fácil y
demagógico; mediante este breve comen-
tario, pretendo hacer un análisis más repo-
sado de una sentencia que refleja la tradi-
ción secular del alodio, un t ema que no es
menor en Mallorca.
El caso es el siguiente: Xus Sastre y Bea-
triz son un joven matrimonio con dos hijos
pequeños que vive en Palma de Mallorca (Es-
paña). Aparecen ambos sonrientes en la fo-
tografía que acompaña a la noticia. Él es pro-
ductor musical en paro; ella, Secretaria en un
hospital. La viuda de Manuel, el padre de Xus
(era su segunda esposa), es usufructuaria de
una casa que pertenecía en nuda propiedad
a los dos hijos de su marido, Xus y su herma-
no Segismundo. La casa la había construido
Manuel en 1964 sobre unos terrenos en Es Pil-
lari, en la playa de Palma, que había adquirido
a Jerónimo en 1942. Hace tres años, Beatriz
decidió comprar la mitad indivisa correspon-
diente a su cuñado, por la que pagó 90.000
euros, más unos 12.000 euros en diferentes
impuestos, como puntualiza la propia intere-
sada. La compraventa se formalizó en mayo
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