(Carrera horizontal)

AutorJesús Manuel Villegas Fernández
Páginas22-40
CAPÍTULO III
(CARRERA HORIZONTAL)
La carrera judicial española es una carrera vertical, en
la que existen, fundamentalmente, dos categorías: juez y
magistrado. A partir de aquí, se habla de acceder a altos cargos
judiciales.
Ya sea para llegar al cargo de presidente de una
Audiencia Provincial, presidente de un Tribunal Superior de
Justicia o presidente de las Salas de estos tribunales, que son
en España unos 100 cargos, que suponen propiamente una
promoción interna vertical articulada mediante un concurso de
méritos que se decide de modo discrecional; ya sea a través
del ascenso a la tercera categoría de magistrado del Tribunal
Supremo, que son 80 cargos, que es lo que se conoce como
carrera vertical propiamente dicha.
La carrera horizontal respeta ambas modalidades de
carrera vertical, pero introduce un concepto nuevo que es el
de progresión horizontal.
Ya tenemos un remedo de promoción horizontal, que
son los concursos de traslado, para pasar de un órgano
unipersonal a otro colegiado, o a la inversa; de un órgano de
pueblo a uno de ciudad; de un órgano de una jurisdicción a
Libro Blanco para la despolitización de la justicia española 23
otro de otra jurisdicción, para acercarse a la familia, intentar
conciliar profesionalmente con otros miembros de la familia, o
para cambiar a un orden jurisdiccional en el que el juez se
siente más cómodo porque le gusta más la materia o la
domina más o a un órgano con menos pendencia y menos
carga de trabajo. Pero es un sistema incompleto e imperfecto
porque muchas veces se sacrifica la materia que se domina por
dar prioridad a la proximidad familiar, o la salida al problema
del retraso es contraria a la especialización funcional porque el
juez huye del estrés para ir a un orden jurisdiccional en el que
lo tiene que aprender casi todo.
Actualmente, con estos concursos de traslado y la
posibilidad discreta o reducida de llegar a uno de esos 80 o 100
cargos escogidos o privilegiados, el grueso de los 5.500 jueces
que forman la carrera judicial española no tienen un
reconocimiento al esfuerzo ni a la trayectoria, de forma que la
mayoría de las v eces el juez ve reducida su motivación
conforme se incrementan los años de ejercicio profesional.
Todo ello sin olvidar que la retribución económica varía muy
poco desde que se llega a la categoría de magistrado y es la
misma la mayor parte del resto de la vida profesional.
Por eso, es necesario introducir ALGO NUEVO, la
carrera horizontal: un conjunto ordenado de oportunidades de
ascenso y expectativas de progreso profesional conforme a los
principios de igualdad, mérito y capacidad.
En concreto, consiste en la progresión voluntaria de
grado o escalón y de categoría, sin necesidad de cambiar de
puesto de trabajo. Pongamos como ejemplo que la carrera se
divide en diez partes o grados y tres categorías:

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