La racionalización del Sistema Penal como característica de la Modernidad: el discurso weberiano

AutorIñaki Rivera Beiras
Páginas75-83

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Si este epígrafe habla del Sistema Penal es porque ha sido sin duda Weber quien analizó, desde un punto de vista organizacional, gran parte de aquel «sistema», a su aspecto «dinámico», es decir, a las instancias de aplicación de aquél: la policía, los jueces y la cárcel. Concebir la racionalización, profesionalización y burocratización del Sistema Penal como los rasgos sobresalientes de éste, e introducidos por la Modernidad, constituye una de las preocupaciones weberianas que se vislumbran en su obra Economía y Sociedad. Esbozo de sociología comprensiva.1Para cuanto se dirá más adelante, es preciso recordar aquí que otro de los temas clásicos de la interpretación sociológica de Weber es el relativo a la «disciplina». Concebida ésta como una técnica para alcanzar el adiestramiento de los individuos con el fin de «ajustarlos plenamente a las exigencias, herramientas y máquinas del mundo exterior»,2 la disciplina desempeñará un especial rol en el campo de la «dominación burocrática» (op. cit., 741-742).

Pues bien, para cuanto aquí interesa, puede señalarse que en la interpretación weberiana son precisamente las

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prácticas disciplinarias las que —con el advenimiento de la Modernidad— experimentaron un proceso de racionalización. Y fue ello lo que constituyó la base de un sistema de dominación, justamente, burocrática. El propio autor lo describe claramente: «una burocracia muy desarrollada constituye una de las organizaciones sociales de más difícil destrucción. La burocratización es el procedimiento específico de transformar una “acción comunitaria” en una “acción societaria” racionalmente ordenada. Como instrumento de la “socialización” de las relaciones de dominación ha sido y es un recurso de poder de prime-ra clase para aquel que dispone del aparato burocrático [...]. Allí donde se ha llevado íntegramente a cabo la burocratización del régimen de gobierno se ha creado una forma de relaciones de dominio prácticamente inquebrantable» (op. cit., 741).

Indica Weber que el paso del Antiguo Régimen a la Modernidad puede ser comprendido como la transición de ciertas prácticas tradicionales hacia formas de acción racionales: ésa sería, precisamente, la característica del proceso de modernización. Como señala Garland en su interpretación de los textos de Foucault y Weber, «en el transcurso de este acontecer la “ciencia” (incluidas las ciencias sociales) sustituye a las creencias, el cálculo reemplaza al compromiso y el conocimiento técnico a las tradiciones y sentimientos como los determinantes principales de la acción [...]. Según Weber —y en buena medida también según Foucault— las consecuencias de este mundo cada vez más racional involucran no sólo el “desencanto” y la pérdida de fe y compromiso con los valores, sino también una gran medida de restricción y opresión, que resultan una carga psicológica para el individuo» (op. cit., 211).

Esa vinculación entre Weber y Foucault se hace más estrecha aún si se analiza, como ambos han hecho, el tema relativo al precio (al decir de Weber) o a los costos (en pala-bras de Foucault), del paso hacia la Modernidad, o el acce-

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so a la civilización. Y ello es decisivo para comprender cuanto aquí se examina, para el estudio del castigo y, más ampliamente, del sistema penal. Garland lo dice claramente cuando señala que el gran interés de ambos autores fue demostrar cómo, a través del proceso de racionalización, el castigo apasionado y moralizante del Antiguo Régimen se transformó en un proceso frío, desapasionado y profesionalizado (op. cit., 212). Ahora bien, ¿de qué tipo de racionalización habla Weber cuando analiza la problemática del sistema penal y de la punición?

Cuando el autor citado comienza su análisis relativo a la racionalización formal y material del derecho (op. cit., 603 y ss.), ya señala que «la vieja administración de justicia por el pueblo, originariamente un procedimiento expiatorio entre los clanes, es en todas partes despojada de su primitiva irracionalidad formalista gracias al influjo del poder de los príncipes y los magistrados». Las tendencias formalistas del derecho, el proceso codificador y la racionalización y burocratización del derecho penal, constituyeron algunos de los acontecimientos más sobresalientes del inicio de la Modernidad ilustrada. Garland, a propósito de este proceso, identifica cinco elementos sobresalientes que constituirían los pilares de la...

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