Bibliográficas
| Páginas | 187-190 |
- COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS: Libro Blanco sobre los servicios de interés general», COM (2004) 374 final, 12 de mayo de 2004.
Esta breve publicación de la Comisión Europea, distribuida gratuitamente en el portal comunitario de Internet (europa.eu.int), tiene un interés que no se corresponde con su tamaño, 30 páginas, sino con su dilatado proceso de elaboración. En efecto, es bien sabido que en Europa el cruce de las culturas jurídicas británica y continental, de un lado, y de los países nórdicos y latinos, de otro, tiene en el concepto de «servicio público» uno de sus puntos de fricción más importantes, en donde las presiones se vienen acumulado desde hace muchos años. El concepto comunitario de «servicios económicos de interés general» es el resultante de estas fricciones y presiones, y aparece como algo en que todos podemos convenir, de donde proviene su interés.
El proceso de gestación de este libro Blanco ha sido de ocho años. Desde las comunicaciones de la Comisión de 1996 y 2001 sobre los servicios de interés general en Europa, pasando por el Libro Verde dedicado a estos mismos servicios en 2003 (COM (2003) 270, de 21/may/03), este Libro Blanco hunde sus raíces en un amplio proceso de debate que en él viene a culminar. De un modo u otro, el modelo europeo de prestación de servicios a los ciudadanos amparados por los poderes públicos queda reflejado en su texto, actualizado a mayo del presente año.
A algunos sus logros les parecerán mínimos. El Libro Blanco rechaza de momento la elaboración de una regulación horizontal de los servicios de interés general en Europa, materia cuya decisión pospone para el momento en que haya sido aprobado el tratado constitucional actualmente en tramitación. Y tampoco acomete la redacción de una lista de prestaciones que los ciudadanos europeos tengan derecho a exigir. No obstante, de su lectura se desprende un fondo común de ideas sobre estos servicios que van cristalizando ante nuestros ojos. He aquí algunas de ellas:
La definición de lo que constituyen obligaciones o misiones de servicio público sigue compitiendo a las autoridades públicas.
La persecución y consecución de los objetivos de servicio público puede conciliarse con los objetivos de la competencia.
Toda persona debe tener derecho a acceder a determinados servicios considerados esenciales; por tanto, sus proveedores deben prestar servicios concretos, en condiciones precisas, con una cobertura territorial completa y a precio...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba