El acuerdo de Bali: el desbloqueo de la Ronda de DOHA y sus posibles implicaciones a nivel institucional
| Autor | Rosana Garciandía Garmendia |
| Páginas | 383-406 |
EL ACUERDO DE BALI: EL DESBLOQUEO
DE LA RONDA DE DOHA Y SUS POSIBLES
IMPLICACIONES A NIVEL INSTITUCIONAL
Rosana GARCIANDÍA GARMENDIA
I. LA ERA POST-CRISIS Y POST-BALI: ¿NUEVOS TIEMPOS
PARA EL COMERCIO INTERNACIONAL?
En otros capítulos de este libro se abordan las reformas que se están produ-
ciendo en distintas instituciones a raíz de la crisis financiera internacional. Por
ello, no se puede dejar de analizar un aspecto de la economía internacional que
se ha visto claramente influenciado por esta crisis, aunque no se trate de una
cuestión estrictamente financiera: el comercio internacional. Desde que se crea-
ra la Organización Mundial del Comercio en 1995 no se había producido una
crisis de tal repercusión a nivel mundial. Y la gestión de esa crisis, que también
ha afectado a la práctica del libre comercio, ha coincidido además con una ron-
da de negociaciones de la OMC, la de Doha, en la que la ausencia de acuerdos
venía creando un clima de deslegitimación internacional de la institución.
Hace ya muchos años que en el ámbito del comercio internacional se viene
escuchando como un mantra que la Ronda de Doha está en un punto muerto y
que su desbloqueo es esencial para que la liberalización del comercio se traduz-
ca en mayores niveles de desarrollo para los países menos favorecidos y para
que la OMC siga manteniendo su prestigio. Desde que se pusiera en marcha la
que se dio en llamar Ronda de Doha para el Desarrollo 1, los intentos de llegar a
acuerdos que favorecieran el comercio libre y que al mismo tiempo llevaran las
ventajas de ese libre comercio especialmente a los países menos desarrollados
han sido constantes. Pero del mismo modo se han encontrado esos intentos con
1 Sobre los objetivos establecidos en Doha, cfr. T. N. SRINIVASAN, «Developing Countries and the
Multilateral Trading System after Doha», Yale University Economic Growth Centre Working Paper
Series, núm. 842, 37 pp.
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constantes dificultades, puesto que los intereses que defienden los países desa-
rrollados poco o nada tienen que ver en la mayoría de ámbitos de negociación
con los que defienden los países en desarrollo.
Desde que se iniciara en Doha —Qatar— esta ronda de negociaciones para
el desarrollo en 2001, se han producido varias Conferencias Ministeriales sin el
éxito deseado. Los miembros de la OMC se reunían en Cancún (2003), en Hong
Kong (2005), y en Ginebra (2009 y 2011), antes de llegar a Bali conscientes de
la extrema urgencia de desbloquear un desencuentro multilateral que a punto
estuvo, entre las reuniones ministeriales de Hong Kong y Ginebra, de cancelar
cualquier intento de acuerdo 2.
Sin duda, uno de los mayores retos que supone la Ronda de Doha lo impone
el hecho de que para culminarla con éxito se exige que se alcance un acuerdo
en todos y cada uno de los temas señalados en el programa de 2001 (modelo
del todo único) 3. Esa necesidad de un conjunto de acuerdos en ámbitos tan di-
versos como la agricultura o las patentes farmacéuticas ha sido una dificultad
innegable 4. No obstante, son muchos los elementos que han hecho de la Ronda
de Doha un calvario largo y sin resultados 5. La implementación de los acuerdos
alcanzados en la Ronda Uruguay todavía causa algunos problemas que es preci-
so solucionar. La complejidad de los asuntos que ocupan las negociaciones y la
diversidad de intereses tampoco facilitan la adopción de decisiones.
Pero además, una de las claves a la que quizá no se atiende lo suficiente es que
las circunstancias de muchos países desarrollados y en desarrollo han cambiado
en los últimos años, como consecuencia de la crisis mundial que sorprendía a
unos y a otros en 2008 modificando el esquema del poder económico mundial.
Los países desarrollados han visto sustancialmente reducidas sus expectativas
de crecimiento y encuentran dificultades para la financiación del comercio. Eso
implica en muchos casos la caída de las importaciones y la tendencia a volver a
niveles mayores de proteccionismo, lo que se puede traducir en menores expor-
taciones por parte de los países en desarrollo o menos adelantados, y mayores
dificultades de estos para el acceso a los mercados internacionales.
2 J. OYARZUN, «El sistema de comercio internacional después de Cancún», Economistas, 2004,
pp. 66-75.
3 J. OYARZUN, «Estrategias de negociación y prioridades de los países en desarrollo en la Ronda
de Doha», Principios: estudios de economía política, núm. 3, 2005, pp. 37-60.
4 La cuestión agrícola se aborda más adelante. Sobre las negociaciones en materia de patentes
farmacéuticas en la OMC, vid. P. ZAPATERO, «Políticas globales sobre patentes farmacéuticas y salud
pública: hechos y ficciones», Anuario Español de Derecho Internacional, núm. 28, 2012, pp. 185-231;
F. M. ABBOTT y J. H. REICHMAN, «The Doha Round’s Public Health Legacy: Strategies for the Produc-
tion and Diffusion of Patented Medicines under the Amended TRIPS Provisions», Journal of Interna-
tional Economic Law, vol. 10, núm. 4, 2007, pp. 921-987.
5 Algunas reflexiones sobre la Ronda de Doha en distintos momentos de su desarrollo se pueden
encontrar en J. SCHOTT, «Reflections on the Doha Ministerial», Economic Perspectives, vol. 7, núm. 1,
enero de 2002; Y. DECREUX y L. FONTAGNÉ, «A Quantitative Assessment of the Outcome of the Doha
Development Agenda», Centre d’études prospectives et d’informations internationales, Working Paper,
núm. 10, 2006, 50 pp.; T. W. HERTEL, R. KEENEY, M. IVANIC y L. ALAN WINTERS, «Why Isn’t the Doha
Development Agenda more Poverty Friendly?», Review of Development Economics, vol. 13, núm. 4,
2009, pp. 543-559; L. V. GARCÍA MATAMOROS, «La Ronda de Doha para el desarrollo ocho años des-
pués: de grandes propósitos a modestos acuerdos», Revista Colombiana de Derecho Internacional,
núm. 16, enero-junio de 2010, pp. 213-258.
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