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AutorFrancisco Serra Giménez
Páginas11-12

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A un profesor de Derecho le preguntaron un día de finales de 2013 qué era el Derecho y él se quedó dudando, sin saber qué contestar. Por supuesto, conocía las definiciones más empleadas1, muy diferentes según la concepción del Derecho que se sostuviera e incluso el sistema jurídico2 en el que cada jurista desarrollara su labor3, pero le parecía difícil, en ese momento concreto de la Historia, recurrir a ellas. Además, a lo largo de sus años dedicados a la enseñanza, había sido testigo de cómo los estudiantes a los que les daba clase habían cambiado su forma de entenderlo.

Tenía la costumbre de plantear esa cuestión el primer día de curso y en los comienzos de su carrera como profesor observó que la mayoría de los alumnos identificaban el Derecho con la justicia. Tal vez porque aún estaba muy reciente la resistencia al fran-quismo y por haberse producido hacía poco la puesta en funcionamiento del sistema constitucional, tras la dictadura, parecía que la idea de Derecho podía corresponderse con el anhelo de construcción de una sociedad perfecta.

Años más tarde, la respuesta que predominaba entre los estudiantes identificaba al Derecho con un conjunto de normas respaldadas por el poder, con in-

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dependencia de que se acomodara a aquello que se consideraba justo. En los últimos tiempos, también había empezado a haber respuestas en las que se consideraba al Derecho como expresión de las decisiones de los jueces, quizás porque la sociedad estaba tomando conciencia de que, en muchas ocasiones, las grandiosas afirmaciones que aparecen en las leyes y demás disposiciones normativas no llegan jamás a plasmarse en conductas efectivas. Incluso habían surgido también contestaciones a la pregunta en las que el Derecho se identificaba con un cierto orden material, con un conjunto de derechos reconocidos y protegidos por la jurisdicción, un Estado de Derecho que, pensaban, no podía entenderse más que como Estado social, proporcionando a los ciudadanos prestaciones y servicios establecidos en la Constitución.

En alguna medida, esa evolución en la forma de responder de los estudiantes recapitulaba, en apenas unas líneas, las transformaciones que ha sufrido la concepción predominante a la hora de entender el Derecho. Sin embargo, es característico de ese desarrollo histórico de las ideas sobre el mundo jurídico que el momento posterior no anula al anterior, de tal manera que, en un mismo instante, todas esas concepciones están a la vez...

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