El libro de las leyes del siglo XVIII, edición y estudio preliminar de Santos M. Coronas González, Madrid, 1996, 4 tomos e índice
| Autor | A. Bermúdez |
| Páginas | 648-650 |
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A propuesta del profesor Francisco Tomás y Valiente, en su condición de director de la colección «Clásicos del Pensamiento Político y Constitucional» del Centro de Estudios Constitucionales y en la de miembro del consejo editorial del Boletín Oficial del Estado, fue aprobada en su día la coedición por ambas entidades de la presente obra. Por eso, ahora, realizado el proyecto, ambos editores lo han dedicado, con toda justicia, a su impulsor: nuestro tan tristemente desaparecido colega.
Pero la motivación histórica que dio origen a este Libro (originariamente tituladoPage 649 Colección de impresos legales y de otros papeles del Consejo de Castilla) no fue otra que la de facilitar a los miembros de tan alto organismo un mejor conocimiento y una más fácil localización de la frondosa normativa gestada a lo largo del siglo XVIII, y que no se encontraba recogida en la Nueva Recopilación.
Tal y como muy bien advierte en su documentado y excelente Estudio Preliminar el profesor Santos Coronas, el problema de la ignorancia del Derecho real patrio a lo largo del siglo XVIII constituía un motivo de honda preocupación por las negativas consecuencias que comportaba a la hora de su aplicación. De aquí que los ilustrados hispanos intentaran poner fin a tan penosa situación mediante la puesta en práctica de toda una serie de medidas.
La primera de estas medidas no fue otra que la de perfeccionar y actualizar la labor recopiladora del Derecho vigente. A tal fin es obvio que los defectos de la llevada a cabo en 1567 no se consiguieron corregir en las reediciones dieciochescas de 1723, 1745, ni en las reimpresiones de esta última efectuadas en 1772, 1775 y 1777. Tampoco la Junta de Recopilación creada en 1782 tuvo mayor éxito en sus trabajos ya que las 546 disposiciones que consiguió reunir no llegaron a publicarse.
Otro paliativo que vino a sumarse, aunque tardíamente, a estos intentos de difusión jurídica fue el debido a la iniciativa privada acometida por algunos ilustrados juristas a través de sus obras doctrinales. En 1791 aparece el famoso Teatro de la legislación, del profesor y abogado sevillano Antonio Javier Pérez y López. Al año siguiente se publica el Extracto puntual, de Santos Sánchez, oficial del Consejo de Castilla, obra en la que se reúnen disposiciones muy desiguales procedentes del reinado de Carlos III. Un año más tarde, en 1793, es el Prontuario, del también profesor y abogado zaragozano Severo Aguirre el que irrumpe en el...
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