Vulnerabilidad. Una característica esencial de todos los menores

AutorJavier de la Torre Díaz
Páginas41-47

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Javier de la Torre Díaz

Director Cátedra Bioética

Universidad P. Comillas

Sumario: 1. LAS TRES DIMENSIONES DE LA VULNERABILIDAD ACTUAL: CULTURAL, SOCIAL Y ANTROPOLÓGICA. 2. LA INFANCIA, EPIFANÍA DE LA VULNERABILIDAD. 3. LA INFANCIA EN ESPAÑA COMO ICONO DE LA VULNERABILIDAD. 4. CONCLUSIÓN.

Las tres dimensiones de la vulnerabilidad actual: cultural, social y antropológica

Culturalmente la vulnerabilidad es una categoría esencial para comprender la situación actual, es un concepto clave profundamente relacionado con algunos rasgos esenciales que describen nuestro presente. Edgar Morin (1921) subraya que nos hayamos en un mundo complejo difícil de conocer 1. Anthony Giddens (1938) señala la interdependencia de nuestro mundo globalizado 2. Esta cercanía e interdependencia nos hace a todos más vulnerables. Zygmunt Bauman (1925) recalca que vivimos hoy en sociedades en cambio, en sociedades poco sólidas, en sociedades líquidas caracterizadas por la movilidad, la falta de seguridad, la incertidumbre, la relatividad de los valores 3. Ulrich Beck (1944-2015) apunta que vivimos en la sociedad del riesgo lo cual supone el reconocimiento de lo impredecible y de las amenazas 4. Alasdair

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MacIntyre (1929) describe la dependencia de los otros como un rasgo que caracteriza a los animales humanos durante toda la vida, incluso cuando somos independientes. Complejidad, interdependencia, movilidad y mundo líquido, riesgo y dependencia son rasgos de nuestra cultura del siglo XXI. Tampoco hay que dejar a un lado una nueva visión científica del mundo en la que la incertidumbre (Heisenberg), el azar, la indeterminación, la evolución y la relatividad suponen el abandono del paradigma de mundo diseñado por Copérnico, Galileo y Newton, determinista y realista.

Socialmente hay una vulnerabilidad que es provocada por los otros, que remite a esos «espacios y contextos de vulnerabilidad» donde hay posibilidad de daño. Hay individuos y grupos, como afirma la UNESCO, especialmente vulnerables debido a la «explotación, el engaño, la coerción y la indiferencia» 5. Todos los niños son vulnerables a la enfermedad pero si viven en contextos de falta de higiene la vulnerabilidad aumenta. Esta vulnerabilidad social está profundamente vinculada con la creciente desigualdad 6. La desigualdad escandalosa e injusta aumenta la vulnerabilidad. La flexibilidad y la falta de límites en lo laboral, en lo económico, en lo político, en lo moral, nos hacen a todos más vulnerables en un mundo donde todo parece sujeto a la negociación, al acuerdo, al pacto o a la transacción 7. La obsesión por el éxito y el sobresalir que olvida la experiencia común del fracaso, del posible desmoronamiento, del romperse por dentro 8. La fragmentación y la pérdida de una visión global, la superespecialización y la dificultad de un saber integrador. Desigualdad, falta de límites, flexibilidad, obsesión por el éxito y desmesura, fragmentación y falta de totalidades de sentido son rasgos que marcan nuestra vulnerabilidad social.

Antrológicamente hay cuatro rasgos que definen nuestra común vulnerabilidad 9. La fragilidad remite, como nos recuerda Martha Nussbaum, etimológicamente a algo que puede quebrarse con facilidad. La vida humana está sometida a la fortuna o al infortunio, a unas circunstancias que arrastran a la ruina que son

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difíciles de dominar o al éxito 10. La vulnerabilidad como nos enseña Emmanuel Levinas no es otra cosa que exposición al otro. El yo es vulnerable a la vulnerabilidad del otro. La vulnerabilidad se encuentra en la desnudez, en la apertura, en la exposición, en la renuncia a defender la propia indigencia íntima, en el mostrarse sin máscaras, auténtico 11. Charles Taylor (1931) concibe la vulnerabilidad como exposición permanente al respeto o al desprecio, al reconocimiento o des-conocimiento de los otros significativos. Nuestra identidad se moldea por el reconocimiento, la falta de reconocimiento o un falso reconocimiento –deformante, degra-dante, despreciable– 12. Paul Ricoeur concibe la vulnerabilidad como labilidad, como posibilidad de fracaso, de caída, de mal moral, de desmoronamiento, de derrumbe, de equivocación, consecuencia de su finitud 13. La mayoría de los sufrimientos son inflingidos al hombre por el hombre, son resultado de la violencia entre hombres. Antropológicamente somos vulnerables porque poseemos los cuatro rasgos de la vulnerabilidad: la fragilidad, la desnudez, la debilidad y la posibilidad de desprecio. Todas estas dimensiones de la vulnerabilidad hacen que algunos autores hablen del ser humano como un animal vulnerable 14.

La infancia, epifanía de la vulnerabilidad

Cuanto más ascendemos en la escala filogenética se da un mayor desvalimiento y vulnerabilidad. La dependencia del ser humano de los otros es casi un cuarto de la vida. Esta amplia dependencia marca la biografía humana y es una muestra de la vulnerabilidad humana. Para G. Marcel, esta debilidad del niño y del anciano, esta desnudez, hacen que paradójicamente su dignidad aparezca más clara y que algo de lo más profundamente humano brille en medio de estas situaciones de vulnerabilidad en las dos laderas de la vida. Ningún otro animal necesita que le alimenten, cuiden y protejan durante tantos años.

La infancia es el símbolo por antonomasia de la vulnerabilidad. Nuestro filósofo Francesc Torralba lo expresa muy bellamente: «La expresión más elocuente de la vulnerabilidad humana se puede observar en el recién nacido. Su fina epidermis, sus débiles extremidades, sus temblores frente a cualquier ruido, su inestabilidad, su inocencia primogénita, su desprotección frente a los agentes de la naturaleza (el sol, el viento, el frío…), su rostro tan bello como débil, son expresio-

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nes evidentes de su...

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