Violencia sexual a personas con discapacidad intelectual. La Unidad de Atención a Víctimas con Discapacidad Intelectual

AutorAlberto Alemany Carrasco e Isabel Cartagena Daudén
Páginas627-642
MANUAL DE ATENCIÓN Y VALORACIÓN PERICIAL EN VIOLENCIA SEXUAL GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS 627
CAPÍTULO 34
VIOLENCIA SEXUAL A PERSONAS CON DISCAPACIDAD
INTELECTUAL. LA UNIDAD DE ATENCIÓN A
VÍCTIMAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL
Alberto Alemany Carrasco e Isabel Cartagena Daudén
1. CONTEXTUALIZACIÓN DEL CONCEPTO
DE DISCAPACIDAD INTELECTUAL
El concepto de discapacidad intelectual ha ido evolucionando a lo largo de
la historia. Cómo denamos y entendamos el concepto de discapacidad intelectual
mediará en nuestro hacer profesional condicionando sensiblemente nuestras ac-
tuaciones. Uno de los principales enfoques para aproximarse a este concepto ha
sido el modelo biomédico, prisma que ha imperado hasta el inicio del siglo XXI.
Desde esta visión, las limitaciones de la persona con discapacidad intelectual se
deben a una deciencia en forma de síndrome, enfermedad o trastorno, que genera
una discapacidad a nivel individual y, en consecuencia, una minusvalía a nivel so-
cial. Las intervenciones profesionales basadas en este modelo, colocan en el propio
individuo la responsabilidad de las limitaciones en el funcionamiento de la persona
con discapacidad intelectual y son excesivamente lineales al entender que, en la
medida en la que se pueda paliar la deciencia, la minusvalía decrecerá.
Afortunadamente, el modelo biomédico explicativo de la discapacidad
intelectual ha sido superado y en la actualidad se entiende la discapacidad a
través del encuentro de un individuo concreto con una sociedad concreta. A
través de esta visión se concibe que las limitaciones en el funcionamiento no
ALBERTO ALEMANY CARRASCO E ISABEL CARTAGENA DAUDÉN
CAPÍTULO 34 VIOLENCIA SEXUAL A PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL. LA UNIDAD DE ATENCIÓN A VÍCTIMAS …
JORGE GONZÁLEZ FERNÁNDEZ COORDINADOR628
se alojan exclusivamenete en el individuo sino en cómo la sociedad se adapta
a las individualidades de todos sus integrantes. Por tanto, las intervenciones
profesionales basadas en esta mirada entienden que el propio profesional tiene
un peso especíco en que aparezcan dicultades en el funcionamiento y en
cómo estas se superen.
Según la Organización Mundial de la Salud, «la discapacidad es parte de
la condición humana; casi todas las personas tendrán algún tipo de discapacidad
transitoria o permanente en algún momento de su vida, y las que lleguen a la se-
nilidad experimentarán dicultades crecientes de funcionamiento. La discapacidad
es compleja, y las intervenciones para superar las desventajas asociadas son múlti-
ples, sistemáticas y varian según el contexto» (1).
La Asociación Americana de Discapacidades Intelectuales y del Desa-
rrollo (AAIDD), entidad referente en la denición y clasicación de la disca-
pacidad intelectual, apunta que «la discapacidad intelectual se caracteriza por
limitaciones signicativas tanto en el funcionamiento intelectual como en la
conducta adaptativa tal y como se ha manifestado en habilidades adaptativas
conceptuales, sociales y prácticas. Esta discapacidad se origina antes de los 18
años» (2). La principal aportación del modelo descrito en 2002 por la AAIDD
es la inserción del concepto de apoyo. Este concepto cobra especial importancia
en el desempeño profesional ya que el funcionamiento del individuo con disca-
pacidad intelectual dependerá, en gran medida, de la capacidad de los contextos
para diseñar e implementar apoyos que permitan superar las limitaciones que
presente el sujeto, tanto a nivel intelectual como en la conducta adaptativa. A
partir de la inserción del concepto de apoyo se comienza a clasicar la disca-
pacidad intelectual desde las necesidades de apoyo y se abandonan las clasi-
caciones basadas en el funcionamiento intelectual, medido frecuentemente a
través del cociente intelectual.
De esta dención de discapacidad intelectual se extraen algunas particulari-
dades de las personas con esta condición que pueden afectar al trabajo forense (3):
Pensamiento enlentecido. La persona con discapacidad intelectual requiere
de tiempos más elevados para estructurar su pensamiento y, en consecuen-
cia, los tiempos de respuesta son mayores.
Limitaciones en la expresión y comprensión del lenguaje.
Dicultades para asimilar información nueva y/o compleja.
Elevada deseabilidad social y tendencia a responder de manera aquiescente.
Carencia o limitación en el pensamiento abstracto.
Cantidad reducida de detalles en los relatos libres.
Dicultades en la incardinación espaciotemporal en sus relatos.

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