Violencia sexual en parejas jóvenes

AutorJosé Luis Graña Gómez, Victor Dujo López y Pedro J. Horcajo Gil
Páginas163-188
MANUAL DE ATENCIÓN Y VALORACIÓN PERICIAL EN VIOLENCIA SEXUAL GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS 163
CAPÍTULO 9
VIOLENCIA SEXUAL EN PAREJAS JÓVENES
José Luis Graña Gómez, Victor Dujo López y Pedro J. Horcajo Gil
1. INTRODUCCIÓN
La agresividad es un componente de la conducta normal que entra en juego
tanto para satisfacer las necesidades vitales del individuo, como para afrontar ame-
nazas contra la integridad física o psicológica. La violencia va un paso más allá, al
perderse el criterio adaptativo de utilidad biológica, siendo una conducta modulada
por factores culturales, ambientales y sociales (1)(2) que busca causar un daño
extremo o incluso la muerte de la víctima (3). Existen dos tipos de violencia, una
de tipo reactivo, con elevada carga emocional y asociada a la impulsividad y a la
provocación o amenaza percibida, y otra de tipo instrumental, de carácter preme-
ditado y con un objetivo denido, siendo habitual que los actos violentos muestren
características de ambas (4). El objetivo de la violencia emocional es la de compen-
sar el estado afectivo indeseable del sujeto, mientras que la violencia proactiva no
tiene por qué coexistir con un estado emocional desagradable, siendo su leitmotiv
la consecución de una expectativa de recompensa por parte del agresor (4)(5). En
un reciente estudio (6) se encontró que el 73.8% de los agresores eran reactivos
y el 26.2% instrumentales, contrariamente a los supuestos de algunos modelos
socioculturales de violencia de la pareja íntima (p. ej. el modelo Duluth).
Aunque la violencia es un fenómeno global que se da en todos los ámbitos
del ser humano, la violencia en las relaciones de pareja se constituye como un
fenómeno social alarmante, tanto por sus elevadas tasas de prevalencia como por
las consecuencias para la salud mental y física de las víctimas, siendo una proble-
mática de índole social de primer orden y de obligado estudio (7). Según algunos
JOSÉ LUIS GRAÑA GÓMEZ, VICTOR DUJO LÓPEZ Y PEDRO J. HORCAJO GIL
CAPÍTULO 9 VIOLENCIA SEXUAL EN PAREJAS JÓVENES
JORGE GONZÁLEZ FERNÁNDEZ COORDINADOR164
autores, estas dinámicas violentas de pareja tienen correlatos bien denidos que
comienzan a manifestarse en la fase de noviazgo de la pareja (8), cobrando espe-
cial importancia este fenómeno complejo y multidimensional en parejas jóvenes,
debido a su consolidación en etapas tempranas de la vida, donde se aprenden pau-
tas de interacción que pueden trasladarse a la vida adulta y donde existen unos
patrones incipientes de violencia que pueden convertirse en dinámicas violentas
más agravadas en sus relaciones futuras (9). Estudios como el de Corsi y Ferreira
(10) ponen de relieve una serie de conductas que suelen predecir la aparición de
la violencia en etapas posteriores, como son sutiles intentos de control, ausencia
de reconocimiento de los propios errores, agresividad verbal o formas veladas de
humillación y desprecio.
Tradicionalmente, la violencia en el noviazgo (dating violence) se dene
como todo ataque intencional de un miembro de la pareja contra el otro, de natu-
raleza física, psicológica y/o sexual, dentro de una díada constituida por jóvenes o
adolescentes (11). En términos generales, Anderson y Danis (12) denen la violen-
cia en las relaciones íntimas de noviazgo como «la amenaza o uso actual de abuso
físico, sexual o verbal por parte de un miembro de una pareja no casada sobre el
otro miembro, dentro del contexto de una relación de noviazgo», mientras que La-
voie et al (13), retratan la violencia en las relaciones de noviazgo como «cualquier
comportamiento que es perjudicial para el desarrollo o la salud de la pareja al com-
prometer su integridad física, psicológica o sexual» englobando dicha denición
tanto a parejas estables como esporádicas.
Los vertiginosos cambios sociales de los tiempos modernos obligan a re-
formular de nuevo la visión que tenemos de los fenómenos estudiados debido a
la sosticación y mutación que experimentan las diversas formas de la violencia,
fruto de la aparición de nuevos medios y canales para perpetrarla. La deni-
ción aportada por el Centers for Disease Control and Prevention (14) añade, a
lo anteriormente expuesto, las conductas de acoso y persecución a la pareja o
expareja, tanto por medios tradicionales como a través de nuevas formas de co-
municación virtual (i.e., redes sociales), actualizando la realidad presente de las
dinámicas relacionales de los jóvenes (15). Especial mención requiere el sexting,
denido como «el envío, recepción y reenvío de mensajes sexualmente explí-
citos, imágenes o fotos a otros a través de medios electrónicos, principalmente
entre teléfonos celulares» (16). En Europa se han encontrado tasas del 15% de
adolescentes entre 11 y 16 años que habían recibido mensajes o imágenes sexua-
les de igual a igual; un 3% de los mismos reconoció haber enviado o publicado
tales imágenes (17). Asimismo, un estudio en cinco países de la UE encontró un
aumento en los jóvenes que informaron ver imágenes sexualmente explícitas, en
particular chicas adolescentes (18). Aunque con datos menores de prevalencia, a
parte de la violencia física y psicológica autoinformada por los jóvenes, dentro de

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