Prevención de la violencia juvenil en el deporte e intervención desde la jurisdicción de menores

AutorMaría José Cruz Blanca
Cargo del AutorProfesora Contratada Doctora de Derecho penal. Universidad de Jaén (España)
Páginas335-358

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I Introducción

La práctica de actividades deportivas constituye una constante en la historia de la humanidad543 aunque no siempre aquéllas hayan tenido el mismo carácter -cultual, lúdico, competitivo, educativo, etc-, ni desempeñado idénticas funciones544. Page 336

El deporte entendido en un sentido amplio como "cualquier forma de actividad física que, a través de la participación organizada o no, tiene por objeto la expresión o mejoría de la condición física y psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales o la obtención de resultados en competición a todos los niveles"545 constituye en las sociedades contemporáneas un fenómeno complejo de especial trascendencia enormemente integrado en la sociedad y en la cultura546, que supera el ámbito propiamente deportivo y adquiere unas impresionantes repercusiones, entre otras, económicas, mediáticas547, de salud e incluso de corrección de desequilibrios sociales548. Si además se le une la capacidad para desatar pasiones en la multitud, no cabe duda de que el deporte supone mucho más que la práctica de un ejercicio físico reglado549.

Al mismo tiempo el deporte desempeña un importante papel instrumental en tanto transmisor de valores como la solidaridad, la tolerancia, el espíritu de equipo y el juego limpio contribuyendo al desarrollo y realización personales de quienes lo practican y aquellos otros que, como meros espectadores, observan su práctica.

Sin embargo, la práctica deportiva y los valores positivos que impulsa y promueve se han visto enfrentados, principalmente en las últimas décadas, a nuevos retos y amenazas no sólo por fenómenos tales como la presión comercial que rodea al deporte, la corrupción, el blanqueo de capitales o el Page 337 dopaje, sino de manera muy especial por las manifestaciones violentas, también de xenofobia y racismo, que en torno a las actividades y espectáculos deportivos se generan550 mostrándose las denominadas reglas del juego limpio que rigen la competitividad deportiva insuficientes para suprimir los mecanismos inhibitorios de la agresividad del ser humano y de determinados grupos violentos551. Todo ello ha generado una gran preocupación -sobre todo a partir de la década de los 80 cuando una serie de sucesos trágicos marcan el punto máximo de tensión en Europa- y determinado que instituciones y poderes públicos adopten medidas de prevención, control y sanción de los comportamientos violentos, intolerantes y xenófobos en este ámbito.

En el marco internacional destacan las iniciativas adoptadas por las instituciones europeas para prevenir la violencia en los espectáculos deportivos552, en particular el Convenio Europeo sobre la violencia e irrupciones de espectadores con motivo de manifestaciones deportivas y especialmente de partidos de Fútbol del Consejo de Europa553. Al mismo tiempo, la Unión Europea ha tratado de fomentar la dimensión educativa del deporte dispensando una atención específica a la educación en el ámbito deportivo como forma de prevención de la violencia554 y, de forma particular, a la educación en va- Page 338 lores de los jóvenes en tanto sujetos que por su inacabado proceso de formación pueden ser más receptivos a la educación555. En relación con estos últimos, destaca la Declaración del Consejo sobre El valor social del deporte para la juventud556 que pone de relieve la función de las actividades deportivas para fomentar la cohesión social, la tolerancia y el respeto, así como su contribución a la lucha contra el racismo, la xenofobia, el sexismo y la discriminación en general.

En la misma línea de fomento de la dimensión educativa de las actividades deportivas se encuentra el Libro Blanco sobre el Deporte de la Comisión de las Comunidades Europeas557 al considerar que: "El deporte también ofrece atractivas posibilidades para el compromiso de los jóvenes y su participación en la sociedad, y puede tener un efecto beneficioso para ayudar a las personas a apartarse de la delincuencia". También el art. III.282 de la non nata Constitución Europea señala que: "La Unión contribuirá a fomentar los aspectos europeos del deporte, teniendo en cuenta sus características específicas, sus estructuras basadas en el voluntariado y su función social y educativa".

En el ámbito interno, las legislaciones nacionales integran normas para prevenir y tratar la violencia en el Deporte y en los espectáculos deportivos. En particular, España cuenta con una dilatada experiencia legislativa en la lucha contra este fenómeno558 que ha culminado con la reciente Ley 19/2007, de 11 de julio contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte cuyo art. 1.1 señala que "El objeto de la presente Ley es la determinación de un conjunto de medidas dirigidas a la erradicación de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte". Page 339

El Preámbulo de la Ley 19/2007 subraya, entre otros aspectos, que la violencia en el deporte es "un aprendizaje que se inicia en las categorías inferiores, incidiendo de manera directa en el proceso de educación infantil y juvenil", por eso se pretende "lograr que el deporte sea una escuela de vida y de tolerancia, especialmente en la infancia, la adolescencia y para los jóvenes, que eduque y no deforme".

En el terreno de la educación en valores y del aprendizaje, la Ley 19/2007 destaca también que "la potencialidad del deporte en su dimensión formativa es enorme: por su carácter lúdico y atractivo, pero también por su condición de experiencia vital, en las que sus practicantes se sienten protagonistas, al mismo tiempo que refuerzan sus relaciones interpersonales y ponen en juego afectos, sentimientos, emociones e identidades, con mucha más facilidad que en otras disciplinas"; por ello el deporte es considerado por este texto normativo como "una herramienta educativa particularmente útil para hacer frente a fenómenos inquietantes y amenazas comunitarias, como son el aumento de las conductas antisociales, la existencia de actitudes vandálicas y gamberrismo entre jóvenes; el incremento de actitudes y de comportamientos racistas y xenófobos; la marginación académica y el fracaso escolar; el consumo de drogas y alcohol; o el avance preocupante del sedentarismo y de la obesidad a edades cada vez más tempranas".

II Socialización y prevención de la violencia a través del deporte

Parece haber un gran consenso en torno a la dimensión educativa del deporte como factor que contribuye a una adecuada socialización entendida como el complejo proceso, que se prolonga a lo largo de la vida de las personas, donde se produce la transmisión de las pautas culturales vigentes en un determinado grupo (enculturación) y la interiorización singular que hace de ellas cada persona y que, llegando a formar parte de su personalidad, le capacitan para desenvolverse con eficiencia y soltura en el seno de la sociedad559 de forma que se mantiene el orden social establecido. Page 340

Desde una perspectiva más concreta e íntimamente ligada a la idea de socialización, el deporte puede considerarse como instrumento de prevención de conductas antisociales violentas -delictivas o no- que puede ayudar a controlar comportamientos desviados atendiendo a las situaciones complejas que propician la aparición de estos comportamientos.

1. Socialización a través del deporte

El proceso de socialización, esto es, de adaptación de una persona a la dinámica y valores de una sociedad determinada, se hace posible gracias a los denominados agentes sociales en tanto instituciones, grupos, asociaciones, organizaciones e individuos con capacidad para transmitir e imponer los valores culturales de una sociedad determinada siendo los más representativos: la familia, la escuela, el grupo de pares y los medios de comunicación de masas. Desde tal perspectiva es posible considerar al deporte como una agente social capaz de transmitir determinados valores. En este sentido se entiende por socialización a través del deporte el modo en que la cultura deportiva, una vez adquirida, facilita o proporciona a la persona que lo practica mecanismos y recursos para integrarse de modo eficaz y positivo en el seno de la sociedad560.

Existe un amplio consenso en reconocer la influencia del deporte en la socialización de las personas como una tendencia positiva que se añade a los demás factores de socialización561. La práctica de actividades deportivas posee un amplio potencial socializador en la medida en que favorece el aprendizaje del individuo y las reglas de la sociedad, refuerza la autoestima, el sentimiento de identidad y solidaridad562. No obstante, como todo instrumento, los resultados de la socialización dependerán de los fines con que se utilice y por quiénes se utilice. Así, del mismo modo que el deporte puede ser un instrumento Page 341 útil para transmitir valores de no violencia puede, en cambio, llegar a ser un contexto en el que se genere un clima de permisividad hacia la violencia.

En relación con la permisividad hacia la violencia, el Preámbulo de la Ley 19/1997 advierte que "distintos profesionales de la historia y de la sociología del deporte, que han estudiado la incidencia en él de comportamientos violentos de signo racista, xenófobo e intolerante, coinciden en la...

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