La vinculación del TDAH con el desarrollo de conductas antisociales y delictivas

AutorMarta María Aguilar Cárceles
Páginas321-405

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I Factores incidentes

Son diversas las investigaciones que han intentado dar una explicación completa de todas aquellas variables que influyen en el desarrollo del comportamiento humano, advirtiendo en todo caso que debiera de hablarse de una etiología multifactorial pero individualizada; esto es, atendiendo a las características personales de cada sujeto.

La literatura al respecto no cuestiona que sería la interacción del conjunto de los factores biopsicosociales los que demarcarían en el individuo su trayectoria futura; es decir, la controversia nature vs nurture a la que tantos años se ha pretendido dar respuesta se considera ahora, más que una dicotomía, una necesaria e inseparable vinculación a la hora de explicar el comportamiento, entendiendo cada una de las manifestaciones mediatizada por un innumerable conjunto factores. Se trataría por tanto de una dicotomía absurda o debate infructuoso en tal delimitación.

De Matteo y Marczyk plantean que si bien lo que pudiera entenderse por factor de riesgo dependería del contexto de aplicación, lo adecuado sería apostar por una amplia definición que pudiera abarcar tanto influencias internas o externas sobre la persona en cuestión, así como aquellas condiciones que pudieran quedar vinculadas o predecir consecuencias negativas en el futuro, como sería el caso de la delincuencia o comportamiento antisocial, siendo cada vez más los estudios que identifican los factores de protección y su papel en la delincuencia juvenil745.

En relación al tema que aquí se trata, quizá uno de los más urgentes en la literatura criminológica actual, advierte sobre la necesidad de conocer cuáles serían aquellos factores que, siendo controlables, pudieran predecir comportamientos disruptivos en años posteriores. Más concretamente, dicho afán de-

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biera extenderse no solo a la importancia de su determinación sino, en última instancia, a dos objetivos fundamentales: i) la puesta en práctica de medidas preventivas que permitan rebajar las tasas de delincuencia actuales; y ii) la delimitación de aquellos tratamientos más idóneos, de manera que los resultados a efectos de evitar reincidencias futuras fuesen más satisfactorios.

Conforme a ello, el postulado de partida debe ser que el comportamiento criminal sería el resultado de la compleja interacción de una gran diversidad de variables que, tanto endógenas como exógenas, condicionarían la manera de actuar del sujeto, tanto en sentido negativo o perjudicial (factores de riesgo), como en sentido positivo o prosocial mediante la supresión de aquéllas o contrarrestándolas (factores de protección), siendo precisamente aquel grupo de factores el que atañe a la carrera delictiva.

1. Factores de riesgo
1.1. Conceptualización

Es tal la importancia concedida a los factores de riesgo que el propio Manual Diagnóstico establece un apartado dedicado exclusivamente a los mismos746, constituyendo una constante cuando se aborda la temática de las variables delimitadoras de la trayectoria vital de sujeto. Ahora bien, respecto a tal afirmación, y concretando en el TDAH, habría que matizar los siguientes extremos: a) en ningún caso son causa suficiente para el desarrollo de tal patología; y b) que no siempre actuarán provocando las mismas consecuencias en distintos sujetos con TDAH, siendo las más severas las que peor pronóstico presentan o más relación guardarían con la violencia.

En el citado contexto, la necesidad de delimitar los factores de riesgo se asienta en la trascendencia de conocer qué posibles variables repercuten en mayor medida en la probabilidad de comisión de delitos en el futuro, entendiendo que tal identificación sería la clave en el establecimiento de las medidas de prevención adecuadas. Por su parte, esta propuesta podría llegar incluso a ser más ambiciosa, entendiendo no solo la diferente influencia en cada uno de los sujetos, sino que cada uno de los factores podría a su vez favorecer la comisión de unos delitos en mayor medida que otros. Con todo ello, la concreción de cuáles serían los factores de riesgo y el porqué de su identificación se consideraría imprescindible para la posterior instauración de los correspondientes controles y medidas de prevención, tratándose de una puesta en práctica que se haría efectiva no solo atendiendo a la existencia de diferencias individuales, sino también de desencadenantes externos al sujeto o factores extrínsecos.

En términos genéricos, según Farrington y Welsh, la delimitación conceptual de los factores de riesgo haría referencia a la capacidad de predicción de futuras ofensas en presencia durante la infancia de determinadas variables. Ahora bien, como indican, la comprensión de tal acepción se tiende a emplear de una ma-

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nera polarizada; esto es, de forma extrema. Continúan refiriendo que la mayo-ría de estudios realizados hasta la fecha se aplican a la valoración de los factores individuales, familiares, grupo de iguales, estatus socioeconómico747, así como del estado civil del sujeto o a la presencia o ausencia de empleo, habiendo prestado especial interés en los últimos años a las influencia de la comunidad y del propio vecindario. Se trata de un conjunto de factores que, medidos durante, la infancia y adolescencia señalan el riesgo de desarrollar determinadas conductas ilícitas en el futuro, más que la actual inclinación del propio sujeto748.

En este sentido, señalan que el mayor problema respondería a la difícil tarea de acotar cuáles son los factores que ciertamente marcan una relación directa o causal, y cuáles son aquellos otros que correlacionarían con determinados acontecimientos o situaciones vitales. En este sentido, entienden que la categoría de factor de riesgo sería atribuible a aquellas variables definidas por: i) asociarse a un resultado; ii) presentarse con anterioridad al mismo; y
iii) predecir un determinado resultado habiendo controlado posibles variables espúreas749. A todo ello, añaden la caracterización de dichos factores en cuanto a su establecimiento, persistencia, frecuencia, escalamiento o desistencia en relación al desarrollo de conductas antisociales en años posteriores. Del mismo modo, advierten sobre la posibilidad de relacionar un factor de riesgo con diversos resultados, y viceversa, entendiendo que la presencia de variables moderadoras pudiera alterar, o incluso establecer, diferentes dirección y grados de manifestación de los resultados previsibles para un mismo factor.

Unido a lo anterior, Loeber y Farrington ya referían en años anteriores algunas matizaciones respecto a la delimitación de los factores de riesgo a edades tempranas, indicando conforme a ello que750:

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  1. Tanto los factores de riesgo presentes en la infancia como en la adolescencia se encuentran situados en las diferencias individuales, familia, grupo de iguales, escuela, y la comunidad o vecindario donde los menores desarrollan sus vidas.

b) Es probable que aparezcan a edades tempranas, destacando como los más trascendentes tanto las características individuales (complicaciones al nacer, hiperactividad, búsqueda de sensaciones, temperamento difícil) como el contexto familiar (padres con comportamiento antisocial o delictivo, Abuso de sustancias en los progenitores, prácticas de crianza deficitarias, maternidad durante la adolescencia).

c) De manera aislada no explicarían la delincuencia, sino que sería su interacción y su influencia a edades tempranas lo que explicaría una mayor probabilidad de aparición posterior.

d) Los factores genéticos no pueden ser excluidos, pero cada vez la evidencia muestra en mayor medida la influencia del contexto en la aparición de las consecuencias a lo largo del tiempo.

e) Podrían encontrarse factores comunes a...

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