Los valores cooperativos
| Autor | Alejandro Martínez Charterina |
| Cargo del Autor | Catedrático de la Universidad de Deusto |
| Páginas | 79-93 |
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Como he considerado al comienzo del capítulo anterior la documentación oficial de la Alianza Cooperativa Internacional se ha centrado en los principios cooperativos constitutivos de la identidad cooperativa hasta llegar a la Declaración de Manchester en que la identidad la conforman los principios vinculados a los valores.
Esto no quiere decir, en modo alguno, que la Alianza desconociera la existencia de unos valores vinculados a los principios porque la doctrina se ha ocupado ampliamente del tema, y tiene un gran relieve e influencia126.
Pero lo cierto es que desde el Congreso de la Alianza Cooperativa Internacional de Moscú, en 1980, se ha planteado la cuestión de la identidad cooperativa y la revisión de los principios cooperativos a partir de la existencia de unos valores vinculados a ellos, lo que supone un cambio metodológico complementario y clarificador importante.
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La doctrina alimentó en un tiempo un debate acerca del sentido de los principios cooperativos. Georges Laserre reconocía coincidir con Georges Fauquet en que las reglas de Rochdale no son principios: “Por principios entiendo no las reglas fijadas por la costumbre cooperativa, sino los postulados morales de donde estas reglas se derivan”127. Por su parte Paul Lambert defendía el uso de la palabra principio “Soy de los que mantienen la palabra principio, por lo menos para las reglas completamente esenciales de nuestro movimiento (cooperativo)”128.
Para William Pascoe Watkins los principios de la Alianza Cooperativa Internacional “deberían probable-mente ser llamados con más propiedad reglas prácticas que… aseguran que una sociedad preservará su carácter cooperativo…”129. Se debe distinguir entre reglas y prácticas, por un lado, y principios, por otro: “Las reglas y prácticas … son los métodos mediante los cuales los principios se ponen en práctica. Están obligadas a variar conforme a los tiempos y circunstancias”130.
Arnold Bonner en sus clases “distinguía entre los verdaderos principios o valores, que eran los grandes objetivos del cooperativismo… y las políticas o decisiones para aplicar esas pautas a la realidad”131.
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Esta idea la había recogido de forma expresa en sus obras. “El reconocimiento de principios implica un objetivo o ideal del cual ellos se derivan, se trata de reglas que deben ser observadas si se pretende alcanzar el idea”132.
Del mismo modo “la cooperación debe tener… un ideal al que dirigir los esfuerzos”133, y “Para alcanzar estos ideales el Movimiento (cooperativo) debe seguir fielmente ciertos principios”134.
Y para Hans-H. Münkner “los principios son las ideas o las líneas directrices invariables que constituyen los trazos característicos esenciales de la cooperativa en tanto que forma de organización”, siendo necesario distinguir entre dos conceptos distintos:
— “Las ideas principales que constituyen el concepto fundamental de la acción cooperativa, independientemente del tiempo y las circunstancias…” y
— “los métodos prácticos de aplicación que han sido desarrollados por los cooperativistas, en un país dado, en un tiempo dado…”135.
Con independencia de los nombres utilizados, ¿son principios o son reglas?, se exterioriza la preocupación doctrinal que alrededor de los principios cooperativos establecidos por la Alianza Cooperativa Internacional diferencia dos partes perfectamente interrelacionadas, de las que una es permanente y la otra es susceptible de acomodación o variación.
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“En tiempo de grandes cambios lo más importante es no perder el rumbo. El del cooperativismo lo marcan los auténticos principios, los
Es en ellos “donde no puede haber concesiones de ninguna naturaleza, si es que no queremos dejar de ser lo que somos”
En cambio, “En cuanto a las pautas para la acción, los llamados principios… bien pueden ser objeto de reflexión e incluso de nuevos cambios… necesarios para poder realizar de una manera más cierta los ideales y valores…”136.
Como significaba Dante Cracogna en el tiempo previo al Congeso centenario de la Alianza, durante la preparación del mismo, “el surgimiento de los valores (con frecuencia considerados antes como virtudes) abre una nueva dimensión … al perfilarse como el elemento que confiere sentido a los objetos culturales y permite inteligirlos conociéndolos cabalmente mediante su comprensión…”137. Es necesario buscar la identidad de las cooperativas para poder situarse cabalmente en el mundo cambiante de fin del siglo XX, frente a la caída del socialismo real y el triunfo pretendido del capitalismo138.
Como hemos señalado previamente, en el capítulo 4, epígrafe 4.3, el camino oficial hacia la identidad cooperativa lo emprende la Alianza Cooperativa Internacional en el Congreso de Moscú de 1980 con el informe de Alex F. Laidlaw, “Las cooperativas en el año 2000”. La crisis de identidad que existía en 1980 se
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resolverá dotando de una identidad a las cooperativas en el Congreso de Manchester de 1995.
Recordaremos también cómo el Congreso de Hamburgo de 1984 vuelve sobre el tema a través de la actualización del informe Laidlaw que realiza Michael
P. Trunov en el informe “Las cooperativas y los problemas mundiales de nuestro tiempo”, y, sobre todo, a partir de la recomendación que realiza Ybon Daneau para buscar la verdadera naturaleza de las cooperativas.
Haciéndose eco de esa recomendación, el entonces Presidente de la Alianza Cooperativa Internacional, Lars Marcus, presentó el informe titulado “Cooperativas y valores básicos” al Congreso de Estocolmo, en 1988.
Identifica ocho categorías de valores que desempeñan “un papel importante en el desarrollo cooperativo ahora y en el futuro:
• Valores de autoayuda (actividad, creatividad, responsabilidad, independencia, “hágalo usted mismo”).
• Valores de ayuda mutua (cooperación, unidad, acción colectiva, solidaridad, paz).
• Valores de interés no lucrativos (conservación de los recursos, eliminación del beneficio como fuerza motriz, responsabilidad social, objetivos de utilidad, sin obtener ganancia del trabajo de otros).
• Valores democráticos (igualdad, participación, equidad).
• Valores de esfuerzo voluntario (compromiso, poder creativo, independencia, pluralismo).
• Valores universales (perspectivas globales, franqueza).
• Valores educativos (conocimiento, comprensión, perspicacia, etc.).
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• Valores útiles (beneficio para los miembros, etc.)”139.
Reconoce que se ha hablado frecuentemente de los principios, pero poco de los valores, siendo así que las cooperativas “de hecho comenzaron desde valores básicos”140. E identifica como valores básicos los cuatro siguientes:
• Participación.
• Democracia.
• Honradez.
• Preocupación por los demás.
Para Marcus la participación está vinculada a la idea de movimiento, la democracia es el sistema que llena de sentido a la participación, la honradez resulta necesaria frente a la complejidad organizativa con la que tienen que enfrentarse los socios, en ocasiones sin la preparación adecuada, y la preocupación por los demás como fundamento de la confianza necesaria para alcanzar los objetivos pretendidos.
Trata con su informe, y así lo declara, de provocar el interés y la participación para que se aborde el tema de los principios en el contexto de cambio real que se está viviendo y que se espera, en sintonía con los informes de...
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