Valores castrenses, educación y enseñanza militar a la luz de la Constitución

AutorLorenzo Cotino Hueso
Páginas631-699
Capítulo
sexto
Valores
castrenses,
educación
y
enseñanza
militar
a
la
luz
de
la
Constitución
aPara
que
el
ejecutivo
no
pueda
oprimir
es
necesario
que
los
ejércitos
que
se
le
confían
sean
pueblo
y
estén
animados
del
mismo
espíritu
que
el
pueblo»
(MONTESQUIEU,
El
Espíritu
de
¡'as
Leyes,
Cap.
VI)
aLas
hombres
que
viven
en
los
países
democráticos
no
tienen
por
naturaleza
espíritu
militar:
lo
adquieren
a
veces,
cuando,
a
su
pesar,
han
sido
arrastrados
a
los
campos
de
batalla;
pero
levantarse
en
masa
por
mismo
y
expcnerse
voluntaria-
mente
a
las
miserias
de
la
guerra,
y
sobre
todo
a
las
que
la
guerra
civil
supone,
es
un
partido por
el
que
no
se
inclina
el
hombre
de
las
democracias.»
(ALEXIS
DE
TOCQUEVILLE,
La
democracia
en
América,
Cap.
XXX)
1.
EL
«EspíRITU
MILITAR»
EN
EL
MODELO
CONSTITUCIONAL
DE
FUERZAS
ARMADAS
1.
La
necesaria atención constitucional
de
un
elemento esencial
de
la
Institución
militar:
los valores castrenses
Con
acierto
se
ha
dicho
((para
conocer
al
Ejército,
hay
que
penetrar
en
su
espi-
ritu))l
y,
como
se
verá,
para
adecuar
el
Ejército
al
modelo
de
FAS
que
la
Constitu-
ción
impone,
habrá
que
redefinir constitucionalmente
este
espíritu.
Si
no
se
aten-
diese
un
elemento
tan
relevante
en
la
Institución militar,
como
lo
es
el
conjunto
de
valores
que
imperan
en
su
seno
y
que
impregnan
todas
las
relaciones
que
ahí
se
dan,
se
obviaría
un
factor
esencial
de
los
Ejércitos.
A
la
vez
este
((espíritu
militan)
es
decisivo
no
sólo
puertas
para
dentro
de
los
cuarteles,
sino
que
en
bue-
na
medida
define
la
convergencia
civil-militar,
al
tiempo
de
ser
un
agente
que
determina
el
potencial intervencionismo político
de
los
Ejércitos.
Por
ello,
al
juris-
1.
JARNÉS
BERGUA,
ENRIQUE,
Ejército
y
Cultura,
(Premio
Ejército 1980).
Forja,
Madrid,198,
pág.
143.
631
Lorenzo
Cotino
Hueso
ta,
especialmente
al
jurista constitucional,
no
puede
pasar
inadvertida
la
aten-
ción
desde
el
punto
de
vista
jurídico
de
lo
que
es
tan
relevante
para
conformar
el
modelo
constitucional
de
FAS.
Desde
la
perspectiva
de
la
Sociología
y
los
parámetros
que
definen
un
formato
otipo
de
Ejército (institucional-ocupacional-plural)
la
intensidad
de
unos
valores
militares
propios
bien
distanciados
de
los
que
imperan
en
la
sociedad
es
un
rasgo
de
los
que
definen
un
modelo
institucional.
Por
el
contrario,
en
un
modelo
ocupa-
cional,
si
bien
siempre
se
da
una
carga
axiológica
en
la
profesión
castrense,
la
virtualidad
de
todo
este
conjunto
de
valores
es
mucho
menos
intensa
y,
en
espe-
cial,
sólo
cobran
importancia
los
valores
que
se
legitiman directamente
en
razón
de
ser
un
instrumento
adecuado
para
maximizar
la
eficacia
de
las
FAS
para
llevar
a
cabo
las
misiones
encomendadas.
En
punto a
los
valores
militares
es
donde
adquiere
mayor
relevancia
el
modelo
de
Ejércitos
plural definido ydefendido
por
Moskos,
aquél
consistente
en
la
existencia
dentro
de
unas
mismas
FAS
de
unida-
des
institucionales y
ocupacionales,
es
decir,
unidades
donde
se
cultivan
con
mucha
intensidad
unos
valores
militares institucionales yotras
donde
sólo
tienen
una
proyección
mínima
y,
prácticamente,
no
pasan
de
ser
casi
una
mera
formalidad.
Ahora
bien,
como
es
tesis
a
lo
largo
del
presente
estudio,
no
hay
que
dejarse
arrastrar
por
esta
perspectiva
sociológica,
sino
por
las
exigencias
del
Derecho
y
más
concretamente
de
la
norma
de
normas.
No
en
vano,
tal y
como
se
sostiene,
la
Constitución
impone
su
modelo
de
FAS,
cuya
descripción
concluye
con
el
presen-
te
capítulo. Y
precisamente
respecto
del
«(espíritu
militan>
la
proyección
de
los
contenidos constitucionales
es
fundamental, tal y
como
ahora
se
aprecia.
Una
vez
más,
la
materia
exige
ser
abordada
desde
la
perspectiva
jurídico-constitucio-
nal,
lejos
de
analizarse
únicamente
desde
un
punto
de
vista
sociológico.
De
un
lado,
como
especialmente
señala
Blondel
la
tenencia
de
una
escala
de
valores
diferentes a
la
del
resto
de
la
sociedad
se
configura
como
un
factor vincu-
lado
al
grado
de
intervencionismo político
de
las
FAS2.
Para
el
caso
español
Orte-
ga
y
Gasset
subrayó
la
importancia
de
este
elemento
para
que
las
FAS
«cayesen
sobre
la
nación
a
conquistarla»
en
el
primer tercio
del
siglo
XX3.
De
ahí
que
haya
2.
BLONDEL,
JEAN,
Introducción
al
estudio
comparotivo
de
los
gobiernos,
cit.,
pág.
470
quien
afirma
lo
interesante
que
resulta
apreciar
lila
medida
en
que
los
valores
de
los
milita-
res
pueden
ser
contradictorios
de
los
que
inspiran
aotros
sectores
de
las
sociedad:
cuando
ambos
tipos
de
valores
son
idénticos o
muy
parecidos,
es
poco
probable
que
sobrevengan
choques;
evidentemente también,
cuando
la
lIdistancia»
entre
unos
y
otros
es
grande,
las
probabilidades
de
una
falta
de
lIcomprensión»
que
lleve
a
un
cho-
que
son
igualmente
grandes.»
3.
lIEn
los
individuos
de
nuestro
Ejército
germinó
una
funesta
suspicacia
hacia
políticos,
intelectuales,
obreros
(la
lista
podía
seguir
y
aun
elevarse
mucho);
fermentó
en
el
grupo
armado
el
resentimiento y
la
antipatía
respecto
de
las
demás
clases
sociales,
y
632
El
modelo
constitucional
de
Fuerzas
Armadas
que
guardar
no
pocas
cautelas
a
la
hora
de
analizar
en
qué
medida
la
Constitu-
ción
excluye
que
la
Institución militar
se
erija
como
un
mundo
separado
en
el
que
se
cultiven
valores
profesionales
endogámicos
que
supongan
un
riesgo
para
el
propio
sistema
democrático.
De
otro
lado,
no
hay
que
olvidar
que
no
se
está
hablando
de
meras
formalidades
que
no
tengan
trascendencia
jurídico-práctica
alguna,
pues
toda
esta
serie
de
valores
castrenses
se
conforman
como
exigencias
jurídicas -deberes jurídicos del
militar-,
cuya
falta
puede
ser
reprobada
disciplinariamente.
A
la
vez,
es
menester
tener
en
cuenta
que
un
derecho
fundamental
básico,
la
libertad ideológica
del
servidor
de
armas,
puede
quedar
afectado
por
todo
este
conjunto
de
valores
militares.
De
ahí
que
en
la
medida
que
toda
esta
escala
de
valores
se
proyecte
restrictivamente
en
el
estatuto
de
derechos
ylibertades
del
militar
se
exige
indefectiblemente
su
aprehensión
constitucional.
Además,
hay
otro
aspecto
que
atrae también
la
atención jurídico-constitucio-
nal
sobre
toda
esta
materia:
el
militar
adquiere
todo
este
bagaje
axiológico a
lo
largo
de
toda
su
vida
castrense,
pero
especialmente
al
inicio
de
la
misma
en
razón
de
la
formación
que
se
recibe
en
el
marco
de
la
enseñanza
militar.
En
este
senti-
do,
la
Constitución
impone
exigencias
del
todo
relevantes
sobre
el
objeto
de
la
educación
y
la
forma
de
llevar a
cabo
la
enseñanza
y,
como
es
obvio,
también
sobre
la
educación
y
la
enseñanza
que
imparte
el
Estado
en
el
mundo
de
los
cuarteles.
Así
pues,
no
son
pocos
los
motivos
que
impulsan
y
exigen
la
atención
constitucional
de
los
valores
militares,
su
contenido,
su
adquisición y
su
proyec-
ción
jurídica.
A)
Valores
castrenses
yespíritu militar, elementos distintivos
de
las
Fuerzas
Armadas
y
la
profesión militar
Uno
de
los
caracteres
de
la
institución militar
es
su
tenencia
de
una
escala
de
valores
propia,
el
«espíritu
militar»4.
Ortega
y
Gasset
señalaba
que
las
FAS
uno
son
su
periferia
gremial
[los
africanistas]
se
fue
haciendo
cada
vez
más
hermética,
menos
porosa
al
ambiente
de
la
sociedad
circundante.
Entonces
comienza
el
Ejército
a
vivir
en
ideas.
propósitos,
sentimientos
del
fondo
de
mismo,
sin
recepción
y
canje
de
influencias
ambientes.
Se
fue
obliterando.
cerrando
sobre
su
propio
corazón,
dentro
del
cual
quedaban
en
cultivo
los
gérmenes
particularistas
[tras
los
sucesos
de
Marrue-
cos
y
bajo
estas
circunstancias]
¿No
era
inevitable
y
consecuencia
de
este
proceso
que
el
Ejército
cayese
sobre
la
nación
a
conquistarla?»
ORTEGA
y
GASSET,
JosÉ,
La
España
invertebrada.
Revista
de
Occidente,
Madrid,
1996,
págs.
56-57.
4.
Así
se
aprecia
en
el
mismo
título
de
su
trabajo
FERNÁNDEZ
SEGADO,
FRANCISCO,
«El
perfil
diferenciaL",
cito
633

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