Valoraciones finales

AutorAna Mª Pérez Vallejo - Fátima Pérez Ferrer
Páginas233-239

Page 233

Aunque en las últimas décadas se ha producido una mayor sensibilización y toma de conciencia de la importancia del acoso en el ámbito escolar, es cierto que la preocupación e interés por el tema se ha visto incrementada por la repercusión mediática que han tenido algunas situaciones graves y por las consecuencias tan devastadoras que éste puede producir, fundamentalmente con el reciente auge de la utilización de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs). Ninguna persona debe ser sometida a situaciones de hostigamiento, y en este sentido, la sociedad en general debe generar recursos efectivos y de aplicación inmediata para impedir estas conductas al margen de la legalidad.

Tras el análisis de los problemas de acoso en el ámbito educativo, -y en el que más nos interesa-, en el ámbito jurídico, se hace necesario determinar, ya en un principio, la responsabilidad de quien o quienes hayan podido incurrir en estas conductas.

Podemos afirmar que, lamentablemente, la relación de dominiosumisión que subyace en la violencia entre iguales no remite total-mente a pesar de una intervención eficaz. Sin embargo, también se sabe que si se trabaja para conseguir unos centros educativos en los que las acciones violentas no se consideren permisibles ni moralmente admisibles, disminuye de modo sustancial la incidencia de las agresiones, y la intensidad de los daños. La creación de un consenso moral sobre la importancia de la dignidad de las personas que confluyen en un centro escolar es el mejor antídoto contra una oleada de violencia dentro de las escuelas con todas las consecuencias negativas que esto puede originar.

Tal y como se ha puesto de manifiesto en estas páginas, la mejor forma de prevenirlos es la educación y la construcción de la convi-

Page 234

vencia; la mejor opción es la simultaneidad de diversas acciones y en niveles distintos; acciones que mejoran la organización escolar y que están dirigidas al desarrollo democrático y dialogado de la vida en el centro; el aumento de la participación de todos los agentes de la comunidad educativa; el establecimiento de canales ágiles de comunicación, el cumplimiento y respeto de las decisiones y normas, así como la búsqueda de la coherencia entre objetivos, procesos y resultados.

De forma paralela, las nuevas políticas y estrategias legislativas vienen referidas a la consideración del menor como ciudadano y titular de derechos y también de deberes, cuya trasgresión lleva aparejadas graves consecuencias; entre esos deberes en el ámbito escolar destacan, el respeto a los demás y la no violencia, con especial atención al deber de prevenir el acoso escolar y el ciberacoso, lo que entraría de lleno en el centro actual de la Política educativa. Sin embargo, es un hecho incontestable que cuando ciertos deberes se incorporan a las normas haciéndolos imperativos, es porque existe una quiebra evidente en su cumplimiento. En este sentido, una línea de actuación (formativa e informativa), puede ayudar a concienciar y persuadir a los menores (potenciales agresores) sobre la graves consecuencias de la adopción de estas conductas.

Tras estas consideraciones, se puede afirmar que las perspectivas de solución deben partir, en un primer estadio, de la prevención, debiendo implementarse en los centros medidas de prevención de la violencia escolar. Una vez detectada esta situación, un segundo estadio pasa por la adopción de distintas medidas también desde el propio ámbito educativo, que, en muchos casos, sin lugar a dudas, resultarían suficientes para poner freno al problema. El último estadio debe reservarse para casos muy graves e intensos o ya...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR