Antonio Vallejo Nagera (1889-1960) y la eugenesia en la España Franquista. Cuando la ciencia fue el argumento para la apropiación de la descendencia

AutorClaudio Francisco Capuano - Alberto J. Carli.
CargoMédico. Máster en Bioética y Derecho de la Universitat de Barcelona. Coordinador de la Cátedra Libre de Salud y Derechos Humanos de la Facultad de Medicina y Director del Centro de Documentacion Pedro de Sarasqueta de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. - Dr. en Medicina, Médico Cardiólogo Universitario, Magister Scientiae en Metodología...
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Introducción

A mediados del siglo XIX, luego de las teorías evolucionistas de Charles Darwin, Francis Galton1 propone el concepto de eugenesia2. Este será tomado por distintas escuelas que lo relacionan con teorías biológicas y sociales. Entre estas últimas, tiene influencia, las ideas de Jean Baptiste Lamark (1744-1829), cuyo marco teórico postula como axioma que los organismos son formas estáticas creadas por Dios y su evolución está determinada por su capacidad de adaptarse al medio ambiente; en este sentido, los cambios que ocurren en ese medio generarían nuevas necesidades en los organismos, y esas necesidades producirían una modificación que sería hereditaria para las nuevas generaciones.3

A comienzo del siglo XX, el movimiento eugenésico contaba con gran aceptación a nivel mundial. Profesores de diversas ciencias, y hasta un Premio Nobel4, crearon escuelas en diferentes universidades de varios países.5

En España, a principios del año 1900, toma fuerza el pensamiento eugenésico. Enrique Madrazo6 publica el libro Cultivo de la Especie Humana. Herencia y Educación (1904), donde propone la creación de un Centro para la Promoción de la Raza, cuya objetivo es frenar el "declive biológico sufrido por los españoles". A final de 1920 y comienzo de 1930, hubo un intento de institucionalización de la Eugenesia a través del médico, Gregorio Marañon7. En el gobierno de la Republica8también tenían fuerza estos pensamientos.

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La idea común a todas las escuelas vinculadas a la eugenesia era la de la construcción social, a través de la ciencia, de una categoría: la anormalidad, tratando de poner un límite, tal como lo describe Madrazo, al "declive de la raza" y proponer medidas para regenerarla. Este movimiento eugenésico atraviesa todas las fronteras ideológicas, incluyendo sectores tradicionalistas y católicos. La gran mayoría de estos, define el concepto de sociedad como un gran organismo, y propone políticas de Estado que evitarían la "degeneración de la raza", motivada, en gran medida, por el hacinamiento en las grandes urbes, con sus consecuentes problemas de salud y miseria. Concomitantemente, un grupo de intelectuales y hombres pertenecientes a la ciencia y vinculados al fascismo -entre ellos el médico Antonio Vallejo Nágera (1889-1960) desarrolla estas ideas. Luego del triunfo de la rebelión de Francisco Franco Bahamonde contra la República, el propósito de este grupo se focalizó en legitimar y ser garante del nuevo orden establecido, no solo ya categorizando e interviniendo en la "anormalidad", sino tratando de prevenir cualquier tipo de conductas "anormales" en los normales, para que el nuevo sujeto acepte sin crítica los "valores morales" del Franquismo. En este contexto, retoman y profundizan el concepto de "Hispanidad", acuñado por el Obispo Zacarías de Vizcarra9y desarrollado, entre otros, por el pensador Ramiro de Maeztu101112el cual se basa en la noción de raza cultural en lugar de raza biológica.

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La ciencia, la medicina, la eugenesia y el médico Antonio Vallejo Nágera

En esa época el mundo científico era atravesado en gran medida por una concepción racista de la ciencia13, y Antonio Vallejo Nágera no fue la excepción14. Este médico y comandante militar tuvo prestigio, poder institucional y ascendiente moral entre militares y médicos, entre ellos los psiquiatras fascistas15, a tal punto que fue elegido para prologar el Código de Deontología Médica de la época16. Asimismo, fue Jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares, y tuvo influencia y vínculos con la Escuela de Estudios Penitenciarios, dictando conferencias sobre eugenesia en los cursos de formación de funcionarios y médicos de esa institución.

A diferencia de las teorías biologicistas, Antonio Vallejo Nágera retoma un concepto que analiza lo eugenésico desde lo cultural: la Hispanidad. Desde aquí propone recuperar las características raciales del siglo XVII y las virtudes que hicieron del español un modelo de caballero, así como la preeminencia de un grupo social aristocrático y una forma de gobierno fundamentada por la disciplina militar bajo la religión católica. Un rasgo característico de este pensamiento, es el referente a la crítica que él hace sobre la igualdad humana, en el que el orden natural era la norma indiscutida, el dogma, la fe. La función y el lugar que le había tocado a cada individuo según su clase social o raza era la "normalidad"; cada sujeto debía luchar por su existencia, pero dentro del marco de las relaciones de producción capitalistas.17

Durante la guerra civil, Vallejo Nagera realizo investigaciones con presos políticos, a partir de las cuales publicó varios artículos en las revistas científicas más importantes de la época. Estas investigaciones se efectuaron en el Gabinete de Investigaciones Psicológicas, que se creó bajo su influencia el 23 de agosto de 1938, y cuyos objetivos fueron los de "investigar las raíces biopsíquicas del marxismo y hallar las relaciones que puedan existir entre las cualidades biopsíquicas del sujeto y el fanatismo político democrático-marxista."18 El fin era demostrar la inferioridad mental del disidente

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político. Para tales estudios, Vallejo Nágera utilizó prisioneros políticos: 297 brigadistas internacionales recluidos en San Pedro de Cardeña (Burgos) y 50 presas políticas recluidas en el penal de Málaga. Entre diciembre de 1938 y octubre de 1939, publico una serie de seis informes con los resultados obtenidos. La investigación que hizo con las prisioneras políticas19se tituló "Psiquismo del fanatismo marxista. Investigaciones psicológicas en marxistas femeninos delincuentes". El objetivo fue el de extraer conclusiones del estudio de la personalidad de las mujeres confinadas y condenadas a graves penas, como la ejecución (más de la mitad) o a reclusión perpetua..20

Ya desde el título, "marxistas femeninas delincuentes", existe una clara connotación ideológica; asimismo, explicita su visión sobre la mujer en la introducción, desarrollo y conclusiones del estudio como cuando plantea que: "no procede al estudio antropológico del sujeto y temperamento, que en el sexo femenino carece de finalidad, por la impureza de los contornos." Antonio Vallejo Nágera finalmente concluye que: - El 70 % de las presas tenían temperamentos degenerativos; el resto tenía un temperamento normal. Ninguna tenía una cultura superior y, según estos profesionales, el 46 % eran analfabetas, el 34 % tenía una cultura baja y el 16 %, media. En este sentido, no duda en señalar las condiciones ambientales que sirven para nutrir al marxismo y propone las bases para implementar políticas de Estado orientadas a restringir la adhesión a dicha ideología21.

Estas conclusiones, legitimadas con métodos científicos y con una matriz ideológica en las cuales pretende dar un marco ético a acciones que violan la dignidad del ser humano, tuvieron nefastas consecuencias para los prisioneros, las prisioneras y sus hijos. Asimismo, este trabajo sustentado sobre experiencias "científicas" permitió el desarrollo de los marcos doctrinarios y la construcción social del sujeto "nosotros". Ese diseño del "nosotros" posibilitó la implementación de un colectivo de identificación a partir de determinados mitos, como: la paz de Franco; el anticomunismo y antiliberalismo; el vencedor como el elegido por Dios y, por lo tanto, representante del bien; la imposición de un orden natural y moral, entre otros.

Antonio Vallejo Nágera desarrolló un discurso que aspiró a formar parte de las bases del Nacional Catolicismo Español22, en tal sentido, expresa:

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"Del espíritu colectivo que los fusiona en Dios, en la Patria y en el Caudillo. El nexo de unión colectivo de los españoles es espiritual: el pensamiento católico y filosófico hispano-romano elaborado durante los primeros siete siglos de Cristianismo."23

Esta raza hispana representaba la fusión de otras, pero la diferencia con los conceptos biologicistas de la época se daba en lo cultural, donde la "fusión" de estos troncos raciales los daba el...

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