El usufructo de acciones. Aspectos civiles, de J. Gil Rodríguez.

AutorJosé María Chico y Ortiz
Páginas249-251

    Gil Rodríguez, J.: El usufructo de acciones. Aspectos civiles. Editorial Revista de Derecho Privado, 1981.

Debo pedir disculpas al autor de este estudio monográfico por no haber dado salida a este comentario hace tiempo, pero miles, millones de palabras ordenadas en artículos han tenido la culpa. Yo estaba confeccionando un libro y había que intentar ponerlo al día, y ello llevaba tiempo que no dejaba hueco humoral para el comentario de otros. Con la bandera desplegada de mi justificación arremeto el comentario de esta publicación.

Para mí es nuevo el autor, pero viejo el tema. A mí me ha hecho siempre mucha impresión aquello que decimos los hipotecaristas de que inscrito el usufructo no hace falta decir más, pues ya la ley perfila, controlaPage 251 y aglutina las facultades y derechos que la figura conlleva. Quizá desde el punto de vista registral no sea preciso decir más -aunque la electrónica puesta al servicio de la rapidez permite un campo disparatado de extensión en la redacción de asientos-, pero es evidente que en esta modalidad de disfrute de acciones hay una complejidad de relaciones internas y externas -según dice el prologuista GarcIa Cantero- que nacen de esta modalidad de disfrute y que acaso ha podido motivar el escaso tratamiento recibido hasta ahora por la doctrina civilista.

Para mí, el usufructo -mezcla de uso y fruto- es figura que me ha llamado siempre la atención. No es figura dócil, permite construcciones diferentes, admite soluciones distintas y lleva a complicadas afirmaciones. El juego de la división de derechos, de propiedad gravada, de responsabilidad sucesoria, de titularidad, etc., suponen un cúmulo de interrogantes que exigen, como esas escaleras empinadas sin ascensor, reposar en el -descansillo-. Yo recuerdo de mis épocas de oposiciones cómo un antiguo opositor, en esa versión humorística de las figuras y las instituciones jurídicas, hacía alarde de ingenio y al presentar la -Revista teatral de Derecho- describía uno de sus números, que era el de las -usufructurarias- y las -foreras-, pero nunca pudo representarse porque la censura, que admitió que todas salieran vestidas de usufructurarias y foreras, no permitió a la primera vedette salir de -nuda propietaria-.

El estudio, tesis doctoral de su autor, ofrece una distribución de materias en nueve capítulos, pero por razones de simplificación, nosotros los vamos a reducir a seis, ya que uno de ellos, el referido a su contenido, tiene en la obra diversos...

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