“La torna de La Torna”. La sentencia del “Caso Boadella”

AutorBlanca Cortés
CargoCMS Albiñana & Suárez de Lezo

Un asunto, el de la autoría, en perpetua revisión. Si el clasicismo en el arte conocía durante siglos a la soledad del autor enfrentado al proceso creativo, el período de entreguerras abrió paso a las vanguardias de los grupos de artistas asociados alrededor de la idea de autoría compartida. Es el momento del nacimiento del pop, la revolución teatral, los colectivos politizados y los movimientos radicales. Muy interesante en este sentido es el proceso que ha enfrentado al genial Albert Boadella, por tantas razones conocido, pero sobre todo por tratarse de un intachable creador y dramaturgo, con sus antiguos colaboradores de “Els Joglars”, quienes le demandaron en reclamación de su pretendida condición de co-autores. Al respecto, la Sección 15 de la Audiencia Provincial de Barcelona ha dictado en fecha 28 de abril de 2008 una sentencia de gran repercusión en el campo de las artes escénicas y del derecho de autor en general, resolución que a buen seguro sentará jurisprudencia en futuros debates sobre la aportación del actor en la autoría de una obra teatral.

En 1977 la compañía de teatro “Els Joglars” estrenaba la obra de teatro “La Torna”, la cual versaba sobre el proceso y posterior ejecución en 1973 de un ciudadano polaco, de nombre Heinz Chez, quien fue condenado a muerte por el régimen franquista por el asesinato de un guardia civil. El condenado fue casualmente ajusticiado a garrote vil el mismo día que el anarquista Salvador Puig Antich, en un esfuerzo por parte de la dictadura de restar relevancia política a la ejecución de este último y de intentar identificar la violencia común con la violencia por motivos políticos. La obra presentaba al polaco, pues, como la "torna" - en catalán, la vuelta, lo que se añade a una mercancía cuando no llega exactamente al peso solicitado- de Puig Antich.

Tras cuarenta representaciones de la obra, la autoridad militar procedió a la detención y encarcelación de Boadella y demás miembros de “Els Joglars”, incoándose el correspondiente consejo por un delito de injurias a los Ejércitos que culminó en sentencia condenatoria contra varios miembros del grupo teatral. La víspera del consejo de guerra, Boadella, como buen hombre de teatro, disfrazado de médico, consiguió huir a Francia. Resultado: el símbolo de la máscara teatral con la boca tachada cruzó las fronteras y provocó toda una revolución solidaria.

El caso es que el 25 de junio de 2005, Albert Boadella estrenó un nuevo montaje de la obra titulado...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR