El término 'Operación arriesgada'

AutorEmilio Eiranova Encinas

Con el término "operación arriesgada" nos referimos a un elemento descriptivo. Desde la perspectiva del Derecho Penal esto plantea el problema de porqué debe darse una definición. En efecto, aunque ofrezcamos una definición con ella no señalamos ni las razones ni cuando un comportamiento es punible. No obstante, debemos saber el marco en el que se desenvuelve el ilícito para delimitarlo, y los agentes económicos tienen que saber para qué tipo de operaciones deben observar una extrema precaución. La seguridad jurídica exige que los elementos descriptivos del tipo se definan. La definición la acotaremos desde la Economía y el Derecho.

I. Ciencias económicas

En las ciencias económicas no se define el concepto de "operación arriesgada". Sin embargo, la teoría de la decisión se ocupa del término "riesgo". La comprensión actual del término "Riesgo" tiene su antecedente en la palabra latina "risicare", que significaba atreverse o transitar por un camino peligroso. En la Baja Edad Media el término toma una acepción de los peligros derivados del comercio marítimo y desde ahí se extiende su uso al resto de operaciones comerciales. Puesto que la información de cara al futuro es incompleta, y dado que todas las decisiones empresariales son futuribles, la administración está unida necesariamente al riesgo.

Desde antiguo se intenta controlar racionalmente los riesgos. En el estudio de los juegos de azar encontramos los primeros intentos para establecer fórmulas de control del riesgo. Un primer antecedente esta en el libro "Liber de Ludo Aleae" (Libro de juegos de azar) de Giorlamo Cardano (1500-1571). En esta obra la probabilidad se convierte en el instrumento con el que se intenta prevenir los riesgos. Galileo (1564.1642), en su opúsculo "Sopra le Scoperte dei Dadi", también seguiría este camino.

En el s. XVII el estudio de la probabilidad seguiría tres direcciones distintas: intuitiva (Chevalier), mediante aplicaciones geométricas (Pascal), y a través de desarrollos algebraicos (Fermat).

En 1730 se produce un avance muy considerable en el estudio del riesgo en la toma de decisiones, en este año Abraham de Moivre propuso la estructura de la distribución de la probabilidad normal (distribución en campana) y el concepto de desviación estándar. En 1738 Daniel Bernoulli definió un proceso para la toma de decisiones basado en probabilidades que dio lugar a la teoría de los juegos e investigación de operaciones.

En 1875 Francis Galton descubrió el concepto de "regresión a la media", por el cual se señala que, pese a las fluctuaciones de los precios por sobre valoración o infravaloración en un mercado, existe una fuerza natural que tiene de corregir las desviaciones al valor medio histórico.

El uso de una metodología empírica, la "lucha" por la objetividad y el control del riesgo han hecho de las definiciones causales una constante a lo largo de la historia. Su insuficiencia se ha intentado corregir a veces de forma extrema (acudiendo únicamente a criterios subjetivos). No obstante, es la combinación de criterios objetivos corregidos por otros de tipo subjetivo lo que permite conseguir mejores resultados en el control del riesgo. Brevemente veámos a continuación definiciones económicas de "riesgo" desde cada una de las tres posibilidades que hemos señalado.

1. Definiciones causales

A principios del siglo pasado, Knight se refiere al estado de las "informaciones" para ofrecer una definición. Distingue entre decisiones bajo condiciones de seguridad (garantizadas), de riesgo e inseguras. En el caso de decisiones garantizadas, la persona que ha de decidir dispone de la información completa concerniente a las consecuencias de cuantas alternativas de decisión pueda tener. Las decisiones arriesgadas son aquellas que, en relación con las consecuencias, dependen de probabilidades objetivas (estadísticas), o subjetivas, es decir, probabilidades basadas en la experiencia. Las decisiones inseguras son aquéllas en las que se carece de información y probabilidad alguna.

Todas las decisiones que pueden adoptarse se clasificarían así entre los polos de "garantía" e "inseguridad", siendo así las decisiones más infrecuentes las que se toman desde cualquiera de los dos polos, y las más frecuentes las de "riesgo". Esta teoría sirve de base formal a los modelos actuales de identificación y medición de riesgos1.

El problema de viabilidad de esta teoría está en que no contempla los elementos subjetivos de la decisión. Ante una misma situación, una persona optimista, con capacidad de decisión, consideraría las alternativas favorables como óptimas, y decidiría positivamente. En cambio, una persona pesimista...

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