La teoría de la justicia de Miguel Reale

AutorJavier García Medina
CargoUniversidad de Valladolid
Páginas338-363

Page 338

Dividiremos este trabajo, fundamentalmente, en dos partes: en la primera, se analizará el marco conceptual culturalista desde el que M. Reale 1 procede a construir su teoría de la justicia; y, en la segunda, se estudiará su propuesta para la ordenación justa de la vida social, con el objetivo de poner de relieve la virtualidad de su teoría a la hora de servir de criterio para valorar las instituciones sociales, entre ellas el derecho.

1. Introducción

La problemática filosófica de la justicia 2es simultáneamente, ontológica, gnoseológica y metafísica, lo que equivale a realizar tres interrogantes fundamentales: ¿qué es la justicia?; ¿cómo se puede conocer la justicia?; ¿cuál es su fundamento? La primera pregunta lleva implícitas otras consideraciones como: ¿qué tipo de realidad o ser es la justicia, si es que es o tiene ser?; ¿existe por sí o es una mera creación humana?; ¿es un valor, un principio, una idea o un ideal o es algo diferente?; ¿cabe fijar un criterio de justicia, puede ser la igualdad? La problemática gnoseológica de la justicia obliga a cuestionarse: ¿es la justicia cognoscible y, si lo es, cabe un conocimiento pleno e integral o se trata de un conocimiento incompleto condicionado espacio y temporalmente?; ¿qué tipo de conocimiento nos permite acceder a la justicia, el racional-deductivo o el emocional-intuitivo? La preocupación metafísica sobre la justicia busca determinar si vale por sí o tiene en sí su propio fundamento y si, en caso de no tenerlo, este fundamento puede ser antropológico, social, cósmico, metafísico o divino. La diversidad de respuestas que se han ido dando a todas estas cuestiones alumbran una variedad de teorías sobre la justicia 3Page 339 que de manera genérica y atendiendo a un punto de vista tipológico y no de sucesión cronológica o histórica, permiten distinguir entre las que afirman la realidad de la justicia como valor, principio, idea o ideal y aquellas otras que la entienden como mera convención o creación humana. La reflexión sobre la justicia en el pensamiento contemporáneo podría agruparse en cinco grandes corrientes: emotivistas, formalistas, teleológicas, deontológicas e historicistas 4. Dado que la preocupación sobre la justicia tiene como referencia las instituciones políticas y sociales que articulan la sociedad 5, cabe aludir también a esta cuestión adoptando una perspectiva liberal, republicana o comunitarista 6.

Anticipar que Reale consideraría a la justicia como un valor, su reflexión sobre la justicia encajaría en las doctrinas historicistas y se trata, según veremos, de una comprensión liberal de las estructuras políticas y sociales. Reale, conocido por su Teoría Tridimensional del Derecho 7, y que continuó perfilando hasta desembocar en lo que denominó, más tarde, «visión integral del derecho» 8, posee una extensa obra sobre Filosofía del Derecho, Filosofía, Política, Teoría del Estado, Derecho positivo, e incluso obras literarias y colaboraciones de diversa temática 9. Su intervención institucional más destacada en los últimos tiempos fue su participación en la elaboración del nuevo Código Civil brasileño de 2002. Sensible a las circunstancias sociales brasileñas nos ofrece una teoría de la justicia que ha de ser enmarcada y entendida dentro y a partir de la doctrina histórico-culturalista que preside todo su pensamiento. Desde esa perspectiva, considera que cada época histórica posee su propia experiencia sobre la justicia, su propio modo de adecuar en la práctica tal experiencia. Corresponde ahora encuadrar su teoría de la justicia dentro de los parámetros de su propio pensamiento. Page 340

2. Teoría de la justicia
2. 1 El culturalismo de M Reale

Los conceptos y presupuestos de su filosofía de la cultura 10los desarrolla en obras como: Filosofía do Direito, Verdade e conjetura, o homen e seus horizontes, Teoria tridimensional do direito, o Direito como experiência y, sobre todo, Experiência e cultura. A efectos de una comprensión adecuada de su teoría sobre la justicia aludiremos, Page 341 única y brevemente, a su teoría del conocimiento, a su teoría de los valores y, como corolario, a su teoría de la cultura.

A) Teoría del conocimiento

Toda teoría del conocimiento supone un estudio básico y previo de las condiciones transcendentales, subjetivas y objetivas, del acto de conocer, pero, a efectos de entender la teoría del conocimiento de Reale debemos agrupar las teorías del conocimiento en dos posturas principales: aquéllas que parten de «un análisis previo del fenómeno mismo del conocimiento» para fundamentar el conocimiento, es el caso de Husserl y Hartmann 11, aquéllas otras que niegan este análisis previo, por entenderlo carente de sentido, propio de las corrientes positivistas, más en concreto, neopositivistas.

La gnoseología de Reale se orienta hacia las primeras, pues el análisis del fundamento del conocimiento mismo es no sólo posible sino, además, necesario para «intentar encontrar un presupuesto que sea en sí suficiente para comprender cómo se procesa el acto cognoscitivo y cuáles son las condiciones que posibilitan su rigor o exactitud» 12. Lo expuesto lleva a plantear una pregunta primaria: ¿qué es conocer? La respuesta que Reale nos dé nos permitirá disipar cuál es su compresión última del conocimiento y de la propia realidad. Si partimos de la afirmación de que «todo acto de conocimiento es un fenómeno» que surge ante cualquier investigación que se efectúe sobre sí mismo, entonces «el análisis fenomenológico del acto de conocer, admirablemente llevado por Husserl y Hartmann, no sólo nos revela el carácter intencional de la conciencia y, por consiguiente, la correlación funcional sujeto-objeto, como condición de todo conocimiento, sino también, a mi modo de ver, la dialecticidad que le es inherente» 13.

Para Reale, en primer lugar, conocer significa conocer «algo», lo que revela la existencia de un polo de carácter subjetivo y otro de carácter objetivo; en segundo lugar, la conciencia subjetiva se define como intencional, tiende siempre hacia «algo» más allá de sí; y, por último, para poder conocer ha de haber correlación entre ambos elementos, a través de la denominada dialéctica de complementariedad. En ese sentido se entiende que denomine ontognoseológica a su teoría del conocimiento ya que pretende superar la gnoseología sin olvidarse de la ontología, pues para él ambas perspectivas son necesarias y complementarias. Tan importantes son las condiciones subjetivas del conocimiento como las objetivas. Por eso diferencia, como puntos de vista desde los que puede contemplarse el conocimiento humano: el plano transcendental que Page 342 «aborda las condiciones primordiales del conocimiento, de toda forma de saber posible, bien científico o bien filosófico. Esto es, las estructuras a priori que posibilitan el hecho o fenómeno del conocer» 14, preceden a la experiencia pero no están al margen de ella, y son transcendentales al ser universales, aplicables a cualquier conocimiento posible; el plano empírico-positivo, que busca las estructuras del pensamiento, y su propia validez, considerando las exigencias de lo empírico-positivo 15.

En definitiva, la ontognoseología se centra en la correlación entre pensamiento y realidad, entre sujeto cognoscente y aquéllo que se va a conocer, «que debe poseer necesariamente cierta determinación o consistencia embrionaria, cierta estructura objetiva virtual, sin la cual sería lógicamente imposible tal captación». En consecuencia, la misma conciencia posee dos tipos de condiciones transcendentales: condiciones de adaptación a «algo», o condiciones objetivas, y condiciones de referibilidad hacia algo, o condiciones subjetivas 16. Por otro lado, frente a las doce categorías kantianas del entendimiento que definen los diversos juicios que el sujeto puede elaborar cuando se enfrenta a un saber teorético, como la física o la matemática, modelos considerados por Kant al ser la física newtoniana su referente; Reale, por su parte, señala que el conocimiento no se reduce a lo teorético ya que puede tener intención práctica, estética, axiológica, etc. Así, las condiciones transcendentales del conocimiento pueden serlo también de carácter axiológico-valorativo propias de un modelo más amplio de conocimiento 17. Para poder abordar tal estudio, Reale señala que la ontognoseología ha de desdoblarse «en dos órdenes distintos de investigación: uno indaga las condiciones transcendentales del conocimiento pertinentes al sujeto que conoce (Gnoseología); otro indaga las condiciones de cognoscibilidad de algo, o con otras palabras, las condiciones según las cuales «algo» puede tornarse objeto de conocimiento (ontología18. Momentos presididos por la correlación dinámica que supone la dialéctica de complementariedad. En cualquier caso, nos ocupamos del pensamiento en sus conexiones originarias con lo real, pero cuando «investigamos las condiciones del conocimiento en los dominios de cada ciencia particular, es preferible denominar a este estudio Epistemología, que significa doctrina o ciencia de la ciencia» 19. El pensa- Page 343 miento se haya doblemente condicionado, por un lado, por presupuestos universales comunes a todas las órbitas de lo real y, por otro lado, por presupuestos transcendentales del conocimiento con referencia a cada rama particular del saber positivo. Dado que la Epistemología se orienta a diferentes regiones ónticas las condiciones transcendentales fijadas por la ontognoseología se adecuarán y concretarán en función de los diversos niveles de objetividad (objetos ideales: lógicos y matemáticos; objetos naturales (psíquicos y naturales); los valores...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR