Teoría de la acción situacional de las causas del crimen

AutorHeriberto Janosch González
Páginas23-42
CAPÍTULO 1
Teoría de la acción situacional de las causas
del crimen
De acuerdo a Wikström y sus colaboradores (2012), los criminólogos
necesitan desarrollar una serie de tareas para explicar las causas (mecanis-
mos) del crimen:
1. Definir explícitamente el objeto de estudio de la criminología, el
delito.
2. Especificar, a través de una teoría de la acción adecuada, qué es lo
que mueve a la gente a involucrarse en actos criminales.
3. Especificar cuáles son, y de qué manera funcionan interactuando,
los factores personales y ambientales que mueven a las personas a
cometer delitos.
4. Especificar las condiciones sociales amplias, y el desarrollo individual
(historias de vida), que actuarían como causas de las causas del cri-
men.
A partir de este esquema Wikström desarrolla la Teoría de la Acción Si-
tuacional de las Causas del Crimen, cuyos artículos fundacionales aparecen
entre 2004 y 2006 (Serrano Maíllo, 2017). La teoría intenta integrar, dentro
del marco de una teoría adecuada de la acción, los principales logros de las
formulaciones teóricas e investigaciones de la criminología, además de los
conocimientos teóricos y empíricos de las ciencias sociales y del comporta-
miento en general. Se conoce mucho sobre los correlatos del delito y el cri-
men, pero hay poco acuerdo sobre cuáles son sus causas, y de ahí la prolife-
ración de teorías. Fue en ese contexto que emergió la Teoría de la Acción
Situacional, en la necesidad de integrar visiones teóricas con evidencias
empíricas relevantes, dentro de un marco que pueda focalizar efectivamen-
te la investigación en los procesos causales del delito, y su interacción (Wi-
kström, 2006; Wikström y sus colaboradores, 2012; Wikström, Mann, y Har-
24
HERIBERTO JANOSCH GONZÁLEZ
die, 2018). Las teorías criminológicas actuales se hallan divididas entre
aquellas orientadas hacia la persona, y aquellas orientadas hacia el entorno,
y de acuerdo a Wikström y sus colaboradores (2012), se necesita una inte-
gración. Lo más importante es intentar capturar en la teoría la interacción
entre los procesos de las características personales de quien comete delitos,
y el rol del ambiente social. Resumiendo, esta teoría pretende explicar las
causas proximales y el mecanismo del crimen analizando dos niveles: el
micro o individual, y el macro o social (Bunge, 2006).
Enfoques orientados a la persona y al ambiente
Los enfoques orientados a la persona y al ambiente, tomados en su inte-
racción, podrían identificar importantes factores explicativos del delito, en-
tendido como acción, y de sus mecanismos. Si tomáramos ambos enfoques
por separado no podríamos explicar la emergencia de procesos causales,
que vinculan las diferencias personales en cuanto a la propensión al crimen,
por un lado, y las diferencias ambientales en cuanto a espacio y tiempo (set-
ting o escenario), por el otro; con un acto criminal (Janosch González, 2018;
incluido en el Anexo I). Sin embargo, como señala Pérez Fernández, en
muchos estudios psicológicos se ignora al ambiente, o si se lo considera, se
lo hace como si fuera una estructura estática e inmutable, que no hace con-
cesiones a los procesos de interacción entre la persona y el ambiente, «por
medio de los cuales se instiga, apoya y desarrolla la conducta de los participantes»
(Pérez Fernández, 2004). La Teoría de la Acción Situacional también recu-
rre a una teoría de la acción, lo que es poco habitual en las teorías crimino-
lógicas, y esto es un tanto sorprendente si se considera que los delitos son
actos. Cuando una teoría criminológica habla de la importancia de la elección,
generalmente se refiere ambiguamente al «interés propio», a la «búsqueda
de placer y evitación de dolor», a los «costes y beneficios», o a la «maximiza-
ción de las ganancias». Dos de las teorías criminológicas más importantes de
los últimos tiempos, la Teoría General del Crimen, también denominada
Teoría del Autocontrol, de Gottfredson y Hirschi (1990), y la Teoría de las
Actividades Rutinarias, de Cohen y Felson (1979), sugieren que el crimen
ocurre por la intersección de la gente con las oportunidades del ambiente,
pero ambas se centran específicamente en uno sólo de estos aspectos, me-
nospreciando al otro, y lo que es más crucial, despreciando el efecto de la
interacción de ambos (Wikström y sus colaboradores, 2012).
Por otro lado, no hay una definición de delito aceptada por todos en la
ciencia de la criminología, lo que torna complicado la comparación de di-
ferentes teorías que utilizan definiciones de delito diferentes. Wikström y
sus colaboradores (2012) proponen explicar los actos delictivos como proce-
sos (mecanismos) que producen acciones (y de aquí la importancia de una
teoría de la acción), y que violan reglas de conducta. Más precisamente
define al delito «como un acto que viola una regla de conducta moral defi-

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR