Sociedad de la información.
| Autor | José Justo Megías Quirós |
| Cargo | Profesor Titular de Filosofía del Derecho en la Universidad de Cádiz |
| Páginas | 33-86 |
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El desarrollo de Internet en el 2000 y expectativas para el 2001: de eEurope a Info XXI.
La verdad es que no nos ha ido del todo mal en la expansión de Internet a lo largo del último año: en nuestro país casi se duplica el número de internautas, comienza la tarifa ondulada generalizada, mejora la oferta de diversas modalidades de tarifa plana…
A mediados de año no eran buenas las expectativas. La comunidad internauta española no alcanzaba los cuatro millones y quedaba descolgada del resto de Europa1, con las excepciones de Irlanda, Portugal y Grecia. Los últimos seis meses del 2000 han supuesto un incremento que alcanza casi el millón y medio: unos siete millones de españoles están familiarizados con Internet, de los que 5,4 millones son usuarios habituales. Las razones de este incremento son varias, pero la llegada de la tarifa plana y la superación de los recelos a la conexión desde los hogares son, sin duda, las dos más importantes2.
El primer incremento fuerte se notó en la medición publicada en septiembre por el EGM, que estimaba en un 13,4% el porcentaje de mayores de 14 años con acceso a Internet, y en un 11,3% el de usuarios habituales. El dato era confirmado pocos días más tarde por otra medición de Nielsen/NetRatings, que situaba la tasa de crecimiento anual en el 50%. En diciembre se publicaron los datos de la última medición, correspondiente a noviembre, y entre ellos destacaba la subida en 2,4 puntos el porcentaje de españoles mayores de 14 años con acceso a la Red, lo que suponía un crecimiento del 94% con respecto al año 1999. Es cierto que aún estamos muy lejos del 59% de Suecia, del 40% de Holanda o del 27% y 24% de Austria y Alemania respectivamente, pero todo indica que estas distancias se irán recortando poco a poco.
Las barreras que habrá que ir superando son, en opinión de Miguel Pérez Subías, Presidente de la AUI, la mejora de infraestructuras, el desarrollo de la competencia efectiva, la formación, la información y la promoción.
En cuanto a infraestructura, no cabe duda que se están dando pasos notables, uno de ellos con la extensión de la red de fibra óptica. En los últimos tres años las empresas que implantan el cable –hasta ahora 7.500 kilómetros- han realizado una inversión que alcanza los 292.000 millones de pesetas, facilitando acceso a 250.000 usuarios, aunque a finales de noviembre se estimaba en dos millones el número de usuarios que podrían acceder a la Red a través de este tipo de conexión si lo desearan3. También se ha extendido notablemente la conexión a través de ADSL, aunque los problemas técnicos que han sufrido quienes optaron por este tipo ha dejado la cifra de usuarios en unos 42.500 también a finales de noviembre. Sin embargo, el abaratamiento de tarifas por la apertura del bucle local supondrá, sin duda alguna, que otros muchos internautas opten por este tipo de acceso. Por su parte, el alto precio de la conexión vía móvil hace que el resto de las conexiones se realicen a través de la telefonía básica, que continuará durante todo el año muy distanciada del resto de modalidades de acceso.
Las expectativas de inversión en el desarrollo de infraestructura son buenas, tanto en el sector público como en el privado. En éste último, nos encontramos con el intento de las eléctricas –en especial de Endesa- de desarrollar las comunicaciones a través de la red eléctrica. Supone una investigación paralela a la que ya se desarrolla en otros países y que facilitaría en gran medida el acceso de alta velocidad. En el sector público lo más destacado es el Proyecto SABA2, en el que participan varias Universidades, Telefónica I+D y otras entidades colaboradoras como Cisco España. En un intento de seguir la estela del Internet2 o Abilene de EE.UU, donde la última generación de fibra óptica y nuevos protocolos permiten navegar hasta mil veces más rápido, el Proyecto SABA2 trabaja sobre la banda ancha para hacerla asequible a la mayoría de los ciudadanos, ofrecer mayor seguridad, nuevos adelantos tecnológicos, etc. Estas investigaciones, iniciadas a principios del 2000, continuarán a lo largo del año 2001.
También habría que destacar la aprobación reciente en el Consejo de Ministros del Plan de Acción INFO XXI. Este plan, al que se destinarán 825.000 millones de pesetas en los próximos tres años, tiene como objetivos el impulso del sector de las tecnologías de la información y comunicaciones, el desarrollo de la Administración online y el acceso universal a la Sociedad de la Información. Entre los objetivos más específicos cabría destacar el equipamiento tecnológico y diseño de contenidos digitales en los centros educativos, a los que se destinarán unos trece mil millones de pesetas, y el desarrollo de Internet2, que contará con más de quince mil millones.
En cuanto a la competencia, otro factor que habrá que promover para que mejoren tanto los servicios como las ofertas, también se aprecia una mayor rivalidad entre los operadores que puede redundar en beneficio de los usuarios4. Durante el año 2000 hemos asistido no sólo a la implantación de la tarifa mal llamada plana, sino que también se han abierto otras posibilidades de conexión. La tarifa plana supuso, según datos de Telefónica, que el uso de la red se multiplicara por 20, estimándose el consumo medio en 15 horas mensuales por usuario; también advierte que el 70% de este consumo lo realiza un 20% del total de navegantes. El abaratamiento de los precios ha conllevado que comience a ser preferida la conexión desde el propio hogar, pasando a un segundo puesto el lugar de trabajo y al tercero el centro de estudios. La apertura definitiva del bucle local a bajo precio hará, sin duda, incrementarse la solicitud de accesos. También han comenzado a operar compañías, como Freedomland ITN, que ofrecen acceso a través de la televisión con un equipo de navegación STB (Set Top Box). Este sistema, que se sirve de un decodificador con módem de 56 Kbps que recibe y transmite todos los datos, permite un fácil manejo mediante un mando a distancia -que funciona como un ratón- y un teclado inalámbrico, incorporando la ranura para tarjeta electrónica (smart card) tan extendida entre los internautas japoneses y que actuaría como llave de entrada al portal5.
Lo que no hemos conseguido aún es superar el foso digital, de ahí la importancia de la formación, la información y la promoción. Los últimos datos sobre usuarios de la Red revelan que Internet puede contribuir a ensanchar las diferencias entre la población si no se adoptan medidas para evitarlo6. España no es diferente en este sentido a los demás países. En EE.UU casi la totalidad de la clase alta está conectada a la red (82%), mientras que en la clase baja, mucho más numerosa, sucede lo contrario: sólo un 26% accede a Internet7. En Europa estos números decrecen: mientras que el 51% de la clase alta se conecta a la red, entre la clase baja tan sólo lo hacen el 7%. En España la clase alta alcanza el 50%, mientras que la clase baja no llega al 4%; en cambio la clase media se ha incrementado notablemente, pues la media-media casi alcanza el 45% y la media-alta el 30%. El modo de evitar que continúe aumentando la brecha digital y conseguir una mayor igualdad de oportunidades, será la promoción entre los más desfavorecidos. En ello trabajan varias ONGs, como la Fundación Bip Bip, que dirige su actividad a recoger los Pc desfasados que desechan las empresas para reciclarlos y utilizarlos en centros donde forman a los más desfavorecidos con ánimo de que se puedan incorporar al mercado profesional. Pero con esto no basta y la OCDE reclama una acción coordinada entre los países más desarrollados.
También habrá que adoptar medidas promocionales desde el sector público; entre los datos que ofrecía Pro Active a finales de noviembre, figuraba que el bajo coste de la llamada en EE.UU. (en ocasiones gratuitas) y de los equipos informáticos era la razón de las diferencias con Europa, donde sólo el 27% de la población mayor de 15 años se conecta a Internet, mientras que en EE.UU. lo hace un 53%. Tanto las autoridades europeas como nacionales han dado los pasos pertinentes para el abaratamiento de costes de llamada, pero aún falta el de los equipos informáticos. Algunas Comunidades Autónomas, como es el caso de Andalucía, ya realizaron su promoción para toda la comunidad de estudiantes, universitarios y de enseñanzas medias, aunque han resultado poco atractivas. En el Senado se presentaron en el mes de septiembre dos proposiciones de ley para promocionar Internet. Una de ellas fue presentada por el Grupo Entesa Catalana de Progrés (PESP) y proponía la subvención del equipo entre un 30-50% y la gratuidad de conexión durante seis meses, lo que hubiera supuesto un coste total de unos 270.000 millones; la segunda proposición la presentó CiU, que se inclinaba por la subvención de la totalidad del IVA y tres meses de conexión gratuita, con un coste estimado en 32.000 millones. Las dos proposiciones fueron rechazadas8.
También se hace necesario elaborar un programa de acción para superar las dificultades del medio rural y de las Comunidades Autónomas con mayores dificultades. En cuanto a la primera cuestión, la Asociación de Internautas promueve desde hace meses la adopción de medidas para superar las dificultades con que se encuentran el medio millón de líneas de Telefonía Rural de Acceso Celular. El elevado coste que supone llevar acceso rápido y económico al campo hace pensar que será difícil iniciar las medidas necesarias sin contar con las subvenciones de la Unión Europea. Pero no sólo el campo encuentra dificultades de acceso rápido, sino que también pueden resultar afectadas por este problema algunas zonas urbanas, que podrían verse privadas del acceso por cable de alta velocidad. Sería el caso de Extremadura, Castilla-La Mancha, Ceuta y Melilla, donde sólo Telefónica cuenta con la licencia para prestar el servicio de cable al quedar desierto el concurso de operador alternativo. Telefónica se...
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