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Slow journalism: una apuesta actual por la ética de la comunicación

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Vincent
AutorJoan Carles Cánovas Miranda
Páginas332-344
— 332 —
SLOW JOURNALISM: UNA APUESTA ACTUAL POR
LA ÉTICA DE LA COMUNICACIÓN
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Ateneu Universitari Sant Pacià de Catalunya
1. Introducción. Elogio de la lentitud en tiempos dromóticos
Las grandes propuestas de sentido colectivo de la primera modernidad han dejado de ser creíbles
y de inspirar la acción de los escarmentados habitantes de la hipermodernidad. El ideal del progreso
continuo e imparable, encaminado a la emancipación universal del género humano, se difumina por
completo en el horizonte y la incertidumbre sobre el destino de la historia se ha instalado de forma
estable en el pensamiento contemporáneo.
Algunos filósofos pronosticaban, como Vattimo o Fukuyama hace varias décadas, el fin de la
idea de historia, modernamente entendida como el vector que señalaba un destino exitoso para toda
la humanidad. Otros, más drásticos aún, observan hoy que ha mudado la misma comprensión óntica
de la temporalidad. El tiempo cíclico de Oriente y el lineal de Occidente son sustituidos por una nue-
va percepción temporal de fisonomía «puntillista» (Bauman, 2008: 180). Un tiempo que no avanza
ni retorna, desintegrado en un cúmulo de instantes desconectados, un tiempo desorientado que sólo
dispone del éxtasis de presente.
Pero este despido de la historia no es vivido trágicamente. El tiempo colectivo va dejando paso,
sin dramatismos ni nostalgias del pasado -al menos, para una gran mayoría en Occidente-, al tiempo
individual que augura nuevas oportunidades para el yo. He aquí uno de los rasgos básicos de la hi-
permodernidad: la consumación del individualismo posmoderno (Lipovetsky, 2010). El viraje gene-
ralizado y exhaustivo de lo universal a lo particular, de lo social a lo privado es, sin duda, uno de los
factores más distintivos y definitorios de la sensibilidad actual. Como sostiene el pensador francés
Gilles Lipovetsky, nuestra cultura se caracteriza por un «psicomorfismo» que invade los múltiples
ámbitos de la realidad. Todo adquiere la forma del yo y se modula psicológicamente a la medida y
ritmo de los individuos. La decepción generalizada, provocada por la frustrante experiencia colectiva
de la modernidad durante el siglo pasado, ha hecho que las energías de los individuos se concentren
en la autorrealización personal. Una causa que hay que combinar con otro factor de naturaleza tecno-
lógica mucho más reciente: la generalización de la interacción social en red. Como observa Zygmunt
Bauman, a diferencia del grupo o de cualquier otra versión de ‘todo’ social, la red tiene un funciona-
miento y una adscripción marcadamente individuales. Las redes no tienen historia previa, nacen en el
transcurso de la misma interacción y se mantienen vivas gracias a los continuos actos comunicativos.
1 “Estas meditaciones que son fruto de mucha deliberación, quisieran ser comprendidas con lentitud para serlo
también con facilidad” Sören Kierkegaard.

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