El síndrome del dejado atrás

AutorJosé Julián Arias Garrido
CargoServicio de Cuidados Críticos y Urgencias Hospital del S.A.S de Jerez de la Frontera (Cádiz) jjarias55@ono.com
Páginas64-69

Page 64

Para los paleoantropólogos en el mundo anglosajón existe una causa de muerte que denominan «left behind» (dejado atrás). Aquel que no puede seguir la marcha de la horda por anciano, herido o enfermo simplemente queda atrás y fallece sin la protección y la ayuda del grupo. Hoy como ayer, del modo más flagrante, se padece este síndrome socio sanitario más que nunca. Por diversos impedimentos, que van desde los de índole puramente física (enfermedad, decrepitud) a los de índole psicológica (estrés, depresión), económica (paro, sin techo), catastrófica (víctimas de conflictos bélicos, catástrofes naturales) o -incluso- derivados del racismo, se desemboca en el abandono de los demás. La misma suerte que ayer corrieron sus antepasados, afronta hoy el inmigrante subsahariano en el desierto. Dejado atrás, vencido por el agotamiento, perece incapaz de seguir la marcha hacia el norte, hacia el mundo de los ricos, hacia la salvación. Es ese sentimiento, la compasión que nos mueve a prestar ayuda al que queda atrás, lo que nos hace más humanos, «fieramente humanos» que diría el poeta Blas de Otero en sus sonetos.

Ese impulso ético de «dar a cada uno lo suyo», de justicia, ha llevado a los legisladores a dictar leyes para paliar este síndrome mundial. El 8 de enero de 2002, fue sancionada en Estados Unidos la Ley Ningún Niño es Dejado Atrás (No Child Left Behind [NCLB]), que actualiza la Ley sobre Educación Primaria y Secundaria. La NCLB se hizo para garantizar que todos los niños-en especial los más necesitados-recibieran una educación de calidad. El reconocimiento de los derechos de las personas en situación de dependencia ha sido puesto de relieve por numerosos documentos y decisiones de organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, el Consejo de Europa y la Unión Europea. En España, la ley 41/2002 de Autonomía del Paciente1, en su Artículo 5.2, se ocupa del paciente incapaz garantizando y desarrollando sus derechos: ...«no sólo deben ser informados sus representantes legales, sino también el propio incapaz de modo adecuado a su nivel Page 65 de comprensión», y, en su Artículo 9.3, del menor: ...» el menor de doce o más años debe ser escuchado» y ...«los menores de dieciséis años cumplidos y los emancipados deben otorgar el consentimiento informado y no sus representantes legales (habitualmente, los padres)»... Más recientemente, la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, busca «atender las necesidades de aquellas personas que, por encontrarse en situación de especial vulnerabilidad, requieren apoyos para desarrollar las actividades esenciales de la vida diaria, alcanzar una mayor autonomía personal y poder ejercer plenamente sus derechos de ciudadanía».

En palabras del codirector del equipo de investigación del yacimiento paleoantropológico de la Sierra de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, en el acto del Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, recordando el canibalismo comprobado del Homo Antecesor hace 800.000 años y los ritos funerarios del Homo Heidelbergensis, hace medio millón. Pruebas por una parte de una humanidad en guerra y odio y por otra del amor a los congéneres. Dos sentimientos enfrentados a lo largo de la historia. Para Arsuaga, «la Cruz Roja nace de los más nobles sentimientos de la naturaleza humana y representa la auténtica evolución hacia una especie mejor en la que nadie enfermo, accidentado, anciano o discapacitado es dejado atrás por el grupo».

Nadie quiere ser dejado atrás en la marcha de la humanidad hacia alguna parte. Ese sentimiento de desvalimiento nos acompaña desde que nacemos, y el bebé indefenso con su llanto reclama compañía y cuidados, hasta el final de la vida cuando envejecidos requerimos protección y ayuda. Y en este contexto donde se mezclan sentimientos, humanidad, derechos y posibles soluciones a los problemas de los olvidados, el enfermo, más vulnerable que nadie, se manifiesta así:» Nadie que padezca mieloma ni ningún otro tipo de cáncer debería ser dejado atrás en la carrera por encontrar remedios» Manifiesto del Mieloma...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR