Efectos secundarios positivos del conflicto en torno al código Unix

AutorJoaquim Barberá
Cargo del AutorAbogado - e-Business Center PwC&IESE
Páginasbarbera@iese.edu

La expresión ¿efecto secundario¿ se acostumbra a relacionar siempre con un acontecimiento negativo. Sin embargo, la realidad nos demuestra que no siempre tiene que ser así. Un ejemplo muy claro es el del primer crecepelo autorizado por las principales administraciones sanitarias del mundo, un medicamento cuya indicación inicialmente registrada era el tratamiento de la hipertensión, pero que luego se supo que además provocaba la regeneración capilar de quien lo tomaba. En el sector de las TIC y de los fabricantes de software y hardware en particular, se ha podido observar recientemente otro efecto secundario positivo, en este caso a raíz de la campaña de acciones legales iniciada por la empresa SCO Group. Según ésta, parte del código Unix (sobre el cual ostentaría ciertos derechos de propiedad intelectual) habría sido incorporado y estaría siendo utilizado sin la debida autorización en el sistema Linux, el más conocido de los desarrollos del llamado software de código abierto.

Al poco de comenzar la mencionada campaña, Microsoft ¿el mayor fabricante de programas de ordenador del mundo que alrededor de las mismas fechas reconoció públicamente estar muy preocupado por el imparable incremento de usuarios de Linux en todo el mundo- suscribió un contrato de licencia con SCO Group y, simultáneamente, anunció cambios en su propio contrato estándar de licencia de software a empresas. Entre otros apartados de dicho contrato estándar, la compañía presidida por Bill Gates dio a entender que suprimiría la cláusula en la que se renunciaba (total o parcialmente, según...

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