Sectores cooperativos en México
| Autor | Claudia Robles Martínez - Martha E. Izquierdo Muciño |
| Cargo del Autor | Profesoras titulares de la Materia de Derecho Social y Constitucional, adscritas a la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México |
| Páginas | 61-76 |
Sectores cooperativos en México
Claudia Robles
/ Martha E. Izquierdo
Profesoras titulares de la Materia de Derecho Social y Constitucional,
adscritas a la Facultad de Derecho de la
Universidad Autónoma del Estado de México.
Sumario: 1. Introducción. 2. Los problemas del desempleo. 3. Definición de
cooperativismo. 4. Movimiento cooperativo. 5. Cooperativismo.
6. Movimiento cooperativo mexicano. 7. Cooperativas en la ac-
tualidad. 8. Bibliografía y fuentes.
1. INTRODUCCIÓN
En los países pobres la autogestión y la auto determinación económica son
totalmente compatibles con la democracia, razón por la que empiezan a con-
siderarse las empresas familiares y asociativas, precooperativas, cooperativas, el
auto empleo etc., a través de una dimensión social y política, como un proceso de
toma de conciencia de los actores sociales y como un proceso educativo que per-
mite el surgimiento de una entidad colectiva y la capacidad de organización.
De hecho el propósito de toda comunidad es lograr un bienestar para to-
dos sus integrantes; dado que es común, que en ocasiones se obtenga un bene-
ficio mayor en detrimento de otros, lo cual como consecuencia lógica ocasiona
una pugna entre diversos grupos.
En consecuencia la lucha de clases se da como consecuencia de las des-
igualdades entre grupos y solo puede evitarse mediante una mejor distribución
de la riqueza. La empresa cooperativa coadyuva a que se combata todo acto
especulativo y monopolístico en defensa de núcleos económicamente débiles.
El cooperativismo pretende también acercar a los hombres; y con esto
crear lazos de unión entre ellos, formar un espíritu de solidaridad basado en
la igualdad pretende también, que no exista distinción de credo; división entre
ricos y pobres; además, el cooperativismo pretende eliminar la existencia de
explotadores y explotados.
Con este sistema de producción económica como se le ha llamado al coo-
perativismo; se pretende realizar el bien común, terminar con cualquier tipo
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de injusticia inhumana; pues el verdadero establecimiento de una organiza-
ción cooperativa implica necesariamente mejorar las condiciones de vida de
los organizados.
Al cooperativismo se le ha definido como un sistema de organización ju-
rídica de la clase trabajadora con un fin social, así como un movimiento revo-
lucionario pero pacífico cuya estructura se adapta a todos los pueblos de vida
civilizada, por medio de la razón, la verdad y por sus resultados benéficos.
En consecuencia podemos sostener que el cooperativismo en nuestro país
ha estado durante mucho tiempo vinculado con la idea de cooperación en-
tre trabajadores y productores tanto obreros como campesinos, que tienden a
unirse para desarrollar actividades de beneficio común aportando su trabajo y
capital para constituir una organización de colaboración y de control de acti-
vidades productivas o de distribución y comercialización de bienes y servicios,
es por lo que el término cooperativista tiene una connotación tan amplia que
se puede utilizar no solo para identificar a los trabajadores asalariados; sino
también, a los servidores del estado, ejidatarios y cualquier grupo de individuos
organizados con la finalidad de establecer una cooperativa.
2. LOS PROBLEMAS DEL DESEMPLEO
A lo largo de la historia han sido muchas las organizaciones de hombres
que se han unido con fines comunes bajo los principios del cooperativismo;
muchas han logrado funcionar con éxito, otras se han quedado en un simple
intento; lo cierto que el contenido de éste derecho bien aplicado obtiene siem-
pre resultados exitosos, ya que de lo contrario no se lograran resolver los gran-
des problemas de desempleo y pobreza que existen en el mundo.
En efecto, en las conclusiones de la Cumbre Social de Copenhague se men-
cionó la pobreza, el desempleo y la integración social como los problemas más
graves que el mundo enfrenta a principios del tercer milenio.
En la memoria de 1999 se redacta la versión del Director General de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la Cumbre social de 1996
que el aquel entonces fuera el embajador de Chile ante Naciones Unidas, quien
afirma que: “Desde múltiples y muy diversas perspectivas se insistía en la vigen-
cia de dar una dimensión humana a la economía mundial”.
Por su parte el Papa Juan Pablo II ha hizo hincapié en la necesidad de de-
terminar quienes debían garantizar el bien público mundial y el ejercicio de los
derechos económicos y sociales, sosteniendo que: “El libre mercado no puede
hacer esto por si solo porque son muchas las necesidades humanas que no tie-
nen cabida en él”.1
Klaus Shwab organizador del Foro Mundial Económico de Davos (Suiza)
mencionó que: “Las fuerzas de los mercados financieros parecen haber enlo-
1 Roberto, Di Meglio, Por una humanización de la economía mundial ,OIT, Ginebra.Programa.
Copnet http://moderador.noticias@coopnetaldía.org/archivo/arch18.5htm/
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