Suárez Bilbao, Fernando, El origen de un Estado: Toledo 1480. Sanz y Torres S.L. ? sicania university press. Madrid ? Messina 2009, 498 págs. (Sara Granda)

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Muchos son los estudios dedicados a la historia de las cortes de castilla y león. el interés por esta institución que manifestaron en el pasado autores clásicos como Martínez Marina, clemencín o piskorsky, colmeiro o danvila, se ha venido prolongando hasta el presente como demuestran los relevantes trabajos sobre esta temática de escudero, suárez Fernández, pérez-prendes, de dios, clavero, ladero Quesada y carretero zamora, las importantes contribuciones de Villapalos, sánchez-arcilla, torres sanz y pino abad o, en fin, la nutrida nómina de aportaciones historiográficas de la que dieron pormenorizada cuenta García-Gallo y Valdeón Baruque. dedicados unos a periodos históricos dilatados, profundizando otros en momentos puntuales, o bien, encaminados a clarificar cuestiones controvertidas –el origen de estas asambleas, su naturaleza, el carácter de la representación ...–, todos ellos, desde ópticas diversas y heterogéneas, han contribuido al conocimiento de una institución cuya historia completa dista de estar acabada.
parece evidente que para entender el sentido pleno de un organismo como las cortes, estrechamente vinculado a los avatares políticos y económicos del reino, es tarea imprescindible reconstruir cada una de sus etapas históricas, profundizando en aquellas situaciones especiales o extraordinarias que justificaron su actuación. sólo de este modo podrán cubrirse lagunas e incluso ciertos enigmas que aún a día de hoy subsisten.

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Contribuir a este objetivo es el propósito del documentado ensayo del profesor suárez Bilbao, que ha centrado su investigación en uno de los momentos que la historiografía ha considerado más trascendentales del reinado de los reyes católicos: las cortes de toledo de 1480 y su plasmación jurídica, el ordenamiento de 28 de mayo del mismo año. la importancia de las medidas adoptadas en aquella asamblea, la reorganización de la justicia y de la hacienda para la configuración de un Estado, la jura del príncipe don Juan como sucesor, el acuerdo con la nobleza, la ruptura del orden político anterior... evidencian el protagonismo que se les ha dado como punto de inflexión en el tránsito a la «modernidad» en castilla, aunque, como señala el autor, no hayan sido valoradas de igual forma por todos los historiadores.
la elección del año 1480 como objeto de investigación no es fruto del azar, dado que fue la fecha en que se sentaron las bases de los grandes principios políticos que presidirían el reinado. razona suárez que, a partir de entonces, españa entra en el trance de convertirse en una comunidad integrada por personas de idéntica fe –se persigue a los herejes, se conquista Granada palmo a palmo, se expulsa a los judíos, se obliga a los moros a convertirse– y delimitada geográficamente por unas fronteras que, incluyendo navarra –cuyo protectorado anuncia su futura incorporación–, van desde los pirineos al estrecho de Gibraltar. un periodo, por tanto, crucial para la comprensión del devenir histórico de españa.
el libro que comentamos contribuye a aportar una visión revalorizadora del reinado de los reyes católicos, visión por otra parte cada vez más extendida, como muestran, entre otros, los trabajos de carretero zamora. Y el estudio de la evolución de las cortes de castilla en esta época se utiliza como cauce para conocer los importantes cambios institucionales que surgieron entonces e influirían durante un largo periodo histórico. unas cortes que asistieron a fenómenos trascendentales en el proceso de legitimación de la Monarquía, en el establecimiento de un nuevo marco fiscal y de una nueva clase política, así como en la creación de un nuevo marco institucional.
la estructura y competencias de las cortes castellanas se había ido transformando al socaire de las vicisitudes que afectaron a las instituciones político-administrativas a lo largo de la Baja edad Media, y concretamente en el siglo xv. se reflejan durante ese periodo, mejor que en ningún otro, las distintas tesis que se han mantenido acerca de la institución. Mientras autores como colmeiro, torres lópez o pérez-prendes, han considerado que las cortes castellanas fueron meras asambleas consultivas supeditadas al poder real, otros, como García de Valdeavellano, brindan una imagen de la asamblea castellana como órgano limitador y fiscalizador del poder regio, tanto en sus atribuciones jurídicas como en el desarrollo de los acontecimientos políticos. Y, entre ambos extremos, no han faltado posiciones intermedias, y así para escudero las cortes fueron a menudo asambleas cuya justificación radicó en legitimar las decisiones unilaterales del monarca, pero también en ocasiones, por fuerza de las circunstancias, fueron órganos que, con mayor o menor eficacia, limitaron o moderaron el absolutismo regio. es este último planteamiento el que se puso de...

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