DE DIOS, Salustiano, INFANTE, Javier y TORIJANO, Eugenia: 2004. El Derecho y los juristas en Salamanca (siglos XVI-XX). En Memoria de Francisco Tomás y Valiente

AutorMargarita Serna
Páginas750-757

DE DIOS, Salustiano, INFANTE, Javier y TORIJANO, Eugenia: 2004. El Derecho y los juristas en Salamanca (siglos XVI-XX). En Memoria de Francisco Tomás y Valiente, Salamanca, Ediciones Universidad, 2004, 715 pp.

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  1. En el otoño de 2004 algunos de los discípulos salmantinos de Francisco Tomás y Valiente organizaron en su recuerdo unas jornadas bajo el título «El Derecho y los juristas en Salamanca (siglos xvi-xx)». Encuentro en el que tiene su origen la presente publicación.

    La obra, dividida en tres partes, dedicadas respectivamente a la enseñanza del derecho en Salamanca, a los libros de derecho y a los juristas, a las que precede una semblanza de Tomás y Valiente preparada por Bartolomé Clavero, nos aproxima a variados aspectos de la vida jurídica de la ciudad de Salamanca desde el siglo xvi hasta prácticamente nuestros días. Acercamiento que se realiza desde distintas perspectivas porque, aunque entre los autores predominan los historiadores del derecho, hay también especialistas de otras disciplinas historiográficas, modernistas y contemporaneistas, hay un filósofo del derecho, compañero de Tomás y Valiente en su etapa salmantina, y archiveros y bibliotecarios.

    Los trabajos reunidos para la publicación reflejan acertadamente el contenido de las exposiciones de los ponentes de aquella reunión pero, lamentablemente, en la obra no ha quedado constancia de los debates suscitados con ocasión de algunas de las intervenciones. Probablemente los coordinadores de la obra no han podido actuar de otra manera porque recoger en el texto el contenido de las discusiones planteadas a partir de las conferencias habría implicado afrontar una tarea compleja que quizás no habría contado con la simpatía y el beneplácito de algunos de los intervinientes. Apreciación que, sin embargo, no impide deplorar que no hayan tenido su reflejo en la publicación. El interés y la profundidad de los debates, en particular de aquéllos en los que intervinieron los profesores Gregorio Monreal, Paz Alonso, Salustiano de Dios y José Luis Bermejo hubiera justificado su inclusión.

  2. La obra se inicia y se concluye con dos trabajos dedicados a la figura de Tomás y Valiente, ofreciéndose imágenes distintas, aunque complementarias, del jurista recordado.

    El retrato que interesa a Bartolomé Clavero en el artículo «Tomás y Valiente, jurista en tiempos de tribulación y transición» (pp. 15-39) es, fundamentalmente, el del Tomás y Valiente que desde la Historia del Derecho llega al Constitucionalismo. No se trata por tanto de una biografía al uso, ni siquiera de una biografía profesional. El autor no busca hacer el relato de la vida o de la producción científica del homenajeado, aspectos de sobra conocidos gracias a la edición de sus obras completas y de otras publicaciones, incluido un trabajo autobiográfico.

    Bartolomé Clavero, interesado, de igual modo que Tomás y Valiente, aunque con diferentes planteamientos, por los temas constitucionales, dedica la primera parte del artículo a preguntarse por las razones y los orígenes de la temprana sensibilidad que Tomás y Valiente mostró hacia el constitucionalismo o, mejor dicho, por lo que podría denominarse cultura constitucional. Preocupación que quedó reflejada en su obra historiográfica anterior a 1980 y que no podía dejar de sorprender, al menos en algunos ambientes, teniendo en cuenta que la última etapa constitucional española apenas se inicia en 1978; que en origen Tomás y Valiente ni era constitucionalista, ni siquiera jurista positivo, sino historiador del derecho, como él mismo se definió; y que la disciplina iushistórica en España no se mostró particularmente interesada por la realidad constitucional ni antes ni inmediatamente después de la recuperación de la democracia.

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    A continuación, la atención del autor se fija en el período 1980-1992, exponiendo cómo aquella cercanía que Tomás y Valiente había mostrado hacia principios, ideas y fundamentos de claro raigambre constitucional, le permitieron afrontar con éxito un doble reto tras su nombramiento como magistrado y, posteriormente también como presidente, del Tribunal Constitucional: participar en la puesta en marcha de la nueva institución y hacer arrancar su jurisprudencia. Tareas en las que, involucrado activamente, dejó su huella en la resolución de cuestiones de tanta trascendencia como son, entre otras, la del valor de la Constitución frente a la ley, la de los derechos personales o la de los intereses públicos.

    La última parte del artículo se centra en la etapa final, por desgracia breve, de la trayectoria intelectual de Tomás y Valiente. La que se inicia a partir de 1992, cuando, marcado decisivamente por la actividad desplegada en el Tribunal Constitucional, regresa a la Universidad no sólo como historiador del derecho o como historiador del constitucionalismo, sino también como constitucionalista. Momento en el que lejos de retomar alguno de los trabajos que había dejado inconclusos antes de acceder a la magistratura inicia una nueva línea de investigación preocupado por el modo de articular las libertades individuales y los poderes públicos a partir de la idea de la necesaria existencia del Estado como garante de la libertad humana.

    El segundo trabajo en torno a Tomás y Valiente, «Francisco Tomás y Valiente, profesor y compañero de la Universidad de Salamanca» (pp.705-715), firmado por José Delgado Pinto, sirve no sólo para cerrar la obra, sino también para finalizar la parte dedicada a los juristas de Salamanca. Circunstancia que explica que el Tomás y Valiente que se recuerde sea el Catedrático de Historia del Derecho que se incorpora a la Universidad de Salamanca en el curso 1964-1965 y que junto a otros profesores, como es el caso de Gloria Begué, Justino Duque, José Vida Soria, Pablo Beltrán de Heredia y Lorenzo Martín-Retortillo, hacen de la Facultad de Derecho salmantina una de las mejores del país, introduciendo novedades tanto en el campo de la docencia como en el de la investigación.

    Delgado Pinto hace memoria de cómo un Tomás y Valiente extrovertido, entusiasta, optimista invencible y convencido de la trascendencia social de la enseñanza en la Universidad se empeñó en mejorar, en todos los sentidos, la docencia de la Historia del Derecho. Cómo, seguro de la necesaria conexión entre docencia e investigación, continuó la labor iniciada por su antecesor en la cátedra, el profesor Martínez Gijón, dirigida a la formación de una buena biblioteca. Cómo introdujo novedades en la investigación iushistórica, fijando...

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