Silencio, se rueda: Matrimonio de conveniencia. El fenómeno de la inmigración y el problema de los denominados 'matrimonios de conveniencia' en España. Matrimonio de conveniencia (Green Card). 1990. Dir. Peter Weir

AutorOrtega Giménez, Alfonso - Cremades García, Purificación
Cargo del AutorAbogado y profesor -
Páginas107-120

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Ficha técnica:

· Género: Comedia / Romántica

· Nacionalidad: Australia / Francia / USA

· Director: Peter Weir

· Actores: Gérard Depardieu, Andie MacDowell, Bebe Neuwirth, Gregg Edelman, Robert Prosky, Ethan Phillips, Mary Louise Wilson, Lois Smith

· Productor: Peter Weir

· Guión: Peter Weir

· Fotografía: Geoffrey Simpson

· Música: Enya, Hans Zimmer

· Premios:

Año Resultado Galardón Festival Categoría Persona
1991 Nominada Oscar Academy Awards, USA Best Writing, Screenplay Written Directly for the Screen Peter Weir
1992 Nominada BAFTA Film Award British Academy Awards Best Original Screenplay Peter Weir
1991 Ganadora Golden Globe Golden Globes, USA Best Motion Picture - Comedy/Musical
1991 Ganadora Golden Globe Golden Globes, USA Best Performance by an Actor in a Motion Picture - Comedy/Musical Gérard Depardieu
1991 Nominada Golden Globe Golden Globes, USA Best Performance by an Actress in a Motion Picture -Comedy/Musical Andie MacDowell
1991 Nominada WGA Screen Award Writers Guild of America, USA Best Screenplay Written Directly for the Screen Peter Weir

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· Duración: 104 minutos.

Sinopsis:

Protagonizada por Gérard Depardieu (Cyrano de Bergerac, El Conde de Montecristo o Wanted), Andie MacDowell (Cuatro Bodas y un funeral, Sexo mentiras y cintas de video o Atrapado en el tiempo) y dirigida por Peter Weir (El Club de los Poetas Muertos, Único Testigo o El show de Truman (Una vida en directo)), esta comedia romántica nos muestra lo que puede ocurrir cuando dos perfectos extraños deciden dar el ¡Sí Quiero! George Faurè es un francés torpe y bonachón que quiere conseguir la tarjeta de residente americano para poder trabajar en Estados Unidos. Brontë, por su parte, es una mujer reservada que no puede habitar el apartamento que desea por no estar casada. Juntos deciden arreglar un matrimonio de conveniencia para poder conseguir sus respectivos propósitos; él seguir en Nueva York y ella quedarse a vivir en el piso que adora.

Autor:

Prof. Alfonso Ortega Giménez.- Licenciado en Derecho por la Universidad de Alicante, 2000. Máster en Comercio Internacional también por la Universidad de Alicante, 2001. Profesor Colaborador de Derecho Internacional Privado en la Universidad Miguel Hernández de Elche. Subdirector Académico del Máster en Comercio Internacional, organizado por la Universidad de Alicante.

Comentario:

Brontë (Andie McDowell) y George (Gérard Depardieu) se casan sin conocerse. Ella es una newyorkina que trabaja en proyectos medioambientales, decidiendo formalizar la boda para poder acceder a un apartamento que goza de invernadero -que solo se alquila a casados-. Por su parte, George es un bohemio inmigrante francés, que, varios meses después de su boda se reencontrará casualmente con su "esposa". La llegada de los inspectores del Departamento de inmigración estadounidense llevará al forzoso reencuentro de ambos para poder sortear sus respectivos interrogatorios. Esta artificiosa convivencia permitirá descubrir en la

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cuadriculada joven la sensibilidad y vitalidad de George, mientras que éste verá en ella la posibilidad de acceder a un modo de vida más codificado.

Éste es el argumento de esta simpática comedia de enredos legales y matrimonios por conveniencia. Caracterizada por la magnífica labor de su reparto -en el que destacan sus protagonistas, pero a los que hay que hacer extensivos la definición que le proporcionan sus intérpretes y personajes secundarios-, lo cierto es que esta película permite disfrutar de momentos y secuencias francamente divertidas. Entre ellas cabría señalar todas las incidencias que protagoniza la anciana y chismosa vecina -genial el instante en el que Brontë no la deja entrar en el ascensor, para que no delate la situación a su mejor amiga- pero, sobre todo, el irresistible timming que adquiere la larga secuencia de la fiesta de los padres de la amiga de la protagonista. La cita está protagonizada por adineradas snobs, entre las que George entrará como un elefante en una cacharrería. Se le invitará a que interprete una pieza a piano -él es compositor-, alucinando a todas ellas con una composición modernista, aunque luego las conmueva con una pieza más clásica, acompañada con versos.

Tan honesta en sus planteamientos y desarrollo, como insuficiente a la hora de plasmar el drama de tantas personas que han vivido en carne propia estas situaciones, lo cierto es que el guión acierta en lo más complicado que es la elaboración de los personajes y el retrato de situaciones verosímiles; y, sin embargo, falla en lo más simple que es rematar escenas muy bien rodadas y complejas como la última de la entrevista, provocando en el espectador que parezca cierta desilusión, cuando George falla en el examen, se descubre su artimaña, por lo que debe ser expulsado del país.

La película nos ayuda a reflexionar, hoy día, acerca de un fenómeno muy común en los países sometidos a fuerte inmigración, y que comienza a tener bastante importancia en España, -que ha pasado de ser un país de emigración al extranjero, a ser un país receptor de ciudadanos que llegan de otros países para vivir aquí-: el problema de los denominados "matrimonios de conveniencia". Mediante este tipo de enlaces, no se busca en realidad contraer matrimonio entre un nacional y un extranjero, asumir los derechos y las obligaciones que derivan del matrimonio, fundar una familia basada en el matrimonio, sino que se pretende, bajo el ropaje de esta institución y, generalmente previo precio, que un extranjero se aproveche de las ventajas del matrimonio a los efectos de regularizar su estancia en el país o de obtener de forma más fácil la nacionalidad del que aparecerá formalmente como su cónyuge.

Como señalan CALVO CARAVACA y CARRASCOSA GONZÁLEZ, "el verdadero objetivo de estos "matrimonios" es obtener determinados "beneficios" en materia de nacionalidad y extranjería (=adquisición veloz y

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privilegiada de la nacionalidad española, obtención de un permiso de residencia en España, reagrupamiento familiar, etc.)". En este sentido, los jueces creen que mediante tales enlaces no se busca en realidad contraer matrimonio entre un nacional y un extranjero, sino que se pretende y, generalmente previo precio, que un extranjero se aproveche de las ventajas de la apariencia matrimonial para facilitar la entrada o regulación en territorio nacional u obtener con facilidad la nacionalidad del contrayente.

Así, p. ej., cada año, con el fresón, llega al campo onubense la revolución de las pieles blancas. Más de 20.000 mujeres de Polonia, Bulgaria y Rumanía responden a la llamada de la agricultura de primor que pide manos femeninas e inunda de cuerpos níveos, desinhibidos bajos los túneles ardientes de plástico, su vida provinciana. "Flores de otro mundo" que de marzo a abril se dejan el espinazo y, muchas, también la soltería. Aquí, más del 30 por ciento de los matrimonios son entre españoles y extranjeras. Ellas ganan marido y papeles y no vuelven a pisar el campo. Ellos, dicen, obtienen el bien impagable del amor. ¿Matrimonios de conveniencia?, ¿y quién lo dice?, ¿quién en España se casa "por inconveniencia?".

El crecimiento de los denominados "matrimonios de conveniencia" -aunque CALVO CARAVACA y CARRASCOSA GONZÁLEZ prefieran hablar de "matrimonios de complacencia" o de "matrimonios blancos", como hace la doctrina francesa, ya que "con ello se indica no que el matrimonio se ha celebrado por conveniencia", sino que estos matrimonios son, realmente, "matrimonios simulados"- llevó a la Dirección General de los Registros y del Notariado (en lo sucesivo, DGRN) ha dictar una Instrucción, de 9 de enero de 1995, sobre el Expediente Previo al Matrimonio cuando uno de los contrayentes está domiciliado en el Extranjero (BOE núm. 21, de 25 de enero de 1995). Con esta Instrucción, el instructor del expediente practica un interrogatorio por separado, y de modo reservado, para cerciorarse de la verdadera intención matrimonial o, en su caso, para descubrir posibles fraudes. Es, en sí, un medio de control preventivo, pero que no permite erradicar todo matrimonio de conveniencia.

Ahora bien, si queremos dar un concepto de "matrimonio de conveniencia", debemos esperar un par de años, a que el Consejo de la Unión Europea, en 1997, se ocupara de este fenómeno, mediante la Resolución del Consejo, de 4 de diciembre de 1997, sobre las medidas que...

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