Rudolf von JHERING, Sobre el nacimiento del sentimiento jurídico, ed. de Federico Fernández-Crehuet, Trotta, Madrid, 2008, 69 pp.
| Autor | Luis Lloredo Alix |
| Cargo | Universidad Carlos III de Madrid |
| Páginas | 285-294 |
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Sobre el nacimiento del sentimiento jurídico es una pequeña conferencia que el jurista y filósofo Rudolph von Jhering pronunció en el año 1884 en la Sociedad Jurídica de Viena. La traducción española del texto, que por fin ve la luz en esta cuidada edición de la editorial Trotta, constituye una excelente noticia para la comunidad científica de los filósofos e historiadores del Derecho. Es verdad que se trata de un escrito menor del jurista alemán, pero reviste un interés extraordinario para entender la deriva filosófica y sociológica que caracteriza al último período de su obra. En este sentido, no debe olvidarse que también una de sus obras más imperecederas y valoradas a lo largo de la historia, La lucha por el Derecho, fue originalmente una conferencia. Claro es que resulta descabellado parangonar en profundidad e importancia a esta última obra con la que en esta ocasión nos ocupa, pero sirva como apunte para relativizar la nomenclatura de "escrito menor", que a veces se atribuye con demasiada facilidad y ligereza en el ámbito académico.
Jacques Derrida preconizaba y privilegiaba la investigación de los autores a través de lo que llamaba sus "escritos marginales", esas pequeñas obras que no suelen formar parte del corpus académico en sentido estricto, pero que con frecuencia nos revelan aspectos insospechados de los autores y constituyen, en suma, documentos valiosísimos para comprender mejor su vida y obra1. En el ca-
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so presente, no se trata tanto de un escrito "marginal" en el sentido más preciso del término, pues no estamos ante un documento que nos revele aspectos biográficos de Jhering, como podría ser el caso de la correspondencia o de los diarios. Pero sí se trata de un escrito "marginal" en el sentido lato, pues se encuentra fuera del núcleo duro de las obras del jurista alemán, es decir, en los márgenes de aquellas obras que normalmente consideramos caracterizadoras de su sistema. Ante semejante tipo de trabajos, al investigador o historiador de las ideas se le ofrecen dos posibles alternativas: o bien se consideran como divertimentos, pequeños ejercicios de diletantismo que merecen ser relegados a un segundo nivel de importancia y descartados como materia de estudio; o bien, adoptando la invitación que nos hacía Derrida, se intentan leer e interpretar cual escritos de pleno derecho, tratando de entender su significado, sus motivaciones y sus potencialidades teóricas. Tras dicho ejercicio de interpretación, puede resultar que la obra se encuadre a la perfección en el sistema de referencia, pero también puede suceder lo contrario, que se revele como un escrito poco maleable, resistente a la conceptualización y, por tanto, estructuralmente marginal respecto al conjunto de la obra de su autor.
En el caso que nos ocupa, me parece que podemos encontrarnos en el primero de estos casos. Sobre el nacimiento del sentimiento jurídico nos ilustra, en efecto, sobre una de las facetas más prominentes del segundo período de Jhering: su interés por las cuestiones sociológicas y antropológicas, materias en las que penetró de forma un tanto iniciática y a las que concedió muchísima importancia en esta etapa. No resulta, por lo tanto, un escrito tan extraño como para encontrarse fuera del sistema. De hecho, junto con el segundo volumen de El fin en el Derecho, la Prehistoria de los indoeuropeos y algunos otros escritos bastante desconocidos -sobre la moda, la función social de la propina, los hábitos gastronómicos, etc.- constituye un valioso testimonio de sus intereses tardíos por la sociología2. Desde un punto de vista histórico, además, este escrito reviste especial importancia, porque en sus páginas ya puede palparse con claridad el calado de las ideas positivistas, que habían impregnado por completo el paradigma científico de las ciencias sociales de la época y que en Jhering se presentan de forma especialmente relevante: incluso el estudio del Derecho debe trascender los estrechos límites de la ley,
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para sumergirse en sus dimensiones subyacentes, en los usos, las costumbres, los intereses y los fines que se encubren bajo el ropaje de la legalidad. Positivismo, pues, no en el sentido estricto de positivismo jurídico, sino filosófico y científico en sentido amplio, que en este caso se traduce en una "sociologización" del pensamiento sobre el Derecho.
Por todo lo dicho, esta traducción debe saludarse como un importante acontecimiento editorial, que atañe específicamente a los juristas, pero que ofrece lecturas de diversa índole, interesantes también para todos aquellos que se dediquen a la historia de las ideas de las ciencias sociales. Sociólogos, politólogos, filósofos, psicólogos o economistas que se encuentren interesados y comprometidos con la historia de sus respectivas disciplinas, podrán encontrar aquí un precioso testimonio de una época apasionante que ha terminado marcando en profundidad la cosmovisión científica occidental: la época del positivismo, una corriente de ideas que, antes que teoría, constituye un paradigma epistemológico en el que aún nos hallamos parcialmente sumergidos. El lector podrá apreciar que Jhering, aunque no siempre de forma explícita, maneja un acervo de influencias amplísimo, en el que confluyen autores e ideas provenientes de cada una de las disciplinas citadas, pues todas ellas se hallaban imbricadas de forma particularmente armónica, sin que fuera posible una delimitación rígida de los diferentes campos. Ello condujo, antes de la definitiva institucionalización de las diversas especialidades, a una riqueza de pensamiento que en buena medida se ha perdido para las ciencias sociales, pero que debemos volver a reivindicar: no de otra manera puede alcanzarse, a mi modo de ver, una comprensión medianamente fructífera de los fenómenos humanos; y sin ello, difícilmente podrá lograrse la revitalización y dignificación de nuestras ya algo maltrechas disciplinas.
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