Los riesgos sanitarios que pueden afectar a la Paz y Seguridad internacionales

AutorAna Cristina Gallego Hernández
Páginas113-130
Capítulo cuarto
Los riesgos sanitarios
que pueden afectar
a la Paz y Seguridad internacionales
I. EPIDEMIAS Y PANDEMIAS
En múltiples ocasiones se utilizan indistintamente los conceptos de
epidemia y pandemia en referencia a situaciones diferentes, aunque vin-
culadas. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española 326,
epidemia consiste en la “enfermedad que se propaga durante algún tiem-
po por un país, acometiendo simultáneamente a gran número de per-
sonas”, es decir, aquella alteración de la salud que se extiende de ma-
nera indistinta por un territorio nacional y, en concreto, afectando a un
elevado número de personas. Mientras que pandemia es la “enfermedad
epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los
individuos de una localidad o región”. Esto es, cuando la epidemia se
extiende afectando a la mayoría de un territorio delimitado o se conta-
gia internacionalmente. Por lo tanto, la diferencia básica, entre ambas,
radica en el nivel de la propagación geográfica de la enfermedad y en el
grado de gravedad de dichas consecuencias 327. Siendo dichas enfermeda-
des –de acuerdo con la distinción binaria realizada por la OMS sobre en-
fermedades transmisibles 328 o no transmisibles 329– aquellas susceptibles
326 Consulta realizada el 8 de noviembre de 2016 en: http://dle.rae.es/?w=diccionario
327 “When clusters of cases are seen this is called an epidemic. This term can cover a
handful of cases or population-wide outbreaks. When the disease spreads across the world
this is called a pandemic”. FITZSIMONS, D.W. and WHITESIDE, A.W., “Conflict, war and
public health”, Research Institute for the Study of Conflict and Terrorism, 1994, London, p. 14.
328 Por ejemplo, cólera, disentería, peste, tifoidea, tifus, infección del aparato respi-
ratorio, sarampión, tuberculosis, enfermedad neumológica, malaria, sida, dengue, hepa-
titis, lombrices intestinales, meningitis, infecciones cutáneas, infecciones oculares y fiebre
amarilla. Para conocer brevemente los principales riesgos y amenazas que conllevan estas
enfermedades véase: FITZSIMONS, D.W. and WHITESIDE, A.W., op. cit., pp. 16-20.
329 “— Enfermedad transmisible: (…) infección del VIH/sida, la tuberculosis, el palu-
dismo, enfermedades tropicales desatendidas [, etc.].
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de propagación, independientemente de si el origen es por causas de in-
gestión, inhalación, inoculación o por contacto próximo (especialmente
mediante contacto sexual) 330 del factor contaminante.
Los motivos por los que una epidemia alcanza relevancia para la co-
munidad internacional institucionalizada, como no puede ser de otro
modo, son especificados por la OMS. Concretamente esta ha determina-
do que “las epidemias pasan a ser acontecimientos de carácter urgente
de importancia para la salud pública internacional como consecuencia
de una combinación de factores, entre ellos los siguientes: falta de infor-
mación correcta 331, desinformación e incongruencia de la información
de que disponen los gobiernos nacionales –factores que pueden dar lugar
a reacciones exageradas frente a la cobertura de prensa y éstas, a su vez,
pueden llevar a que en los países se ejerzan presiones sobre los gobiernos
para que respondan– capacidad insuficiente a nivel de país para recono-
cer oportunamente y contener los acontecimientos de morbilidad; temor
de las posibles repercusiones costosas de la notificación de los aconte-
cimientos de morbilidad, y falta de mecanismos jurídicos y técnicos 332
para dar una respuesta internacional general apropiada” 333. De hecho, el
control de las mismas es uno de los objetivos de la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible 334.
En este mismo sentido la OMS es más que consciente de que “la mun-
dialización de las enfermedades infecciosas (esto es, de las epidemias que
alcanzan el grado de pandemia) no es un fenómeno nuevo”. Por ello “los
— Enfermedades no transmisibles: (…) las cardiopatías, el cáncer, las neumopatías,
la diabetes, los trastornos mentales, la discapacidad, traumatismos [, etc.]”. Resolución
de la Asamblea Mundial de la Salud, Duodécimo Programa General de Trabajo”, “No
solo la ausencia de enfermedad”, 66.ª Asamblea Mundial de la Salud, 19 de abril de 2013,
A66/6.
330 FITZSIMONS, D.W. and WHITESIDE, A.W., op. cit., pp. 14-15.
331 Las normas de comunicación básicas para el control de brotes pueden verse en:
OMS, “Normas de comunicación de brotes epidémicos de la OMS”, 2005, CDS/2005.28.
332 Los cordones sanitarios, que se tratan más adelante, consistirían un ejemplo de
estos mecanismos jurídicos y técnicos para cuando la gravedad sea susceptible de consi-
derarse una amenaza o quebrantamiento de la paz y seguridad internacionales.
333 Informe de la Secretaría de la Organización Mundial de la Salud sobre
“Seguridad sanitaria mundial: alerta y respuesta ante epidemias”, Consejo ejecutivo, 107ª
reunión, de 28 de noviembre de 2000, EB107/5.
334 Objetivo 3, apartado 3.3: “3.3 De aquí a 2030, poner fin a las epidemias del SIDA,
la tuberculosis, la malaria y las enfermedades tropicales desatendidas y combatir la he-
patitis, las enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles”.
Resolución de la Asamblea General sobre “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible”, Septuagésimo período de sesiones, 21 de octubre de 2015,
(A/RES/70/1).

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