El respeto a la intimidad. El secreto profesional en enfermería

AutorMaría Antonia Fernández Lámelas; Teresa Álvarez Rodríguez; José Manuel Ramiro Fernández; Salomé Martínez de Santiago
CargoEscuela Universitaria de Enfermería Complejo Hospitalario Universitario de Vigo; Universidad de Vigo; Escuela Universitaria de Enfermería de Lugo. Universidad de Santiago de Compostela; Hospital Meixoeiro de Vigo maria.antonia.fernandez.lamelas@sergas.es
Páginas60-66

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1. Introducción

Afirmaba I. Kant que «Los hombres tienen afición por los cotilleos y los secretos suelen servir para amenizar sus conversaciones: toda confidencia se interpreta como una especie de regalo»1. Probablemente estemos ante una tendencia bastante general de los humanos.

Es verdad que toda confidencia puede ser entendida por quien la recibe como un don de parte de aquel que en ella revela una porción de su intimidad. Pero el respeto que merecen esa intimidad y la propia relación de confidencialidad debería impedir que lo conocido mediante dicha confidencia sea usado para compartirlo con otros.

Expondremos el concepto de intimidad y su relación con el de confidencialidad, así como del valor de la intimidad personal y de las exigencias éticas del respeto a la intimidad en enfermería, antes de detenernos en el secreto profesional.

En el lenguaje común, se emplean términos que tienen un mismo significado, no existe diferencia entre intimidad, confidencialidad, secreto, vida privada, esfera privada, entre otros. Hay que añadir un anglicismo, que viene a engrosar las filas de los vocablos que de forma genérica dan a entender la idea de que existen ciertos ámbitos en los que no se debe penetrar a menos que la persona consienta y este término es el de la privacidad.2 Page 61

Todos ellos representan la idea de la existencia de una esfera privada en la que cada uno tiene la potestad para decir de lo que quiere que otros conozcan sobre si mismo.

2. Intimidad, vida privada y confidencialidad

El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua en su segunda acepción, define la intimidad como: «zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo, especialmente de una familia».

La distinción entre intimidad y privado, siendo esto último «lo que se ejecuta a la vista de pocos, familiar y domésticamente, sin formalidad ni ceremonia alguna», no se deduce una radicación espiritual relativa a la persona, ni singularidad que la identifique, lo que se ejecuta a la vista de pocos no tiene que ser necesariamente íntimo.

El concepto de vida privada es muy amplio, genérico y engloba a todo aquello que no es o que no se quiere que sea del normal conocimiento. Dentro de ello existe un núcleo que protegemos con más fuerza y que entendemos que es esencial para nosotros, a esto le llamamos intimidad.

Confidencialidad es «lo que se hace o se dice en confianza o con seguridad recíproca entre dos o más personas»3. Lo confidencial puede hacer referencia a la intimidad, pero su esencia radica en evitar la difusión, siendo más común su empleo en lo relacionado con documentos, hechos o noticias.

Tanto la vida privada como la intimidad poseen elementos comunes. En ambas rige la libertad, existiendo la conciencia social de no injerencia, de ahí surge la necesidad de que se proteja legalmente.

El ordenamiento jurídico establece algunos límites, la convivencia social otros, pero lo esencial es la libertad del individuo y la facultad que posee de excluir o hacer participes a otros de su intimidad y vida privada.

La intimidad es consecuencia de la integración del individuo en grupos sociales. Por ese motivo el reconocimiento y en su caso la protección de una esfera íntima del individuo frente a los demás ha recibido un tratamiento muy distinto en función de los diferentes grupos sociales y del momento histórico que se analice.

El acceso limitado, se puede y se debe dar en relación a nuestro cuerpo y aquí ya obtendríamos la primera manifestación, que sería, la intimidad personal y también la intimidad física. Esta forma de acceso limitado es de extraordinaria importancia en el campo de la salud. Los pacientes esperan que se les trate con delicadeza, que no se les desnude si no es necesario, es decir que se respete su intimidad.

En un principio la intimidad tiene un carácter meramente excluyente y se identifica con el derecho a estar solo, o a ser dejado en paz, pero los límites del derecho, se han ensanchado. De esta forma el derecho a la intimidad es la potestad que tenemos de que un tercero no Page 62 conozca nuestra vida privada, y también la posibilidad de controlar lo que otros conocen de nosotros mismos.

La concepción de derecho a la intimidad que une la definición objetiva y subjetiva parece la más acorde tanto con la idea de derecho a la intimidad como con las necesidades de nuestro ordenamiento jurídico. Se debe en esencia a la evolución del derecho a la intimidad, el cual ha ido ensanchando sus límites y su configuración.

Pero el concepto del derecho a la intimidad no puede en ningún caso ser cerrado, esta conclusión se debe a que la idea que se tiene de intimidad varía de una persona a otra, de un grupo a otro, de una sociedad a otra. Son elementos...

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