Una renuncia necesaria

AutorFernando Zunzunegui

Estamos viviendo momentos críticos. El ataque terrorista del 11 de septiembre ha puesto en tensión también al sistema financiero. Las autoridades monetarias se coordinan y toman decisiones en defensa de la estabilidad financiera y de la confianza de los inversores en el correcto funcionamiento del sistema. Son momentos en los que todos los recursos técnicos deben ser empleados.

Por ejemplo, la colaboración de las autoridades bursátiles resulta crucial para investigar si han existido o no operaciones, anteriores al ataque, de personas relacionadas con los terroristas, con `información privilegiada¿. Esta puede ser una vía para localizar a personas implicadas en estos hechos macabros.

En momentos de crisis lo más valioso es poder apelar al normal funcionamiento de las instituciones. El trabajo realizado para la reapertura de la Bolsa de Nueva York es un buen ejemplo de lo que puede lograrse con la colaboración entre las autoridades y los ciudadanos. La SEC estadounidense ha aprobado un régimen de excepción con el fin de mantener las cotizaciones tras la reapertura del mercado. Ha permitido, entre otras medidas, que las sociedades emisoras superen los límites de adquisición de acciones propias. La SEC ha puesto la forma y la Bolsa de Nueva York los medios para el restablecimiento del mercado.

En España, la crisis llega con una autoridad bursátil averiada. Ni siquiera están completos sus cuadros de mando. Queda pendiente de nombramiento uno de los cinco vocales del consejo de la CNMV. Parece como si la primera autoridad bursátil española se estuviera preocupando más de desmentir reuniones que de la seguridad del mercado. Se pueden contar en las últimas semanas hasta diez desmentidos, cada vez más confusos, sobre el caso Gescartera, varios de ellos posteriores al 11 de septiembre. Este tipo de notas confunden al consejo de la CNMV con uno sus miembros y ofrecen una información sesgada de la realidad. La utilización de la institución para disculpar conductas personales debilita la institución y la aparta de sus objetivos. Esto último es lo más preocupante.

Ni una declaración, ni un comentario público sobre la necesidad de reforzar la confianza en los mercados en estos momentos de crisis. Tan sólo una breve nota de prensa que traslada al mercado español, sin citarlo, la declaración del Comité Europeo de Reguladores de Valores de 12 de septiembre.

Algunos problemas del mercado requieren respuestas inmediatas como la constitución del Fondo de...

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