La regeneración urbana. Consideraciones sobre los proyectos de regeneración urbana
| Autor | María Luisa Gómez Jiménez |
| Páginas | 113-192 |
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El modelo expansivo de hacer ciudad que se ha desarrollado en estos últimos años, ha descuidado las zonas consolidadas de las ciudades, sus barrios históricos y las áreas periféricas. Este abandono de la ciudad consolidada ha dado lugar a la aparición de ámbitos de marginalidad, de deterioro físico, social y económico, así como, a la ejecución de actuaciones de rehabilitación, en el caso de zonas con valores históricos, que si bien se han llevado a cabo para paliar la degradación, han dado como resultado la pérdida de su carácter originario, el desplazamiento de la población que habitaba en ellas, y se han homogeneizado los usos para darles un carácter monofuncional turístico.
El estudio de otras formas de hacer ciudad, alejadas de los crecimientos expansivos que hasta ahora se han llevado a cabo, centradas en las zonas que se encuentran en estado de degradación y que sean más acordes con la época de crisis que vivimos, es el objetivo de este capítulo.
La regeneración urbana se puede plantear como la herramienta transformadora y protectora de los valores existentes de los ámbitos de marginalidad y de deterioro de las ciudades, no sólo desde el punto de vista de la rehabilitación del espacio urbano y los edificios, sino también desde un punto de vista social, económico y medioambiental. Ésta constituye una alternativa o un complemento al mencionado sistema de crecimiento expansivo.
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Las ciudades tienen una dinámica de transformación continua a lo largo del tiempo, dándose en ellas procesos de constante cambio. Estos cambios se producen de manera heterogénea, afectando a distintas zonas y pueden tener un carácter positivo (transformaciones que mejoran los ámbitos a los que afectan) o bien, se pueden producir transformaciones que conlleven efectos negativos para la ciudad (abandono, marginalidad, deterioro de la edificación y de la urbanización, despoblamiento o envejecimiento de la población, etc.).
El modelo de crecimiento que hasta ahora se ha llevado a cabo en nuestras ciudades, tal y como ya se ha citado anteriormente, tiene un marcado carácter expansionista de urbanización masiva1, basándose en la ocupación de suelo y creación de nuevas bolsas de crecimiento residencial. Este modelo, se ha revelado como una forma insostenible, puesto que conlleva un consumo excesivo de suelo, daños medioambientales, reclasificaciones de suelo rural a suelo urbanizable, descatalogación de suelos protegidos, etc. dando lugar a consecuencias graves desde el punto de vista social, económico y medioambiental.
Por otro lado, en España se ha producido un aumento considerable de las superficies artificiales2(urbanización de la franja litoral, tejido urbano discontinuo, etc.) consolidándose el modelo de ciudad dispersa con la consiguiente inversión en infraestructuras, y siendo el cambio de ocupación de suelo relativo al aumento de superficies artificiales el que ha experimentado un cambio más importante, ya que los demás tipos de ocupación de suelo apenas han sufrido transformaciones; se ha urbanizado una superficie que equivale a casi un tercio de todo lo que se urbanizó en los siglos anteriores.3Nos encontramos pues, ante una forma de hacer ciudad que tiene dos consecuencias fundamentalmente: por un lado la excesiva urbanización está minando los recursos naturales y espacios protegidos de nuestro territorio, y por otro lado, se ha dejado a un lado el cuidado de las zonas urbanas, dando lugar a una transformación negativa de estas áreas: deterioro físico, marginalidad, declive económico, etc., encontrándonos que, a día de hoy, existen ámbitos dentro de las ciudades, que tienen un alto grado de degradación.
A estas cuestiones trata de dar solución la regeneración urbana. Es una alternativa al desarrollo urbanístico basado en la expansión; un cambio en nuestra concepción del suelo: ahora nos encontramos con un suelo reci-
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clable / reutilizable4, frenándose la expansión en la periferia de las ciudades, y por tanto, evitando el «derroche» que supone la creación de nuevas infraestructuras para conseguir una reducción del impacto ambiental.
Partiendo pues, del objeto de este capítulo, que es el estudio de las inter-venciones de regeneración urbana, en primer lugar se propone el estudio del propio concepto de regeneración urbana, como estrategia basada en renovar las partes de la ciudad que están en un estado de deterioro, y que está dirigida a la recualificación de la ciudad consolidada, la mejora de estos ámbitos de ciudad que han quedado obsoletos y degradados, y la recuperación de la relación modo de vida-forma urbana para regenerar también desde un punto social y económico, adaptando los ámbitos degradados a las nuevas funciones/necesidades que la sociedad demanda.
Por tanto, la regeneración urbana es un concepto amplio, como tendremos ocasión de ver, que abarca no sólo cuestiones físicas de intervención; no es una operación de cirugía estética para la mejora de los ámbitos a través de intervenciones urbanísticas o arquitectónicas, sino que comprende también cuestiones de integración de tipo social, económico y de medio ambiente: uso sostenible de los servicios públicos, introducción de nuevas dotaciones, modelo social en el que exista igualdad y creación de un nuevo modelo económico en el ámbito mediante la asignación de nuevos usos y modernización de los existentes para generar actividades productivas. La obra física (urbana-arquitectónica) puede ser sólo el inicio de la regeneración urbana, que aparece como una transformación integral de la zona en la que interviene.
Al hilo de lo expuesto, se hace necesario plantear la cuestión relativa al estudio de los instrumentos jurídicos que amparan las intervenciones de regeneración urbana. Conocer de qué herramientas se puede hacer uso para realizar actuaciones de este tipo. El análisis de la Normativa vigente, desde el punto de vista de la regeneración urbana, nos permitirá conocer los instrumentos que engloban actuaciones de transformación física, social, económica, medioambiental y cultural de los ámbitos.
Al objeto de profundizar en estos instrumentos de intervención, se hace necesario plantear el estudio de actuaciones significativas de regeneración urbana que se han llevado a cabo en nuestro país: el Proyecto del barrio de Zorrozaurre5en Bilbao, donde el ámbito de actuación es una zona en la que el uso industrial ha quedado obsoleto, el Plan Especial de Reordenación y
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Mejora del barrio de La Mina6, en Sant Adrià del Besós (Barcelona) y el Plan del Polígono Sur en Sevilla7, ámbitos en los que existen graves problemas de marginalidad y deterioro físico.
Si bien los problemas y los factores que inciden en el deterioro de estos tres ámbitos son distintos, del análisis de estos ejemplos se pueden extraer una serie de estrategias / técnicas comunes con el objeto de aplicarlas de un modo general en los proyectos de regeneración.
Por último, se propone una breve aplicación práctica del concepto de regeneración urbana. Para ello, se escoge el Barrio del Sacromonte en Granada, dado que se trata de un ámbito que reúne las características de degradación urbana, arquitectónica, económica e infraestructural, al mismo tiempo que posee valores históricos-artísticos y una importante tradición cultural. Previamente a la propuesta de regeneración urbana, se plantea partir de un análisis para conocer determinados factores con el objeto de conservar el carácter original del barrio y enfatizarlo, marcando unos objetivos para finalizar con una propuesta de líneas de intervención a través de la regeneración urbana.
Las ciudades, a lo largo de la Historia, han sufrido una evolución tanto en su forma como en las necesidades a las que trataban de dar...
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