Red ecológica y servicios de los ecosistemas
| Autor | Alexandra Aragão |
| Cargo del Autor | Professora Auxiliar da Universidade da Coimbra |
| Páginas | 549-568 |
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Cuando pensamos en los "servicios de red" nos ocurren inmediatamente actividades comerciales, tales como los servicios de abastecimiento de energía, telecomunicaciones o transporte, diseñados y producidos para satisfacer las necesidades de consumo de los ciudadanos.
Ahora, los servicios de los cuales vamos a hablar, no corresponden al concepto clásico de servicio comercial. Por el contrario, son a menudo servicios sin valor comercial alguno.
Y las redes de que trataremos, son muy diferentes de las redes de infraestructuras construidas por el hombre, por ejemplo, para llevar la energía desde el punto de producción al punto de consumo, para permitir las comunicaciones a distancia, o para transportar personas y mercancías de un lugar a otro, por tierra, mar o aire.
El tema de este artículo son los servicios... pero de los ecosistemas; y las redes... pero ecológicas.
Para simplificar el lenguaje, llamaremos a las primeras, infraestructuras artificiales en red o también redes artificiales. Del mismo modo, llamaremos servicios artificiales a los servicios comerciales producidos por el hombre.
A estas se contraponen otras, las infraestructuras naturales en red, las cuales pueden adoptar diferentes designaciones: designaciones algo pictóricas -como infraestructura verde1o trama verde y azul2-, o designaciones más bien tecno-
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sofisticadas- como la Red Natura 20003 -o designaciones sobrias- como la red fundamental de conservación de la naturaleza4.
Primero, vamos a empezar por ver lo que distingue y lo que une a ambas las redes; a continuación, vamos a analizar los puntos de confiicto entre ambas las redes y sus servicios.
De acuerdo con la Ley portuguesa de la conservación de la naturaleza y de la biodiversidad, el objetivo final del marco legal instituido es proteger la "infraestructura básica integradora de los recursos naturales esenciales para el desarrollo social y económico y la calidad de vida de los ciudadanos"5.
Sin embargo, la escasez de espacios naturales en Europa es tal, que la protección aislada de sitios clasificados, no sería suficiente para garantizar los objetivos de conservación de la naturaleza. Siendo tan pocos los "santuarios naturales", y tan pequeño su tamaño, la mejor manera para potencializar la protección deseada es crear conexiones, estableciendo una red de espacios naturales protegidos. Esta red permite la movilidad natural de las especies, que tienen un área más grande para difundirse, previniendo la aparición de poblaciones aisladas y permitiendo el intercambio genético entre las diferentes poblaciones. Por lo tanto, un derecho de la conservación de la naturaleza eficaz, requiere más que la creación de "islas" de biodiversidad. También debe tratar de establecer conexiones entre las "islas" y protegerlas. Este objetivo se logra mediante la creación de corredores y trampolines ecológicos, que son los vínculos entre los nodos de la red. Los corredores y trampolines ecológicos extienden de manera significativa el espacio disponible para permitir el contacto entre poblaciones distantes.
Según la definición legal, los corredores o trampolines ecológicos son características del paisaje que "en virtud de su estructura lineal y continua, tales como ríos, arroyos y sus riberas, o los sistemas tradicionales de deslinde de los campos, o bien por su papel como escalones, como los estanques o los sotos, son esenciales para la migración, la distribución geográfica y el intercambio genético de las especies silvestres"6.
Naturalmente, las necesidades de dispersión de las especies dependen de su capacidad de desplazamiento. Además, los modos de dispersión son muy variables entre los especímenes de fiora o fauna; de tierra, de mar o de aire, y incluso
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varían según el tamaño típico de las especies (especies dimunutas o especies muy grandes), su posición en la cadena alimentaria (depredadores o presas), su morfología (tener alas o no), etc ..
Asi mismo, los procesos ecológicos que se desarollan en las áreas naturales protegidas explican como los bienes ambientales presentes en diferentes áreas puedan interactúar entre sí a través de dinámicas naturales. Por eso hablamos de una red natural o ecologica. La migración, por ejemplo, es un proceso natural que interconecta, a través de las especies migratorias, hábitats naturales muy distantes. Las Golondrinas del Ártico, que pueden ser avistadas en tránsito a lo largo de la costa portuguesa, son el ejemplo perfecto de la fauna migratoria, cubriendo distancias de hasta 70 mil quilometros al año. En este caso se puede decir que el hábitat de la especie tiene una dimensión global.
En cuanto a la fauna, la polinización es otro ejemplo típico de un proceso natural de difusión espacial de especies geográficamente apartadas, lo que permite la reproducción de los individuos a través de largas distancias.
Otras actividades, como el alimento, pueden requerir áreas considerables (como los 2 mil kilómetros cuadrados del águila real). La reproducción, el refugio o el descanso también pueden conducir a desplazamientos considerables, interconectando zonas muy distantes.
En resumen, el desplazamiento de los elementos de la fauna y la fiora por sus propios medios, o bien transportado por los vientos, las corrientes, las mareas o la gravedad, o aun la dispersión gracias a la labor de otros elementos de la fauna o la fiora, dependen de la contigüidad o la proximidad entre áreas protegidas. Si no las hay, la existencia de los referidos corredores o trampolines ecológicos es fundamental con el fin de permitir la continuidad de los hábitats.
Es importante observar que los corredores y trampolines ecológicos, que son objeto de promoción y protección por las leyes de conservación de la naturaleza, no son estructuras artificiales y humanizadas -como túneles de cemento bajo las carreteras, o algunas enormes escaleras para peces en una represa- imaginadas por el hombre con ilusión para servir como puente de comunicación entre dos áreas protegidas. Pero que en la práctica no sirven para nada.
Los corredores y trampolines a los que nos referimos, son estructuras naturales que sirven para romper el aislamiento de las poblaciones separadas por inter-venciones humanas. Ellos son aprovechamientos de características ya existentes en el paisaje para permitir su utilización, de forma espontánea, para la movilidad de las especies silvestres. Setos vivos, árboles a lo largo de las carreteras, vallas o pequeños muros rurales en piedra, etc. no tienen los requisitos necesarios para que sean considerados, en sí mismos, como sitios de conservación de la naturaleza. Sin embargo, desempeñan un papel insustituible para proporcionar una interfaz entre dos sitios no contiguos.
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Además, debe subrayarse que los corredores ecológicos son todavía más importantes cuando la red tiene una malla amplia. Es así en la mayoría de los Estados-miembros de Unión Europea, donde los corredores ecológicos cumplen una función complementaria indispensable para la protección de sitios muy apartados7.
Es innegable que los servicios artificiales en red son fundamentales para la vida en sociedad, al menos como las sociedades occidentales están organizadas actualmente. En este sentido, es común calificar estos servicios en red como servicios públicos esenciales8.
Pero los servicios de los ecosistemas, proporcionados por la naturaleza, tienen una utilidad igual, o incluso mayor, por su papel como sistemas de soporte para la vida. De hecho, sin algunos de los recursos naturales más básicos -como el agua, el aire o la fiora- la vida no sería posible.
Tal como se definen, los servicios de los ecosistemas son los beneficios humanos, materiales e inmateriales, resultantes de la existencia y el buen funcionamiento de los ecosistemas. Después de la difusión, por las Naciones Unidas, en el Informe de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio9, los servicios de los ecosistemas obtuvieron reconocimiento legal.
Asimismo, según el Informe de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio hay cuatro tipos de servicios: los más conocidos son los servicios de provisión y los servicios culturales; los casi desconocidos son los servicios de regulación y de soporte. Veamos en que consiste cada uno:
"Servicios de provisión" - son los bienes tangibles, producidos por los ecosistemas, que se pueden consumir y contabilizar. Incluyen alimentos, agua dulce, madera, fibra, recursos bioquímicos y genéticos, entre otros.
"Servicios culturales" - pueden ser tangibles e intangibles y generan beneficios no materiales para el hombre, al nivel espiritual, recreativo, educativo o estético.
"Servicios de regulación" - son los beneficios obtenidos por la manutención de los procesos naturales de los ecosistemas, como por ejemplo la regulación del clima, el control de enfermedades, de inundaciones, la desintoxicación, etc..
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"Servicios de soporte" - son los servicios que mantienen los procesos naturales de los ecosistemas y permiten la producción de todos los otros servicios, incluyendo la formación del suelo, el ciclo hidrológico, ciclo de nutrientes y la productividad primaria, por ejemplo.
Algunos de estos servicios de los ecosistemas son globales, ya que no dependen de la ubicación del recurso natural que los proporciona. Por ejemplo, la captura de carbono es una función global, qué tiene gran importancia independientemente de dónde se encuentre el sumidero. Otros servicios son esencialmente de naturaleza local, ya que los beneficios dependen de la proximidad a los recursos que los proporcionan. Por ejemplo, la...
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