El pronunciamiento de la corte suprema de los Estados Unidos en el caso Obergefell y los problemas no resueltos que de este deriva

AutorRoberto Garetto
CargoDoctor en Derecho. Università degli Studi di Camerino
Páginas125-137

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1. La decisión sobre el caso Obergefell
1. 1 Los orígenes del caso Obergefell

El caso Obergefell se originó a partir de una situación humana de intenso sufrimiento1. James Obergefell conoció a John Arthur más de veinte años antes de que el caso fuera llevado a juicio. Los dos se enamoraron y comenzaron una vida juntos, dando lugar a una relación única y duradera. En el año 2011 a Arthur le fue diagnosticada esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular, por lo que Obergefell y Arthur decidieron conseguir un reconocimiento formal de su relación, recurriendo al matrimonio, antes de que para Arthur esto fuese imposible. Ya que Ohio, el estado donde la pareja residía, no permitía el matrimonio homosexual, los dos tuvieron que ir a Maryland, donde se reconocía el matrimonio entre personas del mismo sexo. Dado el delicado estado de salud de Arthur, se recurrió a un vuelo medicalizado y el matrimonio se llevó a cabo en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Baltimore el 11 de julio de 2013. Tres meses más tarde Arthur murió, en Ohio. El Department of Health de Ohio, en aplicación de las normas vigentes del Estado, no permitió que a Obergefell se le fuera reconocido como «surviving spouse» en el certificado de defunción de Arthur.

Por disposición de la ley, Obergefell no sólo fue privado de los beneficios que podían derivarse de esa condición, sino que también figuraba como un extraño con respecto al fallecido.

Esta dolorosa situación llevó Obergefell a tomar acciones legales, pidiendo que su nombre fuera indicado como cónyuge sobreviviente en el certificado de defunción de Arthur; la demanda llegó a la Corte Suprema Federal.

El caso Obergefell se convirtió rápidamente en el centro de atención de los medios de comunicación del país: se presentaron 148 amici curiae briefs, número que superó los presentados en los casos anteriores en que la Corte Suprema de los Estados Unidos había deliberado2.

A causa del recurso presentado a la Corte Suprema surgieron dos cuestiones: si la Decimocuarta Enmienda vinculaba a un estado a celebrar un matrimonio entre dos personas del mismo sexo (cuestión relevante en los casos combinados de Michigan y de Kentucky) y si la Decimocuarta Enmienda obligaba a un estado a reconocer un matrimonio entre dos personas del mismo sexo celebrado en otro estado en el que estaba reconocido el samesexmarriage.

Por lo que respecta a la segunda cuestión, la Corte Suprema estableció que la Decimocuarta Enmienda impone al estado el reconocimiento del matrimonio entre dos personas del mismo sexo cuando dicho matrimonio ha sido legalmente celebrado en otro estado (pronunciamiento relevante en los casos combinados de Ohio, Tennessee y Kentucky).

La primera cuestión es la más escabrosa desde un punto de vista constitucional. La Corte Suprema no se pronunció sobre esta cuestión en el caso Windsor, pero se vio obligada a resolverla en el caso Obergefell. Sobre la misma cuestión, además, la Corte se pronunció de forma afirmativa, argumentando que dejar de reconocer el derecho a casarse de las parejas homosexuales («right to marry») viola el Debido Proceso {Due Process Clause) y la Igual Protección {Equal Protection Clause) de la Decimocuarta Enmienda.

La Cláusula de Debido Proceso, que asegura a las parejas de personas del mismo sexo ya casadas la validez del matrimonio celebrado, está relacionada con la Cláusula de Igual Protección, que reconoce a las parejas no casadas el derecho a contraer matrimonio sobre la base de la equidad respecto a aquellos que ya han contraído un samesex marriage3.

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1. 2 La majority opinión del juez Kennedy

El juez Anthony Kennedy redactó la opinión de la mayoría4; a él se unieron los jueces Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan. La opinión de la mayoría estableció que las prohibiciones estatales sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo incurrían en la violación de ambas cláusulas, la del Debido Proceso y la de Igual Protección de la Decimocuarta Enmienda.

Kennedy escribió que la Constitución garantiza la libertad para todos, una libertad que incluye derechos específicos, como permitir a la persona definir y expresar completamente su identidad5. Citando el caso Griswold v. Connecticu6, la opinión de la mayoría afirmó que las libertades fundamentales protegidas por la Cláusula del Debido Proceso de la Decimocuarta Enmienda se extienden a las opciones personales que son funcionales a la dignidad y la autonomía de la persona.

Entre tales opciones se deberán incluir incluso las más íntimas, relativas a su identidad, así como las orientaciones y las convicciones personales7. Sin embargo, la identificación y la tutela de estas libertades fundamentales no ha sido reducida a una fórmula preconstituida8 y el análisis de casos como Loving v. Virginia, Zablocki v. Redhail y Turner v. Sañef9 nos muestra claramente que la Cláusula del Debido Proceso también se extiende al «derecho a casarse»10.

La opinión de la mayoría expresa precisamente este concepto: el derecho a contraer matrimonio es un derecho fundamental inherente a la libertad de la persona y, bajo las cláusulas del Debido Proceso y de Igual Protección de la Decimocuarta Enmienda, las parejas del mismo sexo no pueden ser privadas de ese derecho y de esa libertad11.

El punto central de la decisión fue establecer si el matrimonio homosexual era reconducible al derecho a contraer matrimonio.

La sentencia Obergefell v. Hodges focaliza el propio análisis con respecto a la existencia - o menos - de un derecho fundamental, o sea el «right to marry».

Cabe destacar que la Corte no quiso examinar la hipótesis de la configurabilidad de un determinado «derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo» («right to samesex marriage»), sino que prefirió tomar en consideración el «derecho a casarse» («right to mariy»)12 como un derecho fundamental de la persona en su sentido más amplio («in its comprehensive sense»), preguntándose, por lo tanto, si era admisible excluir determinadas categorías de este derecho13. La mayoría no dejó de lado el hecho de que, si la ejercitabilidad de un derecho se debía determinar sólo sobre el presupuesto de su anterior ejercicio, situaciones consolidadas en el tiempo encontrarían en sí mismas completa

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legitimación y negaría a priori la posibilidad de reconocer, a determinadas categorías de sujetos, derechos anteriormente desconocidos14.

La opinión de la mayoría, conduciendo el propio análisis en un plano estrictamente axiológico, notó la firme interrelación que transcurre entre el valor de la libertad de la Cláusula de Debido Proceso y aquel de la equidad de la Cláusula de Igual Protección15 y dedujo de ello que las prohibiciones estatales relativas al samesex marriage se pusieron en contraste con respecto de ambos valores16. Llegando en tal modo a la conclusión de que la libertad y la igualdad de las parejas homosexuales fueron significativamente afectados por esta situación, la Corte declaró inconstitucional las prohibiciones relativas al matrimonio entre personas del mismo sexo por violación de ambas cláusulas y estableció la facultad, para todas las parejas homosexuales, de ejercer el derecho a casarse («right to marry») en cada uno de los 50 estados de la Confederación17.

Debido al daño continuo y grave, la inestabilidad y la incertidumbre causada por la normativa relativa al matrimonio entre personas del mismo sexo, que se diferenciaba de un estado a otro, y en consideración de la evidencia - en cuanto a la inconstitucionalidad de las prohibiciones, detectada por algunos estados, introdujo por consiguiente en todos los estados el samesex marrige - la Corte estableció el principio de que cada estado debe reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados legítimamente en otro estado18.

La Corte notó con claridad que, si bien el proceso democrático («democratic process») puede resultar un medio adecuado para poner en discusión y decidir temas relevantes como el samesex marriage, no se puede sin embargo aceptar la idea de que el sujeto deba apoyarse exclusivamente en el proceso democrático para que le sea reconocido un derecho fundamental19. En efecto, el sujeto puede invocar la protección constitucional de aquel que cree ser su proprio derecho, también en caso de que su solicitud no sea respaldada por un consentimiento general e incluso en el caso en que, quien tiene facultad de legislar sobre la materia específica, deliberadamente elija no hacerlo20. Esto, en cuanto los derechos fundamentales no pueden ser sometidos a un voto, ni pueden depender de los resultados de una elección21.

La Corte no pudo dejar escapar el hecho de que, no acoger en sede procesal las instancias de las parejas homosexuales, dejando que el proceso democrático - con un «enfoque prudente»22 - hiciera el justo curso, habría comportado un grave daño a las parejas del mismo sexo, mientras hubieran quedado en espera de esta dinámica evolutiva23.

La Corte también rechazó el principio de que permitir que las parejas homosexuales se casasen habría puesto en entredicho la institución misma del matrimonio, la creación de un desapego por el matrimonio entre personas del sexo opuesto, ya que sería determinado por una atenuación de la relación entre el matrimonio y la procreación. La Corte definió esta...

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